03 mayo 2007

capítulo 11

CONSIDERACIONES



El alba iluminaba los tejados de la ciudad.
Padre Prior en viaje y Sor Monja con sus manos extendidas hacia el cielo por tercer día.
Gallo de pico ralo dormía -a su modo - y el hijo del bibliotecario salía a hurtadillas de la hija de Don Alfonso - de ella sí -.

Su mirada embajadora de paz, amor y belleza… de nombre Elena.

Don Alfonso era gordo y alcalde - era como dos -. Vestía a su manera -pantalones bombachos y chaleco rojizo - y apenas conservaba una hija como pasado - por futuro un retoño de ella con el hijo del bibliotecario -.
Pobre de espíritu y de buenas maneras, carecía de buen juicio en momentos de incertidumbre.
Alfonsina era de una delgadez suprema y de pechos diabólicos; Rubia de cabello y blanca de tez, apenas hablaba.

Padre Prior marchito por el frío un 18 de agosto. Padre Prior, Padre Prior.

El poblado tenía por nombre El Nómine de Dío.
Pueblo de facinerosos, piratas del jubileo y demás calaña -pueblo ateo -.
La posada, de madera carcomida por los vientos del este, exhumaba hedores variopintos. Vino, cerveza y demás licores se entremezclaban con personajes harapientos de bajeza moral infinita.

Padre Prior buscando cobijo
Padre Prior bajo cualquier cobertizo.

Es hora ya de considerar los acontecimientos. Padre Prior en viaje, Pájaro de pico sobrevolando en un ir y venir, los grises y fríos cielos de agosto.
Sor Monja extendiendo sus manos al cielo mientras el bibliotecario apilaba notas en forma cruciforme y su hijo se beneficiaba a la hija del alcalde - Alfonsina de nombre -.

Elena, princesa de las hermosas, danza clásica en su andar.

Consideraciones al tercer día…

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