30 mayo 2007

capítulo 46

EN MI MENOR


La casa perdida en un monte cercano a un río con puente romano en su atravesar..
Dentro de ella 12 personas de edades varias.
Niños y "mayores" en feliz comunión.
Lloros y llantos comenzaron nada más sonar las primeras notas de un antiguo piano un tanto singular.

Decorado con velas rojas para iluminar- no hacía mas que amedrentar-.

Las corcheas y semicorcheas en "MI" menor desconcertaron y asustaron a dos pequeños diablos mientras los demás reían sin parar de una morada sin igual.
La cocina de uno por uno y las habitaciones de pánico frontal -e incluso lateral-.
Unas escaleras de madera raida, rota, con boquetes que dejaban adivinar el piso inferior y con una pendiente que hacía de la bajada un precipitar.
Decorada con muñecas diabóicas y papel recién llegado del infierno.

Las pequeñas criaturas lloraban sin cesar mientras los padres jugaban y cenaban sin mayor preocupación que soltar un tortazo a discreción.

Fuera, la lluvia, el viento y el frío se apoderaban de los bosques y montañas cercanas.

El encuentro en lugar idílico se convirtió en agonía y pesar.

Llantos y gritos.
Piano en "MI" menor y
la comida, en un recibidor.

Dos noches y tres días transcurrieron sin saber más que lo que allá ocurrió.
- Que no fueron más que lloros, gritos y un afán por comer desmedido-.

La gula- el infierno cercano-.
Y éste...cerca, muy cerca.


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