MIEDO A VOLAR
Sin fotos del pasado por errores del presente.
Con el porno entre esmeraldas, mi delgadez futura.
El solitario, sin parejas -las perdí-.
El viento soplaba contra un cuerpo todavía entrado en kilos temeroso del mañana.
Miedo a que me llevara más allá de donde pudiera controlar mis actos.
Miedo a lo lascivo, a mis sueños de placer incontrolado.
Zis-zas-zis-zas una vez y otra.
Un cigarrito por aquí, una mano por allá.
Personas influyentes... tendré cuidado de no perturbar.
.
RETOMANDO LAS AUSENCIAS
Echaba de menos esas visitas tan lejanas.
Miré y allí estaban, ocultas en un tumulto insospechado.
Con la alegría del que no se siente olvidado aun por la ausencia.
Con la alegría de tener en mis manos unas teclas donde olvidar el resto.
Con el ansia de ver más allá de donde mis esmeraldas pusieran sus miras.
Había vuelto con el ímpetu intacto; quizá un tanto azorado por la falta de los días pasados.
Con la alegría de un comentario tan inesperado como ilusionante, tan anónimo.
Llegaría el día, lo sabía, lo sentía.
LA CREMALLERA
Me dijo que estaba desaliñada, feucha, sin peinar.
La vi preciosa y con una bata hecha para pecar.
Sonrió como lo hacía cada día.
Con el despertar, el atardecer... al dormir.
Fueron tan sólo unos instantes, un momento lleno de sensaciones.
Un vacile, una cremallera y un adiós.
TUL
Se bajó del coche para subirse en otro. Yo la miraba desde la distancia de lo imposible.
Aquella noche vestía un vestido rosa y tules.
El coche se alejaba a la vez que mis brazos caían en los bolsillos y mi cabeza quedaba gacha. Cuando levanté la vista, la vi frente a mí, al otro lado de la calle, con una sonrisa y un perdón en sus ojos.
Nos miramos en la distancia
Dimos el primer paso a la vez, luego otro y otro, hasta fundirnos en un abrazo infinito.
Los ojos, como las cuevas del Drach, el corazón como un martillo, los suspiros...
Al otro lado de la calle sonaba una canción que jamás llegamos a bailar.
LA VIDA
Lo intenté durante dos días enteros pero nada, estaba con la cabeza en otra parte.
Las ideas habían desaparecido bajo un mar de angustia; era de color negro, de corrientes tan fuertes que, si me despistaba, acabaría perdido en los confines de un mundo todavía por descubrir para mí.
Un túnel incierto, de luces apagadas, de miedo y tristeza.
Al final del túnel, una luz parecía abrirse hacia el exterior.
Esa luz que me hizo escribir unas últimas palabras, las primeras.
MUAKA
La conocí de nombre igual, pero en morena.
Los ojos chiribitas, el gin-tonic en la mano y el corazón en desconsuelo.
Ha pasado un año y medio y... los ojos chiribitas, el gin-tonic en la mano y el corazón enamorado.
Cuarenta me cumple sin haber pactado con el diablo su sonrisa.
Cuarenta me cumple y todavía no le he llamado.
Felicidades morenaza!
FULGOR
Y el sol tamizaba mi rostro de un moreno incipiente.
Los ojos- los verde esmeralda- eran puro fulgor.Obnubilaban a las damas despistadas. A quienes parecían no entender y, menos adivinar, de donde salía semejante luminosidad.
Con el pelo corto ya, con la ansiedad de mañanas enteras tumbado al sol.
Y la sonrisa imperfecta asomaba, y los pájaros de la ciudad cantaban canciones sobre burros celestiales y bajo mi fachada un tanto triste, asomaban las primeras alegrías.
Cierto es que nada es perfecto- lejana queda la perfección- pero con la paciencia, que jamás me había caracterizado,quizá me acercara a una especie de satisfacción interior.
Momentos hay para sufrir-que los tuve y en demasía-.
Es tiempo de vivir y olvidar!
Hoy me ha visitado un ave particular. Lejano, quizá ausente. Le he saludado en silencio, con una media sonrisa, con la complicidad de quien no se ve sino en sueños.
Hermosura...
EL DESAYUNO
Cuando los pájaros, que son muy finos ellos, cantan al amanecer, se me atraganta la comida.
Es curioso, hoy me ha pasado con el croissant. Intentaba engullirlo como de costumbre y, a medida que metía un trozo en la boca !zas¡ se salía por obra y magia de algo que no sabría explicar muy bien.
Así que lo he dejado para más tarde y, ya en la tienda, me he tapado los oídos para no escuchar el trino de aquellos que inoportunan y lo he comido como marcan los cánones.
Y es que los pájaros, muy finos ellos, también me suelen sacar de quicio.
!Y no digamos las pájaras¡
Pero ese es otro cantar... de trinos diferentes hablaríamos.
También de finuras.
Ayyyyyyyyyy el sol que alimenta mi espíritu y que envenena mi cuerpo de...
-Y los ángeles son como pájaros?-
-No lo se, sólo he conocido a uno y pico, no tenía-
ULTIMO
La imaginaba tumbada con el cuerpo desnudo
Cubierta de flores
Con los ojos cerrados mirando al cielo
esperando que el lado oscuro de mis manos
recorriera cada centímetro de su piel.
La imaginaba llamando a mi puerta una noche de luna llena
dejando caer el vestido al suelo
mirándome a los ojos
cogiendo mis manos
llevándolos a su pecho.
La imaginaba libre de aquél viejo que la protegía de nada
con su deuda pagada
libre de pecados del pasado
durmiendo a mi lado
con el rostro sobre mi pecho.
La imaginaba cada noche, con los ojos abiertos
mirando la techumbre de una casa vacía.
ZIS ZAS
De noche, cuando apenas se escuchaba el viento, miraba la techumbre de mi habitación ansiando su mirada.
Sus ojos negros eran de tal relucir que hacían palidecer a todos aquellos que, por fortuna, eran del color del mar.
Sus pies desnudos, las piernas de seda, el cuello perfilado, su pelo rizado y negro, sus muslos de porcelana.
Las manos inquietas bajo la sábana, primero una, luego otra, hasta el canto del gallo, cuando me incorporaba para verla atarvesar de nuevo el camino al más allá.
Nada distraía su camino. Caminaba con la cabeza gacha, con los ojos en el suelo, con el el reflejo de sus pupilas en el agua.
Eran tan sólo dos minutos. Dos minutos de placer infinito, de noches enteras pensando en ella.
MARGARITAS LA ADORNABAN
Su papel en mi vida era insignificante por cuanto no la podía tener.
Cuando la veía caminar era como escuchar una banda de música en la plaza de un fronterizo pueblo mexicano. Me transportaba hacia lugares donde jamás había estado- sino fuera en la imaginación de noches en soledad.-
Su cabello lo coronaban treinta y seis margaritas entrelazadas.
Sus caderas redondeadas por las manos del mejor escultor.
Pulidas y suaves por el viento, tamizadas por el sol.
Alejandra de nombre. Sueño la apellidé.
Cada día, con el cantar del primer gallo, a través de una ventana entreabierta, con un vestido blanco transparente a contra luz, cesta en mano, sonrisa en rostro.
Cada día, al ocaso, a través de una ventana entreabierta, desnudando su cuerpo...
CORTO
Lejos de mí, al otro lado de una frontera invisible- Perceptible tan sólo por el dolor y la emoción-.
El sol desperezaba una lujuria perdida tras meses de oscuridad.
Dejaría el vampirismo intentándo recuperar la sonrisa perdida.
Lunes al sol de un gin-tonic y un libro.
De placeres divinos, casi nauseabundos.
UFFFFF
Me despedí con la mirada baja y sin mirar atrás.
Todo latía a tanta velocidad...
Difícil de explicar con palabras cuando el que habla es el corazón.
Cuando éste permanece mudo para aquellos que no lo pueden escuchar...
Y grita bajo la coraza de papel de quien lo soporta.
UNA PLUMA
La imaginó atusándose el pelo en trenza perfecta recorriendo su espalda hasta el escalofrío.
Un aquí y un allá.
Una sonrisa temerosa de lo desconocido. Un sonrojo cómplice.
La pluma caía una vez tras otra recorriendo el hombro, las curvas de su pecho, la panzita y un ombligo robado hasta precipitarse por unas piernas tan hermosas como imaginarias.
Acertó por fin a incrustarla entre el cabello preguntándose quizá si sería el lugar adecuado, el lugar donde quisiera descubrir su cuerpo ante el amante desconocido.
Él la imaginaba, la deseaba, la añoraba, la necesitaba...
VOLVER
Hay momentos que vuelven como el recuerdo. La misma música, el sol brillando en lo alto, el calor, un gin-tonic en una terraza, un libro y una canción. Una misma canción que parece volver con la misma presencia que meses atrás. Una canción de miles de recuerdos, de la sonrisa más especial, de un adiós increíble- al menos para mí-.
Hoy esa canción ha vuelto con toda su fuerza. Recordándome un montón de cosas que parecían olvidadas aunque solo lo fuera en sus sensaciones más internas. Ha vuelto con su esplendor y su pena, con todo lo que significó y aún significa...
EL GIN-TONIC
-Recuerdas el capítulo del paisaje juglar? Recuerdas cómo te dije que cantarían sus aventuras, dichas y desdichas? Recuerdas que te dije que los recuerdos se encogen y se pierden pero que jamás quedan el el olvido? Recuerdas que el paraíso prometido existe para los que tengan fe y que para el resto no es más que un cuento de donde surgen guerras y muerte? Recuerdas la noria, las imágenes, el pasado y lo impredecible del futuro? Recuerdas cuando te relataba todas y cada una de estas cosas?
- Cada una de ellas-
-Bien, porque has de recordar. No olvides nunca. De lo malo se aprende, de lo bueno no sólo se disfruta. A lo malo recurrimos cuando nos van mal dadas, a lo bueno cuando nos sentimos dichosos.
-Y?, parece que me estés juzgando-
-No, todo lo contrario, quiero que seas persona en toda circunstancia. Quiero que reconozcas que una sonrisa no es valdía, que un llanto tiene su por qué.
-Te has puesto un poco tonto no?-
-Creo que es la música que me he puesto; creo que es el sol, el recuerdo, una vida pasando a toda prisa, creo que es...
-Qué-
-Dejémoslo ahí-
-Un Gin-tonic?-
-Cómo me conoces pájaro-
IMPERTINENCIA
Para bien o para mal el cinco está de moda. En mi caso es para bien.
Ay de aquellos que lo han sufrido estos días.
Yo por mi parte sonrío en un sin cesar. Y al que piense mal, que se lo haga mirar.
Martes y miércoles de disfrute y gozo, de sonrisa particular.
El cóndor volaba lejos, demasiado para que mis ojos verdes esmeralda lo pudieran ver. Tan sólo una imaginación portentosa y un ansia casi impertinente hacían que sonriera su lejano vuelo.
Lejos, muy lejos, sabía que una sonrisa me esperaría para llevarme hasta allá.
Con la impertincencia de un ansia deseada, con el complejo escondido, con una feucha a un rincón de un lugar.
PINTORESCO
Pinté un cerdo a boli a un lado del papel. Pinté más tarde una casa, un árbol, un pozo y un jardín.
Lo que podía llamarse un paisaje juglar.
-Por qué juglar?-
-Por lo que pudiere acontecer después-
-Pero si no hay nada más-
-Porque todavía está sin pintar-
Un hombre de gran cabeza y pies encoraginados dispuestos hacia arriba, una dama con velo y otro cerdo en vaivén, también los pinté. Un pájaro en rama y algún otro entretén.
-Qué es eso?-
-Pues... no sé... como bichos, ramitas, hojas etc...-
¡Juglar que cantas la vida, juglar que cuentas y andas!
-Jodé qué raro es este capítulo!-
-Es curioso sí. Acaso un cuadro incompleto-
-Cantará algo el juglar?-
-Si, cantará-
-Ansioso estoy por escuchar-
-No es de extrañar-
A PAN Y AGUA
De lo indemostrable hicieron pecado capital.
A dos días de una ejecución injusta.
Me vendarían los ojos, las manos atarían, dejando el cuerpo caer al vacío.
Hoy tan sólo soy un recuerdo de lo que fui, una triste sombra en un cuarto vacío.
Rabia contenida, odio en las manos, miedo en los pies que me arrastrarían hacia la muerte.
Mis ojos intentaban descifrar el camino entre los barrotes de acero que me separaban de la libertad.
Una línea amarilla hasta una puerta ciega para mí.
Atravesaría esa puerta como tantos otros para no volver.
Dejaría atrás una vida infame, llena de...
tan sólo pasión.
EL ANILLO
Los árboles agitaban sus hojas
los frutos en su florecer.
Caminábamos por las calles agarrados de la mano
Eramos felices en un pueblo sin futuro
Eramos quienes queríamos en un pueblo sin pasado.
Sentados a la orilla del río
Acallados por el trino de los pájaros
Esa tarde se ha durmió en mi hombro
Le dije que la quería
Cuando despertó, sonrió y me besó.
Éramos felices en un pueblo sin futuro
Agarrados de la mano
En un pueblo sin pasado.
Una noche de tormenta
un corredor de la oscuridad.
Me dijo que llamaría
Me prometió que volvería.
Dejé sus flores favoritas en el suelo
una sortija y un corazón.
Las ojas caían, los frutos secaban
Deje atrás todo aquello para no volver
Dejé atrás un pueblo sin futuro
Lo deje para no volver.
UNO; DOS ; TRES
En la oscuridad de un hospital ciego.
Bajo el estruendo de los proyectiles.
Un primer llanto en la penumbra
Un primer abrazo bajo el miedo.
La hermana iluminaba el rostro rosaceo con una vela consumida.
El padre, sentado a su lado, sonreía la bienvenida.
A los catorce cogió su primer fusil.
Veinte muertos en su gatillo soportaba
La culata raída por el pasado
lágrimas resecas por el polvo.
La conoció una noche de luna nueva
sin más luz que las estrellas y la luz de sus ojos.
Se juraron amor.
El helicóptero volaba bajo
Dos misiles y silencio.
Bajo el torbellino de las aspas,
Bajo el polvo,
dos cuerpos mutilados.
Una mañana cualquiera,
en un control cualquiera.
Un rezo callado, los ojos cerrados
Un, dos, tres...
LA MESA CAMILLA
Asemejaba una mesa camilla caprichosa en su peor sentido. Redonda y ancha, de faldas horteras y menos gracia-¡Qué le vamos a hacer!-
Pelo laciabundo y de buen comer, su culo un portento en hermosura expansiva, sus piés los de un ciempiés.
De vida en envidia, de tener y poseer. Cuando tuvo no se detuvo, ese era su proceder.
Lo que tenía no le satisfacía, y si otro "algo" tenía, lo tenía que joder, le tenía que joder.
Ay envidia mal sana que amargas más que el cancer, que dejas al alma pudrir. Desdicha ya la lleva en vida consigo, peor mal, difícil conseguir.
ESAS AVES
Todavía quedan alegrías por contar, silencios que guardar, sentimientos que negociar.
Sonrió como las putas.
Mejor olvidar.
Pronto llegará el calor, la última risa de quien es más cabrón.
Sin prisas, sin rencor, tan sólo satisfacción.
Y ya no se si reirán las putas, si lo harán de manera diferente o si sólo, llorarán su desdicha.
Carroña, quien envidia.
ADIOS
Me lo contó ayer un pájaro- carroñero en sus formas-
Porque lo hay, porque sabía que lo era, porque es su naturaleza.
La noria gira, las imágenes permanecen
Permanecerán.
UN DOMINGO CUALQUIERA
Me desperté con una resaca de impacto y sin tabaco, primer error. Bajé a comparar al bar y comer algo, segundo error. Comí dos veces, tercer error y como colofón, merendé y cené...
Empacho!!!- gritó un pobre crío apalizado por su madre-.
Sin duchar, con la cara de un muerto viviente y con pocas ganas de encontrar a nadie.
Pero la vida no es lo que quieres sino lo que es y, donde pensé no encontrar más de veinte personas, fueron 1500. Todos miraron mi rostro, los ojos saperos, mi pelo imposible.
Me escondí al fondo de la barra con el único propósito de pasar desapercibido- complicado por mi aspecto-. Nada más lejos de la realidad. Cuando salió mi bocadillo de tortilla de jamón ya me habían invitado a comer. El bocadillo ahí, frente a mí; Media barra de grueso pan ante mis ojos y una comida posterior que no sabría cómo ingerir.
En ello, la primera visita y luego, otra más. Todos venían a saludar al monstruo de bocadillo en mano.
Me recogieron viente minutos después. Ingerí lomo con pimientos verdes y ensalada. Mi panza ni se movía ya. Era un redondo duro y fijo donde rebotarían hasta el infinito mil bolas de billar.
Siesta apaciguadora y dos palmeras de chocolate para empezar.
Ya en casa propia, tumbado y sin poder respirar, un café con tostadas y mantequilla, nada más.
Aquí estoy, vivo y empachado, sin apenas respirar, todavía sin cagar.
¡¡¡Empacho!!!!- gritó de nuevo el pobre crío con bofetón y sin rechistar-.
AHÍ ESTÁS
He seguido a la madre y al niño del grito en regocijo. No se muy bien por qué, pero así ha sido. Peculiar ese crío, a la mínima soltaba una sandez y, la madre, bofetón que te crío.
El pobre a este paso va a llegar a casa más colorao que cuando me dijeron que parecía más alto afeitado.
Creo que habría oído mal...
Un viejiko paseaba con su bastón y en eso que... bueno, no es cuestión de contar todas mis desventuras.
Ahora mismo no para de llover. No es una lluvia pertinaz, pero tampoco es aconsejable pararse en medio de la calle porque, a lo tonto, acabas mojado de pies a cabeza. Así que, yo aquí, en mi cubículo, al resguardo de lo de fuera, al calor del pc esperando una sonrisa.
Llegará? Vendrá?
Regocijo- pensé-. Aquél crío tenía razón, quizá fuera masón, no sé.
Contraviniendo mis leyes, miré hacia escaparates y cielos grises cuando pasó un Cóndor planeando con la suavidad de sus manos. Me miró, guiñó el ojo y, sonriendo, desapareció volando.
Pobre niño colorao!
ESAS COSAS DE LA VIDA UN TANTO DE LOCURA
Es lo que tienen los pájaros en sí mismos. Sus picos, sus alas y sus propias reglas. Muy suyos por lo que veis.
Aún y todo, hay de todo- valga la redundancia-. Los hay convulsos e incluso solitarios. Y sí, carroñeros y esas cosas pero no iba por ahí...ya sabéis a lo que me refiero ya.
Democracia como la conocemos nosotros no, pero sus leyes tienen-sin articulado, todo queda al saber de la natura-
Al regocijo y al empredrado- gritaba un crío por la calle... Su madre tortazo que le ha dado por blasfemo-.
No venía a cuento semejante tortazo pero... !tampoco el recocijo¡
Mientras, a saber que hacían los uraños! Seguro que se escondían por su condición.
Qué locura la vida!
Al empedrado!
CLARIFICACIÓN
En el refugio de los pájaros hay de todo. Desde una pequeña sala de estar, deonde pían a su gusto, hasta comedor municipal, donde los pájaros malheridos o maltrechos comen cuanto pueden.
El siestero tiene su gracia; Se apilan todos unos a otros apoyando sus cuerpos en flotación. Ni almohadas ni paja, ni sábanas ni mantos que les cubran. Al fondo, una mosca entelarañada como divertimento a modo de televisión y, en la despensa, demás cosas de comer.
Para las noches de luna llena, donde la oscuridad domina el horizonte más próximo, recolectan con sus picos luciérnagas que iluminan la estancia abriendo una pequeña puerta por donde se cuela la luz de la tranquilidad.
Y todo esto lo se porque soy muy listo e investigo donde nadie mira.
NO VEIS?
Me incliné adelante y giré mi cuerpo en zig-zag. La postura no era agradable pero tampoco tenía nada mejor que hacer.
La llamada que prometí quedó en el olvido.
Casi todo quedaba en el olvido cuando pensaba en ciertas cosas.
Envolví mi cuerpo en sal y agua.
Cerré los ojos y vi su sonrisa perenne.
A cual me refiera ahora es todo el misterio que tengo, el resto no es tal, sino falta.
Con el cuerpo hacia atrás, sin el zigzagueo anterior.
Con mis ojos clavados en un cuadro.
Con el futuro espeso y el presente un tanto perdido.
LAS LLAMADAS
Me llamaron de madrugada. El sonido incesante de un teléfono ochentero martilleaba mis oídos sin parar.
-Diga?-
-Perdone, le he despertado?-
-Son las tres de la madrugada, claro que me ha despertado; dígame, con quien hablo?-
-Jode eh?-
Colgué y me metí en la cama con cara de idiota, con los ojos aún a medio abrir.
A los cinco minutos el teléfono volvió a sonar con fuerza.
-Diga?-
-Jajajajajaja jode eh?.-
Me emetí en la cama pensando en qué jodería más.
Creo que comprendí que era leer semejante estupidez.
Entonces pregunté- Jode eh?-
En el alféizar de la ventana, donde siempre, un pájaro reía conmigo.
AFILA - DOR
Impartía clases de algo en la universidad-Nunca se lo pregunté-.
El camión circulaba por la derecha; Ella, iluminada por el reflejo de una cisterna cromada, apenas veía más allá de dos pasos.El sonido de los pájaros acallaba el resto.
Me abalancé hacia ella apartándola de la muerte. Caí bajo las ruedas, apreté las dorsales, endurecí los abdominales.
El camión volcó a lo loco, como en las películas de vampiros.
Entonces ella me miró.
Mi cuerpo, entumecido, con el dibujo de las ruedas en mi rostro, la sangre en mis piernas.
-Gracias, no lo vi-
Cerré los ojos en muerte, el frío lo apagó la calidez de su sonrisa.
Acercó su mano creyendo cerrarlos para siempre.
Ya de noche, afilé los colmillos.
LO VERDE
Hoy no hay más que angustia en mi cuerpo.
Remediaría un corte de pelo el horror?
Condicionaba acaso mi pelo la angustia?
Hoy no hay más que angustia y pereza en mi cuerpo.
Dolor, pelo leonino y... angustia.
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