27 febrero 2009

Capitulo 107

FELIZ?

Predijeron lluvias para el mañana pero hoy era un día hermoso.

El sol comenzaba a calentar los cuerpos, las niñas en su afán por enseñar sus hombros, descotaban un poco sus cuerpos, mi sonrisa, perdida hace tiempo en el olvido, regresó como si pájaro fuera, volando.

Con las rosas en los pies y un vaquero, con la camisa oscura y ya sin pañuelo.

Alrededor de los bares se agolpaban gentes de todo tipo, viejas y niños, estupendas y feas, madres y viudas con sus martinis, hombres importantes como yo con su cerveza y... pájaros de ojos oscuros ávidos de pan y miés.

Carlo continuaba a lo suyo, despistado, moviendo el brazo; Yo, esperando la foto, paciente, sin más nervios que los que recorrían mi cuerpo.

Hoy aperitivo, lo merece.

26 febrero 2009

Capítulo 107

LA PRUEBA

En la oscuridad de un fondo de imágenes en blanco y negro:

-Carlo-

-Qué-

-Nada, era por saber si estabas ahí-

-Ah, pues sí estoy, en el rincón, como ausente-

-Mueve un brazo!-

-Para qué-

-Es una prueba, nada más-

-Ya, lo estoy moviendo-

-Jjajajajajajjaja qué tonto eres, me haces caso a todo-

-jajajajjajajajajjajajajaj si que lo soy sí, en fin, ruborizado estoy. Parecía un idiota en soledad moviendo un brazo. Los de aquí me miraban raro como diciendo- qué hace ese ahora? le picara el sobaco?-

-Jajajajajjajajaja era una prueba; sabía que lo harías-

En el escritorio, junto a una tenue luz de mariscal, una chica reía a carcajadas recordando la idiotez.

Carlo, enrojecido por la circunstancia... no paraba de reir con una risa enloquecida, entre el rubor y la vergüenza.

-Jajajajajajajaja- reía sin poder parar su vergüenza, la idiotez de un momento ante todos.

En la oscuridad, un fondo de imágenes que comenzaba a brillar.

Capítulo 106

UN HOMBRE IMPORTANTE; Otro, afortunado.

Ella hacia el otoño, yo buscando la primavera.

La caída de las ojas, el florecer de éstas; las primeras lluvias, los primeros rayos.

Unos ojos, una sonrisa para el recuerdo de cuando no esté, así se despidió.

Yo, como un hombre importante...

Platón, qué cabrón, sabría que iba a pasar a la historia por el amor asociado a lo imposible? Adónde querría llegar?

Y ese culito? 

-El de Platón?-

-No hombre no!. Además, era una pregunta retórica-

-Ah, es que como de pronto sueltas eso del culo cuando no venía a cuento...-

-En mi mente sí, en mi imaginación, también-

-vale , vale, sigue-

-Decía- y ese culito?.Impresionó por detrás antes que su sonrisa.

-Tan hermosa era?-

-No lo sabes bien amigo mío; tan sólo recuerdo una como esa. Distinta, quizá no tan preciosa pero... igual de dulce.-

-Uffff-

-Lo dejaremos aquí...-

-Y el afortunado?-

-Lo dejaremos para otra ocasión-

25 febrero 2009

Capítulo 105

ESOS PIES TRAICIONEROS

Los pies lo arrastraron hacia el acantilado del viejo faro.

No había flores, ni vidrieras de colores; no había rasgos de felicidad, ni muecas, ni dolor; no había más que un horizonte, una frontera entre la vida y la muerte; una linea difuminada por cientos de colores que la escondían a los ojos de un cuerpo vacío.

En la cocina, un plato vacío, un café frío, una mujer que esperaba.

El viento azotaba con fuerza; la gabardina guardaba el viento, volaba con él en ceremonia final. Un sombrero en vuelo hacia el más allá, en caída libre, ligero hacia el fondo de un abismo finito. Los brazos desplegados, los pies todavía firmes enraizados a la tierra húmeda.

Recogió el plato vacío, dejó el café  sobre una mesa empapada en lágrimas.

Voló hacia el más allá con la conciencia tranquila; con la emoción del precipitar, con el pesar de lo vivido, con la pausa de ver toda una vida reflejada en un instante.

En la cocina, una mujer lloraba de negro junto a miles de brazos que la guardaban.

Una taza de café de más, siempre fría, fría por siempre.

Capítulo 104

GUANTANAMERA

-Instrucción, instrucción-

-Qué?-

-Nada,. pensaba en vacío-

-Estas un poco raro. Esos ojos?-

-Verdes, como siempre-

-No, me refiero al carisma, lo han perdido; están ausentes, vacíos-

-Bueno, digamos que no salimos de una para entrar en otra-

-Así que es el reflejo del alma?-

-Son mis ojos; no se si serán reflejo de algo que apenas sabes si posees o no-

-Es que no se trara de poseer sino de tener-

-Filosofas ahora?-

-No es eso, es la instrucción-

-Qué?-

-No ves?, no captas nada-

En el entro de la sala, un pájaro miraba como absorto por la conversación.

24 febrero 2009

Capítulo 103

SIN SABER 

Y mira que busqué por debajo de las puertas, bajo los medidores del agua e incluso bajo la cama. 

Había desaparecido como por arte de magia. 

Ningún rastro, ninguna esperanza, se esfumó bajo algo, sin saber a ciencia cierta nada más.

Un pelo aquí, un monton de polvo allá. 

Afeitado de nuevo, con lo que ello conllevaba, arrodillado en busca de algo todavía por descubrir.

Porque cuando no sabes lo que buscas... es complicado encontrarlo.

Busqué de nuevo; encontré unas alas, una gaviota que me sonreía y a veces me desesperaba, y dos calcetines agujereados de distinto color.

Nada de aquello parecía tener sentido, nada de aquello parecía ser lo que buscaba.

Pero entonces, qué era?

Vi mi rostro frente al espejo- ¡qué cara de mamón tienes hijo!- y me pinté unos pelos en la cara. 

20 febrero 2009

Capítulo 102

FANTASÍAS DEL PASADO

En la rinconera de un lugar que ni vale la pena describir por ser tan sólo una fantasía, apareció por sorpresa Pájaro de pico ralo.

Sí, el olvidado, aquél que pareció morir en el incendio de nunca acabar. 

Estaba desplumado, con apenas dos ojos y el pico chamuscado. Las patas, ausentes; arrastraba su cuerpo como bien podía. Era triste verlo así cuando en el recuerdo asemejaba un pavo real.

Lo llamé por su nombre, me miró, dos lágrimas cayeron de sus ojos negros.

Pregunté por Padre Prior, por Sor Monja y todos aquellos personajes que me acompañaron antaño en mis escritos novelescos. 

-Todos han muerto- respondió.

Lo tomé en mis brazos y lo abracé como si de mi amada se tratara.

De sus alas, cayeron dos plumas, las últimas.

Una vez en el suelo, desperté de una fantasía;  una de las muchas que aún guardo en el recuerdo... 

Capítulo 101

EL VACÍO

Entonces miré mi bolsillo; Vacío, ni una moneda que saciara mi sed.

Busqué donde pudiera haber, la respuesta fue negativa. 

Otro cigarrilllo calmaría mi desgracia.

A media hora de comer, de cerrar, de una venta imposible.

Mi médico surcaría ríos y valles lejos de mi repentina enfermedad.

Con o sin pluma

Con sonrisa puesta

Fea,

pero maravillosa a la vez.

Quién curaría mi dolor?

Quién saciaría mi sed?

Entonces llegó mi peque-sobri con una sonrisa en su cara y me dijo:

-Hola Kakan-

19 febrero 2009

Capítulo 100

PALABROS EN EL OLVIDO

Dulcificado, mortificado también por la noche.

Sin cenar, que en mi caso no es grave, pero con la hambruna de la mañana retorciendo mi estómago.

-Es que tienes que cenar-

-¡Sabiondo!-

Tras ese palabro que hacía infinitos momentos  no había vuelto a escuchar y, menos a escribir, partí cual león a por un pincho de tortilla de patata.

-No ves? Si cenaras...-

Cogí un cuchillo y maté al personaje fantasma.-Realmente, me estaba cargando con sus comentarios-.

Una vez acuchillado y muerto, comí otro pincho con gran alborozo.

De nuevo me dije... -alborozo, ese palabro-.

Hubo otros.. "a la sazón" uno de ellos.

18 febrero 2009

Capítulo 99

JODER!

Brillaba el sol por la mañana...eso decían quienes veían. Yo, en la oscuridad de unos ojos vacíos, apenas notaba su calor. 

Chocaba con puertas cerradas, con asignaturas pendientes, sin un bastón que recogiera mi caída.

Allende las olas rompían, donde el crepúsculo era tan maravilloso como las palabras que  lo describían. Sin ver, sin rozar con los dedos arrancados por la desesperanza.

Me senté frente a lo poco que me quedaba, con la mirada perdida en un infinito oscuro, con un libro en mis manos que explicara lo imperceptible.

El romper de las olas cada vez se hizo más profundo, más cercano. 

Abracé el libro que sostenía como única visión y me adentré al mar...

17 febrero 2009

Capítulo 98

EL AGUADOR

Me decidí por fin a fregar el suelo de la tienda; el de fuera, unos 2 metros cuadrados.

Ya casi no recordaba su color original -¡¡¡era de mármol!!!!- Tras la primera sorpresa, la satisfacción de verlo limpio inundó mi cuerpo.

Entonces pensé que, si me duchara, el efecto podría ser el mismo o... parecido.

Lo decidí en esos mismos instantes, esa noche, cuando el sol se pusiera tras los tejados de la vieja ciudad, metería mi cuerpo en agua enjabonando con fuerza cada centímetro de mi oscura piel.

Sería en realidad negro? O acaso falta de agua y jabón?

Las preguntas me asaltaban, las angustias y los picores también. 

En el cielo, un buen amigo recién llegado, sonreía por no llorar. No me pude despedir de él; nunca imaginé que cuando salió de aquí por última vez, sería por siempre.

Tras el impas del momento, comencé a escribir unas palabras...

16 febrero 2009

Capítulo 97

ORACIONES de no rezar

Los corazones del mapa comenzaban a inundar la página. Pronto inundarían todo un espectro visual.

La tarde se estaba haciendo exasperante para apenas haber comenzado; En las calles no corría ni el viento, todo iba despacio, hasta los perros parecían ir para atrás intimidados por la soledad de una ciudad en fases de destrucción.

Aquí, en mi cubículo, aburrido, con la sonrisa olvidada, con los ojos perdidos en la nada, en fotos ajenas, esperando quien me la devolviera.

Capítulo 96

EN LOS CIELOS

LLegué como todos esos lunes de agonía- pero con sol-; tras dos meses sin reconocer su redondez en lo alto del firmamento, apareció. Era como lo recordaba, amarillo.

Cierto es que no calentaba como en la Cordoba argentina. Cierto es que no caían desprendidas de mi cuerpo las gotas de sudor que imaginaba, pero ahí estaba en lo alto, junto a una imaginación perversa.

Esperé sin pluma, con teclado no más, la llegada de imágenes antes nunca imaginadas.

Miré allá donde tan sólo quien escribe tiene acceso. Miré de nuevo. 

Entonces... aluciné

13 febrero 2009

UN CAPRICHO

Me puse tierno un viernes? 

Fue todo un escándalo...




Capítulo 95

DOLOR Y LOCURA

Me habría vuleto loco? 

La espalda me martirizaba como antaño; el dolor, insoportable por momentos, entristecía mi mirada.

Sin productos que calmaran la agonía, miré unas fotos que aliviaran por los menos el pensamiento.

Quizá el alcohol fuera el mejor remedio, las sonrisas quedaban muy lejanas.

Volví a mis pensamientos...me habría vuelto loco?

Quizá tan sólo fuera una muestra de atrevimiento, quizá la locura no fuera la respuesta, la pregunta adecuada.

Dejé correr los pensamientos... 

11 febrero 2009

Capítulo 94

UNA PROMESA

Me prometió una foto emplumada.  

Dicen que era de Cordoba; dicen que era la más bella del lugar.

Dicen que los hombres enfermaban con placer y que, si la muerte era su ventura, sus ojos y su sonrisa, su última aventura.

Dicen quienes la conocieron, que los había bastante mentirosos y fingían desmayos por doquier.Era entontecs cuando ella acercaba su cuerpo y que, con tan sólo un soplo de su mirada y un boca a boca peculiar, resucitaba a aquellos medio muertos, mentirosos sin igual.

No fui de quellos que parecían morír por placer, ni de los que murieron con placer. Tan sólo imaginaba cual de ellos me hubiera gustado ser.

Dicen, que los fines de semana partía a bello lugar.

Dicen los que la vieron, antes de desmayar, que recorría a caballo verdes praderas, ríos profundos, montañas y cielos celestes con camiseta de tirantes y pantaloncito corto nada más.

La imaginé con la salpicadura de mil gotas de agua.

La imaginé...me desmayé.

10 febrero 2009

Capítulo 94

EL BAILE

Con tan sólo una canción y un baile, el primer abrazo. 

El resto, duró lo que duró.

Ya en el olvido, permanece en mi presente.

Angel sin alas, las puso en mi vida, en mi recuerdo.

El resto, pasión y, a falta de paciencia, un adiós.

Capítulo 93

LA CASA

Esa noche estuvo lloviendo a conciencia así que, los pájaros, durmieron como juntos, pero en mojado.

Las casas, con sus nidos taponados por desaprensivos, no eran ya refugio y, los bancos de la plaza tampoco resguardaban lo suficiente.

Así pues, cuando me encaminé al trabajo, los veía estornudar-pff,pfff-.

Recogí, cual Padre Prior, unas cajas de cartón maltrechas por el viento de la noche y las dispuse de tal manera que si jaulas fueran, las más hermosas serían.

Corrieron a saltos hacia ellas como posesos sin nada y cobijaron sus pequeños cuerpos al resguardo de su nueva morada.

Sin papeles, sin resguardo.

09 febrero 2009

Capítulo 92

EL SUEÑO

Iban al libre albedrío, como locos y en punta. 

Dientes, dientes

Su boca contenía.

*De cuentos de ayer y hoy.Kakan.2009

Capítulo 91

EL SOL 

Como había salido el sol, los pájaros andaban de lo más despistado.

Se miraban entre ellos y juntaban los picos en besos de amor pajaril. Aleteaban las alas en extraños movimientos de celo y volaban en bucles imposibles, en picados de muerte.

Los olmos se despojaron de la nieve y el hayedo, el hayedo...

-San Dios- dijo uno...

-Por qué?-

-No se, pero lo dijo y, yo lo pongo-

-Por tus ojos quizá?- 

-Todo puede ser, la verdad es que lo de mis ojos hoy tiene su aquel-

-Quién iba a decir que son verdes ¿eh?-

-Cierto es, siendo cierto-

Dejé las disquisiciones e imaginé un anuncio; nada tenía que ver, pero es lo que hice sin más sentido que la locura repentina.

Un elefante, dos amigos; Un- ya te digo- un -aibalé- 

Complicado para el imaginario escrito mas, en mi mente, todo cuadraba a la perfección.

-San Dios- se escuchó de nuevo.

-Ya no pregunto más-

-Mejor, carecería de sentido-

-Y respuesta-

Capítulo 90- sí-.

VISITANTES ANÓNIMOS

Me gusté un rato y me fui a dormir. 

Ya de día, no me gusté; habría sido un sueño? 

No, no quiero salir a la calle con este rostro, no quiero encontrar personas de buena cara mirando mis ojos; No puedo sorportar miradas furtivas, comentarios en cautiverio, silencios incómodos a mi espaldas- en plural, que son muy grandes-.

¿Ladearía la cabeza para satisfacer a quien el Santo me dijo?. Incapaz de ladear, agaché la cabeza acelerando el paso para llegar cuanto antes a cubículo laboral sin ser visto.

La mañana, sin ser fresca, lo era; algo era, eso desde luego.

Caminé y, ya en refugio, descansé en paz. Sin más mirada que la de un padre tampoco por la labor de hacer más. 

Palafrugell, Gavá, Madrid... extraños visitantes que sin conocer aparecían por sorpresa en un mundo un tanto extraño.

Les di las gracias en el silencio de una mente cansada, absorbida quizá por el alcohol...

06 febrero 2009

Capítulo 89- aunque joda....

HAZLO LADEADO

Y se escuchó decir... ! Santo Dios¡

Y yo lo afirmé con la cabeza ladeada.

05 febrero 2009

Capítulo 88

CINCO MINUTOS

Me dijo que de sus ojos me enamoraría; Pero lo hice de su sonrisa.
Me dijo que eso era porque no le había mirado a los ojos; Pero cinco minutos no dieron para más.
Se bajó del coche, me dio dos besos, se los di y marchó.

Ya no la he vuelto a ver- si no es en donde el mundo reniega-.
Tras cuatro años, aquí seguimos, riéndonos al otro lado de una pantalla blanca y una foto.
Cuatro años que son muchos para haber estado tan sólo cinco minutos juntos.

Desde entonces imagino su sonrisa
Sus ojos al despertar,

EL LOBO

- Auuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu- aullaba el lobo...

Las ovejas...

-Auuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu-aullaba el lobo...

No hay ovejas...

La coherencia... siempre ella...

04 febrero 2009

DEDICADO

Ni rastro del frío y la nieve que habían pronosticado. La ciudad, vacía de almas en pena, despertaba con un sol nunca anunciado.
Nos encaminábamos hacia una primavera todavía demasiado lejana. 

Me senté con el firme propósito de escribir unas líneas que no fueran sino la base de un proyecto nuevo. Repasé los capítulos anteriores; La palabra " coherencia" sobrevino sin más aspaviento que una media sonrisa reflejada en un rostro todavía hinchado. 

Encaminé entonces mi escrito hacia lo más inusual, la pereza.
Sin saber por qué, un palabro como "coherencia" regresó a mi conciencia.

Comencé asi:
-María, te imagino enfundada en pantalon pijamero, camiseta y canguro. Con las gafas de aire intelectual, tus hijos y un porro.

Pude haber continuado sino fuera por la entrada repentina de una pereza común un lunes resaquero.
Me hice preguntas que se perderían en el viento.
Continué, batallando contra lo común, para proseguir en silencio:

Sentada en taburete móvil, rodado en sus patas, con las piernas cruzadas y el café humeando sobre la repisa que soportaba el ordenador.
Un sorbo, una calada y la caricia sobre la frente al retirar de nuevo su cabello. 

Concluiría acaso poniendo número al capítulo, a la coherencia, a la pereza.
Concluiría acaso sin número, sin coherencia, sin pereza...

Capítulo 87

MASACRADOS

Recogí sus cenizas del suelo
Las paredes no eran sino reflejo y recuerdo de lo ocurrido.
Cuadros de dolor, hendiduras de muerte.

Un niño, una madre y una tetera hirviendo.
Imágenes confusas, arrodillado, sin miedo.
Los diablos engullidos por el dolor
enfrentados a los misterios de una vida pobre
raída por el tiempo.

En tiempos donde la vida y la muerte dependían de un dedo
donde la mancha roja de la sangre recorría algo más que las propias venas

Partí el día de los difuntos con una espada atravesada
con el dolor de quien por cobardía escurrió su cuerpo bajo la almohada 
del ciego que no quiere ver, del enfermo en agonía.

Los prados teñian de negro mis pasos
Las piedras se apartaban del camino.
La brisa se convirtió en vino
el vino, en pecado divino.

En tiempos donde la vida y la muerte dependían de un gatillo
Donde la mancha roja de la sangre recorría algo más que las propias venas.

Encontré el amor 
Donde tan sólo con angustia y muerte antes había vivido.
Donde los números son sólo un recuerdo y 
el 666 mi destino.


Capítulo 86

LUZ 

Nació en brazos de una madre de sonrisa perfecta
murió sin oirme decir palabra,
sin oir mis pasos recorrer el pasillo 
en brazos de la muerte la dejé sóla y asustada
sin oir mis plegarias, sin mis manos en su regazo,.

Mi padre me crió como bien pudo
sin descanso, sin más dinero que lo que debía
con el amor perdido en el silencio de una noche de tormenta.

Es viejo ya, sin poder apenas andar
Todavía con su amor reflejado en los ojos.

Ahora, cada día le llevo el desayuno y él me sonríe 
Me dice que soy igual que ella, que jamás pierda esa sonrisa que me regaló en su lecho de muerte
Que con tan sólo verla le recuerdo a ella, que le alivia la tristeza
" te lo regaló ella cuado te vio nacer".

Cuando apago la luz de la habitación el reflejo de una vela ilumina un viejo marco con una foto de ella.
El recuerdo frío y único de la mujer que me vio nacer y murió.
El recuerdo de un viejo con el ansia de morir con ella.

Es viejo ya, con la visión de su amor reflejado en sus ojos...

En la oscuridad de una nueva noche de tormenta,
tras llevarle la cena mi padre ha cogido mi mano.
Con los ojos iluminados y una sonrisa me ha dicho adiós.

Apagaré por última vez la luz, 
dejaré que la vela ilumine su camino por fin.
 le dejaré marchar con el amor reflejado en sus ojos.

Capítulo 85

CEMENTERIOS DEL PASADO

Caminaba sin saber muy bien adonde
Por el pasado de nuestra vida
mientras los pajaros entonaban sus canciones de primavera
En la oscuridad de la ciudad los borrachos reprimian sus penas en alcohol.


Caminaba por cementerios escondidos bajo tierra
de los muertos que hicieron crecer esta tierra a base de odio y miseria
de pena y gloria.
 Las cruces enterradas bajo tierra por un pasado en el olvido.

Dime si aun me quieres porque sin ti no es lo mismo
recorrere estos caminos mientras pueda verte caminar por los senderos que surcamos 
De los sueños sin cumplir

Nuestros vidas se desviaron hacia un abismo 
Las copas alimentaban tu falta, mis manos respondían temblorosas
mis recuerdos alimentados por el miedo a perderte 
por una copa de más, por un final mejor

Dime si aún me quieres porque sin ti no puedo
recorrere estos caminos mientras pueda verte caminar por los senderos que surcamos
De los sueños sin cumplir

Con una copa delante y un luminoso enfrente pidiendote perdón.
Cumplamos los sueños de cuando nos quisimos
Deja que aparte esta desgracia por siempre


Dime si aún me quieres
Dime si aún me quieres
Recorreré estos caminos mientras pueda verte

Capítulo 84

PASADO

Si te acercas a mí espero que sea en silencio
En la oscuridad de la noche, de una luz apagada
de un susurro.

Porque si te viera acercar de frente no podría mirar esos ojos que intimidaron mi sonrisa
porque si te viera llegar de frente no podría sino besar tus labios 

Porque te quiero, te quiero y te quiero.

Si se te ocurriera escribirme una carta, no la perfumes
Si se te ocurriera llamarme no espero más que el silencio de tus palabras,
un suspiro

Porque si escuchara de nuevo la voz que despertaba mi amor
porque si escuchara al otro lado tu corazón

Porque te quiero, te quiero y te quiero.

Todavía sueño con despertar a tu lado
En la oscuridad de una habitación vacía
En la soledad de una noche sin estrellas

Te espero cada día
porque, te quiero, te quiero, te quiero

Capítulo 83

CALCETINADO

Era un tipo de aires chulapos- pero sin gorra-
Era un tipo de los duros-si no seboso-
Un tipo diferente, de tres pelos y bigote profundo.
Se hacía llamar Conrado- mas mentía-

Pantalones prietos y funda en los dientes. 
Ojos negros y profundos.
Zapato mocasín y calcetín de Dominguín.
Chulapo y sucio, macarra de postín.

De lunes perdidos y martes también
Los miércoles ceniza y misa
Los jueves de cerveza y puta.

Con mujer de almax tomar 
de pechos perfectos al suelo
Piernas robustas- si no obtusas-.

Un tipo putero y raro
Sin más que hacer que joder
sin más propósito de enmienda
sin más placer que el mal.

Murió en brazos del diabo que aconsejó su muerte
En brazos del que le dio vida infame
y peor razón que la muerte en vida.

"Conrado muere en penitencia falsa que al infierno irás"
"Conrado falso y mentiroso"
"Conrado caminaba  al foso"

Capítulo 82

SEROSO

Estaba sentada frente al gran ventanal del salón con el café aún humeante en mis manos. La lluvia azotaba con fuerza la cristalera de una galería previa a un jardín qoqueto, nada extravagante. Mis pensamientos discurrian entre la nada y el paisaje.

Las nubes cubrían un cielo multicolor de tonos oscuros; predonminaban los grises y negros con toques morados que enfatizaban la fuerza de la tormenta. Los árboles se retorcían como personas en cólico; sus ramas silvaban y las ojas desprendidas, creaban bucles y ondas propias del mejor peluquero.

El humo de un cigarro recién encendido surcaba mi cuerpo mientras mis pies se movían al ritmo romántico de un Elvis cantando My Way.

Sentada, con la mirada perdida en el tiempo, en la oscuridad de una mañana imposible, sonó el timbre; una vez, dos. Ensimismada en la nada, mis oídos parecían no querer oir sino mis propios pensamientos; a la tercera, me levanté.


El cartero, un chaval que no tendría más de 23, con media melena y piel de naranja extendió su mano 
-Imagino que será la señora...-
-Sí, dame lo que tengas y márchate-.
Se quedó ruborizado, humilde, empapado por la lluvia impenitente que caía sobre su frágil cuerpo.


Era el telegrama de un muerto; las últimas palabras de recuerdo de un padre desde el cielo.
El muchacho miró mis ojos- siento las malas noticias señora-.
Sin mirar,le acerqué un dolar - señora, no es necesario-


Aquella desfachatez inundó de ira mi cuerpo.Machaqué sin cesar a aquel mocoso repugnante hasta que cayó al suelo y, ya en él, lo arrastré hasta el recibidor donde, con un palo de golf y una hacha del pasado, descuarticé su cuerpo en partes iguales.
Recogí el dolar en sangre y de patada certera rematé lo comenzado.

A través de un craneo abierto, un líquido seroso se abría paso hacia la libertad...

Capítulo 81

HOLA Y ADIOS

Más allá de lo que mis ojos pudieran ver, sin escalas en lo todavía intrascendente, yacía el cuerpo de una mujer desnuda en sangre.

El cabello recogido en un moño inusual, las piernas en posición extrema y, de las muñecas, una cinta roja anudada al cuello.

Los árboles flanqueaban la residencia de norte a sur, de hola y adiós.
La brisa de la mañana refrescaba la incapacidad de mis poros por sacudir la humedad reinante. Un pañuelo, un recuerdo.

Retiré la cinta de un cuello veinteañero, pálido, frío y muerto. Alrededor, el estigma de la muerte en un tono entre morado y grana. En sus ojos, el dolor de un puñal atravesando su cuerpo.
Desaté las muñecas, cerré sus ojos y apagué la luz.

Luces azules inundaban los techos y paredes de la casa creando un torbellino de sombras y sonidos estridentes que mis oídos aplacaban en respetuoso silencio.
El forense, como en las películas, hacía chistes fáciles sobre el cadaver; El resto, reía sus gracias entre muecas y anotaciones.

Cogí la sierra y corté su pierna en vivo. La mostré al resto y pregunté si eso también les hacía reir. 
El forense calló al suelo en grito, con sus manos en un mar de sangre intentando en vano evitar lo ya inevitable.
Nadie reía ya; sus ojos miraban mi mano en sierra temerosos de ser el siguiente.
Dejé caer la sierra al suelo, besé por última vez el rostro pálido de la mujer que amé y, me precipité por el camino que iba de norte a sur, de hola y... adiós.

A medida que avanzaba, los sonidos del olvido volvían a mí como recuerdos del sueño que viví. Escuché las sirenas, los gritos de dolor, el percutor de las pistolas, el silvar de las balas tras de mí.
Caí al suelo de rodillas, mirando al cielo, a un nuevo horizonte que descubrir.

La brisa se llevó el resto, un pañuelo, un recuerdo y el último adiós.