30 diciembre 2008

Capítulo 63

ADIOS 2008

Me despido de este año sin más palabra que el recuerdo.

Un recuerdo, una despedida especial, distinto a todos aquellos que había vivido antes.

Un recuerdo ante todo de personas, de persona.

Un recuerdo para siempre; un recuerdo de una noria llena de imágenes que nunca se olvidarán.

Un recuerdo triste, pero precioso.

Adiós año cabrón.

29 diciembre 2008

Capítulo 62

EL JINETE

No podía respirar.

No podía ni mirar.


Era un jinete sin caballo.


No podía escuchar y

menos, empaquetar

un fantasma.


Era un jinete sin caballo.


Fumar sí

y en ello estaba

!Cual satisfacción.¡


Un jinete sin caballo 

cabalgando,

sin cabalgar.

27 diciembre 2008

Capítulo 61

PERDIDA EN EL SUELO

Me quité los dientes y  los puse de manera irreal. Los colmillos atrás y delante las muelas. Un momento para el recuerdo sin duda.

Así, un tanto extraño, salí a recorrer las calles sonriendo al personal. Parecía que nadie se fijara, mas... al darme vuelta, todos reían en un sin cesar.

Entonces comprendí todo. La gente es así. Y por esto, aquello.

Volví entre risas valientes, adalid de la mofa, guardián del amor en silencio. ( poco sentido pero poético sin duda).

Puse mis dientes correctos ( anárquicos sin duda ). Pasé de un lado a otro como la rana cruza el río- de un salto- y corregí aquello que de niño miraron mal-las piernas-.

Y con un poco de esto y un poco de lo que no es mío, puse final a unos minutos entrascendentes para la vida humana.

Es cierto que cervatillos- no todos- parecieron palidecer por momentos y que, de aquella manera, se les notaba en el pelillo.

Mas tarde pensé en toda esta locura... no llegué a ninguna conclusión.

Lo dejé.

Una muela en el suelo...

Capítulo 60

EL AZAZAN

Los pajarikos, antes escondidos, amanecían imperturbables en el sillencio de una mañana vacía.

Yo, con el moreno subido y unos ojos verdes que hacían palidecer los toldos de Zarauz, intentaba dejar de bostezar. Me dispuse, como casi siempre, y escribí unas letras a un azazán cualquiera.

NOTA: quien no sepa el significado de azazán... lo mire en diccionario pues mi cultura es infinita y, el vocabulario, extenso.

Así pues, acolonié mi cuerpo con aromas y tras una cosa y otra, puse una canción.

Odetta cantaba a Dylan como los pájaros a sus pollos.

Dejé el bostezo para otra ocasión y, en mi cabeza ya no cabía más que una cerveza fría a mediodía.

El azazán y un colibrí, las alikas escondidas al ojo humano y la gaviota, un poco triste.

Navidad...

24 diciembre 2008

Capítulo 59

LA NOCHE

Y se escondieron los pájaros de la niebla y el frío. 

Y una noche buena más con el pater en fiebre.

Postrado en una cama con 38 y medio y, en la calle, menos 3.

Aquí estaba yo, como un solitario en trabajo funerario, como un grano de arena perdido en el desierto. 

Noche buena extraña esta vez. Acontecimientos inesperados, mas yo, imperturbable en la senda del olvido.

Disfrutaré de un aperitivo infinito esta mañana, disfrutaré de lo bueno para olvidar lo peor.ç

Y aquellos que tengan hijos pequeños que disfruten del momento y que olviden los nervios pues con cada sonrisa que te dan, se olvidan 100 penas.

Feliz Navidad!!!!

23 diciembre 2008

PEDAZO MARAVILLA



18 diciembre 2008

Capítulo 58

LA FOTO

Mereció la pensa pensar en ello.

Qué coño hacía yo contando pájaros? 

La historia es larga, como el por qué de mí.

Un individuo cualquiera pasó por delante de mis ojos sin percatarse de mi humilde presencia. Agazapado cual alimaña en un rincón sombrío, lo miraba a conciencia.

Un bocadillo en papel de regalo con un lazo  rojo. Unas maneras extrañas en su andar y unos ojos obstinados en contar- uno, dos, tres-.

-Por qué contaría pájaros?-

El individuo pasó de largo; se fue para no volver.

-Pelillos a la mar- me dije, no sin contrariedad.

Un individuo al que jamás ví antes, al que quizá jamás volviera a ver. 

En mi pared, una foto.

Capítulo 57

PIEDRAFITA

Lo miré con recelo.

Menguaba a cada mirada. 

Sin biscosidades sobresalientes.

Del mismo infierno. 

Un ojo, un pez, un atracador de la moralidad.

Sin palo que protegiera mi cuerpo.

-No vas a decir nada del tiempo?-

-Nada había cambiado, continuaba sin amanecer-

Apareció arrastrando su cuerpo como quien ignora el peligro de la muerte.

Un ojo, un pez, un atracador de la moralidad.

Entubado en piedrafita, me acerqué sigiloso por detrás.

Un pie, otro pie, la mano, otra mano, un codo, otro codo, la nariz y ...

-Y?-

-Muerte final-

-Ah!-

R.I.P.

16 diciembre 2008

Capítulo 56

ELEMENTAL

Volví a despertar tardío- mas con trabajo-.

Cuando llegué, el pater pensó que había racaído en mi estado febril.

No mentí; nada de ello había ocurrido sino que el sueño y, el oscuro amanecer, eran culpables de lo ocurrido.

Estado de nervios- sin saber por qué-.

No pasaban, permanecían.

El del moustache parecía un intocable y un pureta disimulado. Cual machote, repetía su hombría como si no se supieran sus principios más elementales.

Como el mono, su tarjeta de visita no dejaba de ser de lo más elemental.

En las calles, para quien no la viera, no pasaba nada- y casi nadie-.

Dentro, mi sóla presencia- el pater, desaparecido, desesperado-.

Y la mamika? 

A saber...

15 diciembre 2008

Capítulo 55

ADIOS; ADIOS

Siete patadas después. Con los tobillos marcados y el corazón en rojo, marcó el segundo.

Desperté tardío- algunos recordarán a pájaro de pico ralo-.

Ni sonreir pude. Ni la alegría del día anterior pudo hacer mueca en mí.

Podríamos decir que medio-desperté porque, despertar, creo que jamás desperté ayer.

Las emociones pudieron al resto, el resto carecía ya de importancia.

Primo volvió de st travesía, de tirado y con su moustache- cual delincuente-

Era hora ya de volver a trabajar... 

Lunes, de muerte, sin el frío...pero de mirada mortal.

12 diciembre 2008

BON NADAL

Con el andar de los gigantes de Pamplona a través de una fría calle de Reus. 

Con las zapatillas de un amigo.

Con la sonrisa y un bolsu sin conocer-mas la pasmina rosa, polvo ya tenía-

De lengua fácil, y sin pintar cual picaso, munisima ella, apareció a los mundos extrangeros, a los ojos de quienes todavía le querían.

Un pequeño esbozo de lo que pasó

Una pequeña muestra de lo que es.

Visca el Barça, visca la Jo!!!!

Petó!



11 diciembre 2008

Capítulo 54

LLEGUÉ ARRASTRANDOME


Vine con la sóla intención de escribir unos palabros; de refleajar en cuatro estrofas los padecimientos por los que estaba pasando. ¡LA FIEBRE.!

Así es. Tras dos días entre cama y sofá, el cuerpo entumecía por momentos. 
Los huesos chirrriaban y, los músculos, ya inexistentes, desaparecían entre el ruido del dolor.
Las ojeras, ya míticas ellas de por sí, aumentaban en su grado y forma. 
Los ojikos, verdes sin igual, permanecían con el brillo habitual- mas tristes- apuntó un personaje cualquiera.( léase el "mas tristes" sin acento en la a por favor).

En Palacio, las ropas se amontonaban en alboroto. Los vasos, sucios todos, merecían un lavado más que perezoso en mis circunstancias. 

Así pues, con estas circunstancias me encontraba cuando pensé:

- Lo que es estar mal eh!- 

Un pensamiento de lo más profundo; de esos que sólo llegan a la mente de uno ante el miedo a la muerte.

-Y si en realidad el frío que recorre mi cuerpo... es el de la mismísima muerte?-

Esperemos que así no sea... 

10 diciembre 2008

Capítulo 53

CON SU MOUTACHE

A la vez que la tos aumentaba en su fuerza, tanto como en la intensidad y flujo, mi cabeza recordaba pasajes de cuentos antiguos donde las princesas eran principales protagonistas de aconteceres románticos.

Me di cuenta de la continua iteración de la letra "p" en el párrafo anterior como si su presencia fuera presagio y augurio de un taco.

Miré afuera. Un abeto blanco iluminado por unas pequeñas bombillas adivinaban las Navidades.

Mi primo, lejos de aquí, allende los ojos no pueden llegar sino hasta el horizonte, navegaría con el moustache al viento. Cual pirata del antiguo; Sin loro, pero con bigote.

La dama ausente, como antaño.

La hogaza por buscar

El silencio, olvidado.

Miré allende los mares. Poco tardaría en su regreso. 

Con su moustache...

Capítulo 52

CAÍ

En la enfermedad caí.

La gripe, absurda ella, atacó mi cuerpo azotando con toda su prole de gérmenes un cuerpo hecho para el amor. 

Unos reirán por ello pero, ante la verdad de las cosas, no cabe disculpa alguna. 

Reconocí mi rostro frente al espejo. Era ojeroso, un tanto incierto y tristón.

Los huesos clamaban por su dolor, las caricias- ausentes- mortificarían mi piel.

En los humedales, fuera de una tienda en ruina, el frío acechaba en cada esquina.

Una pasmina negra alrededor de un cuello en tos. 

Volví en los escritos. Volví a la vida- en condena del enfermo-.

05 diciembre 2008

Capítulo 51

DE TENER BOCINA...

Despejé dudas a propósito de marejadas y hojarasca en tierra del diablo. Cautivé con profunda mirada al ángel de la guarda del mismo Satán. Tras rebuscar en bolsillos ajenos, encontré lo que complacería a cualquier hombre. 

Un tercer suspiro, profundo cual abismo, retorció el último botón. 

El resto... Lo saben bien aquellos que lo vieron.

Di vuelta como recién llegado a tierra extraña. A mi derecha, un frigorífico volaba por los aires. Dentro, un avestruz disecada con el pico al revés. Las plumas, al lado, en tuper cerrado.

La bella dama, aún desnuda, rió sin causa aparente.

Giré mi vista cuando un camión atropelló su desnudez tiñendo en rojo la oscuridad del momento.

Sin bocina.

04 diciembre 2008

capítulo 50

EL ULTIMO SUSPIRO

Busqué un tercer suspiro.

Me cogió de la mano con sus dedos arrastrándome hacia un rincón.

Mi corazón palpitaba tan fuerte que parecía llamaran a la puerta 

Mis piernas se estremecían.

Le seguí como el condenado a su verdugo. La cabeza gacha, el sonrojo de la vergüenza, el miedo a lo desconocido, el placer de una muerte dulce.

En la oscuridad, bajo el frío de una calle húmeda, suspiré por primera vez.

Me miró a los ojos, suspiré por segunda vez.

Me besó la boca...

Encontré un tercer suspiro...

Capítulo 49

DOS SUSPIROS Y UN ARROZ

Sin mirar estadísticas que nublaran mi razón; haciendo caso omiso, evitando así, la ansiedad de un escrito mal parido, recorrí los aspectos más oscuros de mi vida.

Me gustaba el arroz. Pero a pocos y, de vez en cuando.Eso sí, cuando comía... acababa con sartén entera. Tambíen es verdad que, entre txipirones en su tinta y el arroz... eh? eh?.

Oscuridades que tiene uno- que las hay-.

Moustache... me lo pensé de nuevo. 

"Quizá"... ese palabro que tanto gusto y apoyo me da.

Apareció de pronto, como camisa recién regalada. Inició su aproximación con contoneo discreto y exhaló un primer suspiro. Al mirarle a los ojos, comprendí que quedaría lejos de mi alcance. 

Dos botones apenas de una blusa en blanco. 

Con el segundo suspiro... tan sólo quedó uno.

Miré a un lado, miré al otro

Miré al centro y...

-¿Y?-

Capítulo 48

CUAL PURETA

Dejé lo absurdo para centrarme en lo coherente.

Prendí- como dicen los puretas- un cigarro y me dispuse.

-A qué-

-¡Dios lo sabe!- contesté oportunamente.

-Entiendo-

-Sabes?, Igual me dejo moustache, como mi primo-

-Jodo!-

-No se. Ayer hice una prueba-

-Y?-

-Un bochorno...-

-Por eso lo digo-

-El qué-

-Dios lo sabe!-

Apagué el cigarro y, me dispuse de nuevo.

02 diciembre 2008

Capítulo 47

EL ABANDONO



Intuyendo, acaso por un absurdo, que mis escritos fluían como la espuma de una bañera atomizada en sales, decidí proseguir en el estudio de los humanos. 
Los había " in love" y quienes lo estuvieron. 
Los sesudos, los complacientes, los inconformistas, y los reprochadores. 

-Los había sí, eran malos, como diablillos en un monte cubierto de paja ajena.-

Miré a un cielo iluminado por sonrisas anteriores, por guiños de un hombro erotizado por los dioses, por unas piernas acaso enmascaradoras de un rostro casi perfecto.

Las consecuencias del abandono al que me estaba sometiendo centrifugaban en mi cabeza miles de letras estampadas en un escrito de lo más absurdo. 

-¡Sal de ahí y cuelga el teléfono por Dios!

Tendría k darle de nuevo al play...



Capítulo 46

LOS LADOS OSCUROS DE LA MENTE



Mientras esperaba sus respuestas escribía sin cesar. Un escrito sin mayor exceso que el aburrimiento de la espera.
Decía que trabajaba.; decía que no podía ir más rápido, pero entonces? cómo era yo capaz de escribir y leer a la vez que ella trabajaba? Acaso era mi lado femenino?

Las respuestas se demoraban en el tiempo. Mis dedos cada vez eran más rápidos; mis acentos perfectos, mis labios... secos.
 
Me encendí un cigarro- los puretas lo prenderían-. Miré la pantalla, una respuesta más, de lo más corta... seguí escribiendo.

En la radio hablaban desde Sarajevo; en mis escritos, el vacío de cuando poco ocurre.

Recordé su sueño, sus ojos y perdoné el olvido.


Capítulo 45

DE MENTIRAS Y SUEÑOS


Encendí lo que todavía quedaba en el recuerdo. Di al play y dejé que corriera la música.
Con apenas tres golpes me puse a cantar, con dos más quizá me tomara una cerveza.

Medio día; nadie más, tan sólo el cartero y yo.
Padre desesperaba al otro lado de la calle, madre no había llegado y, la gaviotika, hacía tiempo que había marchado.

Tuve respuesta- con la consiguiente angustia-.

Tenía los pies congelados. Las zapatillas eran negras de cordones anaranjados. 
Los ojos puestos en una pantalla, la mente pensando en ella... 

Play... Mi mayor problema era el menor; el menor quizá fuera el mayor- aunque también es posible que me mintiera-




Capítulo 44

LA LLAMADA

Víspera de un día de fiesta insulso para aquellos a los que la economía no acompaña. Un sin saber qué hacer, un sin más ni más, una pereza como palabro perfecto que lo acompañe.

-si por lo menos nevara...- dijo uno.

-Quién lo dijo?- A saber, quizá la esperzanza, quizá nadie más había presente.

El gris se mezclaba con el agua y, ésta, con el frío. Encebollado en ropa, a refugio del exterior, con los dedos en un teclado negro de teclas altas y voz callada.

Encontraría una excusa para sonreir; encontraría ese camino oscuro.

Tocaron el timbre de la puerta. Sería un cliente? Sonreiría de nuevo?

-el cartero-.

Habrá que esperar...