03 mayo 2007

capítulo 12

ALFONSINA




De delgadez extrema y pechos diabólicos.
La mirada turbaba a quien la viera pasar.
Cabellera rubia color oro
Más bien rizado, como tornado al pasar.

De nombre Alfonsina y apellido sin comprobar.
Jamás conoció a madre que le diera de mamar.
Recuerdos tan solo de los pechos
Pues al igual que ella, eran de alucinar.

Alfonsina, Alfonsina a todo el mundo hace llorar


La timidez arrancada de cuajo
Por hijo del bibliotecario al fornicar
La dulzura de otro tiempo
Perdida en un abrir y cerrar.

Alfonsina, Alfonsina deja ya de fornicar.

De sus ojos azules poco indicar
Dada su majestad
De sus lágrimas ríos profundos
De los ríos tan solo un pesar
Sin madre conocida y padre peculiar
Tan solo el apellido queda adivinar.

Alfonsina, Alfonsina deja ya de llorar.


Su delgadez enreda al transeúnte al pasar
Por sus pechos ello no ocurrirá.
Mírala a los ojos pues sus pechos
mirando al cielo están.

Alfonsina, Alfonsina la muerte la paz te dará.

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