05 febrero 2009

Capítulo 88

CINCO MINUTOS

Me dijo que de sus ojos me enamoraría; Pero lo hice de su sonrisa.
Me dijo que eso era porque no le había mirado a los ojos; Pero cinco minutos no dieron para más.
Se bajó del coche, me dio dos besos, se los di y marchó.

Ya no la he vuelto a ver- si no es en donde el mundo reniega-.
Tras cuatro años, aquí seguimos, riéndonos al otro lado de una pantalla blanca y una foto.
Cuatro años que son muchos para haber estado tan sólo cinco minutos juntos.

Desde entonces imagino su sonrisa
Sus ojos al despertar,

EL LOBO

- Auuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu- aullaba el lobo...

Las ovejas...

-Auuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu-aullaba el lobo...

No hay ovejas...

La coherencia... siempre ella...

04 febrero 2009

DEDICADO

Ni rastro del frío y la nieve que habían pronosticado. La ciudad, vacía de almas en pena, despertaba con un sol nunca anunciado.
Nos encaminábamos hacia una primavera todavía demasiado lejana. 

Me senté con el firme propósito de escribir unas líneas que no fueran sino la base de un proyecto nuevo. Repasé los capítulos anteriores; La palabra " coherencia" sobrevino sin más aspaviento que una media sonrisa reflejada en un rostro todavía hinchado. 

Encaminé entonces mi escrito hacia lo más inusual, la pereza.
Sin saber por qué, un palabro como "coherencia" regresó a mi conciencia.

Comencé asi:
-María, te imagino enfundada en pantalon pijamero, camiseta y canguro. Con las gafas de aire intelectual, tus hijos y un porro.

Pude haber continuado sino fuera por la entrada repentina de una pereza común un lunes resaquero.
Me hice preguntas que se perderían en el viento.
Continué, batallando contra lo común, para proseguir en silencio:

Sentada en taburete móvil, rodado en sus patas, con las piernas cruzadas y el café humeando sobre la repisa que soportaba el ordenador.
Un sorbo, una calada y la caricia sobre la frente al retirar de nuevo su cabello. 

Concluiría acaso poniendo número al capítulo, a la coherencia, a la pereza.
Concluiría acaso sin número, sin coherencia, sin pereza...

Capítulo 87

MASACRADOS

Recogí sus cenizas del suelo
Las paredes no eran sino reflejo y recuerdo de lo ocurrido.
Cuadros de dolor, hendiduras de muerte.

Un niño, una madre y una tetera hirviendo.
Imágenes confusas, arrodillado, sin miedo.
Los diablos engullidos por el dolor
enfrentados a los misterios de una vida pobre
raída por el tiempo.

En tiempos donde la vida y la muerte dependían de un dedo
donde la mancha roja de la sangre recorría algo más que las propias venas

Partí el día de los difuntos con una espada atravesada
con el dolor de quien por cobardía escurrió su cuerpo bajo la almohada 
del ciego que no quiere ver, del enfermo en agonía.

Los prados teñian de negro mis pasos
Las piedras se apartaban del camino.
La brisa se convirtió en vino
el vino, en pecado divino.

En tiempos donde la vida y la muerte dependían de un gatillo
Donde la mancha roja de la sangre recorría algo más que las propias venas.

Encontré el amor 
Donde tan sólo con angustia y muerte antes había vivido.
Donde los números son sólo un recuerdo y 
el 666 mi destino.


Capítulo 86

LUZ 

Nació en brazos de una madre de sonrisa perfecta
murió sin oirme decir palabra,
sin oir mis pasos recorrer el pasillo 
en brazos de la muerte la dejé sóla y asustada
sin oir mis plegarias, sin mis manos en su regazo,.

Mi padre me crió como bien pudo
sin descanso, sin más dinero que lo que debía
con el amor perdido en el silencio de una noche de tormenta.

Es viejo ya, sin poder apenas andar
Todavía con su amor reflejado en los ojos.

Ahora, cada día le llevo el desayuno y él me sonríe 
Me dice que soy igual que ella, que jamás pierda esa sonrisa que me regaló en su lecho de muerte
Que con tan sólo verla le recuerdo a ella, que le alivia la tristeza
" te lo regaló ella cuado te vio nacer".

Cuando apago la luz de la habitación el reflejo de una vela ilumina un viejo marco con una foto de ella.
El recuerdo frío y único de la mujer que me vio nacer y murió.
El recuerdo de un viejo con el ansia de morir con ella.

Es viejo ya, con la visión de su amor reflejado en sus ojos...

En la oscuridad de una nueva noche de tormenta,
tras llevarle la cena mi padre ha cogido mi mano.
Con los ojos iluminados y una sonrisa me ha dicho adiós.

Apagaré por última vez la luz, 
dejaré que la vela ilumine su camino por fin.
 le dejaré marchar con el amor reflejado en sus ojos.

Capítulo 85

CEMENTERIOS DEL PASADO

Caminaba sin saber muy bien adonde
Por el pasado de nuestra vida
mientras los pajaros entonaban sus canciones de primavera
En la oscuridad de la ciudad los borrachos reprimian sus penas en alcohol.


Caminaba por cementerios escondidos bajo tierra
de los muertos que hicieron crecer esta tierra a base de odio y miseria
de pena y gloria.
 Las cruces enterradas bajo tierra por un pasado en el olvido.

Dime si aun me quieres porque sin ti no es lo mismo
recorrere estos caminos mientras pueda verte caminar por los senderos que surcamos 
De los sueños sin cumplir

Nuestros vidas se desviaron hacia un abismo 
Las copas alimentaban tu falta, mis manos respondían temblorosas
mis recuerdos alimentados por el miedo a perderte 
por una copa de más, por un final mejor

Dime si aún me quieres porque sin ti no puedo
recorrere estos caminos mientras pueda verte caminar por los senderos que surcamos
De los sueños sin cumplir

Con una copa delante y un luminoso enfrente pidiendote perdón.
Cumplamos los sueños de cuando nos quisimos
Deja que aparte esta desgracia por siempre


Dime si aún me quieres
Dime si aún me quieres
Recorreré estos caminos mientras pueda verte

Capítulo 84

PASADO

Si te acercas a mí espero que sea en silencio
En la oscuridad de la noche, de una luz apagada
de un susurro.

Porque si te viera acercar de frente no podría mirar esos ojos que intimidaron mi sonrisa
porque si te viera llegar de frente no podría sino besar tus labios 

Porque te quiero, te quiero y te quiero.

Si se te ocurriera escribirme una carta, no la perfumes
Si se te ocurriera llamarme no espero más que el silencio de tus palabras,
un suspiro

Porque si escuchara de nuevo la voz que despertaba mi amor
porque si escuchara al otro lado tu corazón

Porque te quiero, te quiero y te quiero.

Todavía sueño con despertar a tu lado
En la oscuridad de una habitación vacía
En la soledad de una noche sin estrellas

Te espero cada día
porque, te quiero, te quiero, te quiero

Capítulo 83

CALCETINADO

Era un tipo de aires chulapos- pero sin gorra-
Era un tipo de los duros-si no seboso-
Un tipo diferente, de tres pelos y bigote profundo.
Se hacía llamar Conrado- mas mentía-

Pantalones prietos y funda en los dientes. 
Ojos negros y profundos.
Zapato mocasín y calcetín de Dominguín.
Chulapo y sucio, macarra de postín.

De lunes perdidos y martes también
Los miércoles ceniza y misa
Los jueves de cerveza y puta.

Con mujer de almax tomar 
de pechos perfectos al suelo
Piernas robustas- si no obtusas-.

Un tipo putero y raro
Sin más que hacer que joder
sin más propósito de enmienda
sin más placer que el mal.

Murió en brazos del diabo que aconsejó su muerte
En brazos del que le dio vida infame
y peor razón que la muerte en vida.

"Conrado muere en penitencia falsa que al infierno irás"
"Conrado falso y mentiroso"
"Conrado caminaba  al foso"

Capítulo 82

SEROSO

Estaba sentada frente al gran ventanal del salón con el café aún humeante en mis manos. La lluvia azotaba con fuerza la cristalera de una galería previa a un jardín qoqueto, nada extravagante. Mis pensamientos discurrian entre la nada y el paisaje.

Las nubes cubrían un cielo multicolor de tonos oscuros; predonminaban los grises y negros con toques morados que enfatizaban la fuerza de la tormenta. Los árboles se retorcían como personas en cólico; sus ramas silvaban y las ojas desprendidas, creaban bucles y ondas propias del mejor peluquero.

El humo de un cigarro recién encendido surcaba mi cuerpo mientras mis pies se movían al ritmo romántico de un Elvis cantando My Way.

Sentada, con la mirada perdida en el tiempo, en la oscuridad de una mañana imposible, sonó el timbre; una vez, dos. Ensimismada en la nada, mis oídos parecían no querer oir sino mis propios pensamientos; a la tercera, me levanté.


El cartero, un chaval que no tendría más de 23, con media melena y piel de naranja extendió su mano 
-Imagino que será la señora...-
-Sí, dame lo que tengas y márchate-.
Se quedó ruborizado, humilde, empapado por la lluvia impenitente que caía sobre su frágil cuerpo.


Era el telegrama de un muerto; las últimas palabras de recuerdo de un padre desde el cielo.
El muchacho miró mis ojos- siento las malas noticias señora-.
Sin mirar,le acerqué un dolar - señora, no es necesario-


Aquella desfachatez inundó de ira mi cuerpo.Machaqué sin cesar a aquel mocoso repugnante hasta que cayó al suelo y, ya en él, lo arrastré hasta el recibidor donde, con un palo de golf y una hacha del pasado, descuarticé su cuerpo en partes iguales.
Recogí el dolar en sangre y de patada certera rematé lo comenzado.

A través de un craneo abierto, un líquido seroso se abría paso hacia la libertad...

Capítulo 81

HOLA Y ADIOS

Más allá de lo que mis ojos pudieran ver, sin escalas en lo todavía intrascendente, yacía el cuerpo de una mujer desnuda en sangre.

El cabello recogido en un moño inusual, las piernas en posición extrema y, de las muñecas, una cinta roja anudada al cuello.

Los árboles flanqueaban la residencia de norte a sur, de hola y adiós.
La brisa de la mañana refrescaba la incapacidad de mis poros por sacudir la humedad reinante. Un pañuelo, un recuerdo.

Retiré la cinta de un cuello veinteañero, pálido, frío y muerto. Alrededor, el estigma de la muerte en un tono entre morado y grana. En sus ojos, el dolor de un puñal atravesando su cuerpo.
Desaté las muñecas, cerré sus ojos y apagué la luz.

Luces azules inundaban los techos y paredes de la casa creando un torbellino de sombras y sonidos estridentes que mis oídos aplacaban en respetuoso silencio.
El forense, como en las películas, hacía chistes fáciles sobre el cadaver; El resto, reía sus gracias entre muecas y anotaciones.

Cogí la sierra y corté su pierna en vivo. La mostré al resto y pregunté si eso también les hacía reir. 
El forense calló al suelo en grito, con sus manos en un mar de sangre intentando en vano evitar lo ya inevitable.
Nadie reía ya; sus ojos miraban mi mano en sierra temerosos de ser el siguiente.
Dejé caer la sierra al suelo, besé por última vez el rostro pálido de la mujer que amé y, me precipité por el camino que iba de norte a sur, de hola y... adiós.

A medida que avanzaba, los sonidos del olvido volvían a mí como recuerdos del sueño que viví. Escuché las sirenas, los gritos de dolor, el percutor de las pistolas, el silvar de las balas tras de mí.
Caí al suelo de rodillas, mirando al cielo, a un nuevo horizonte que descubrir.

La brisa se llevó el resto, un pañuelo, un recuerdo y el último adiós.


28 enero 2009

Capítulo 80

HINCHAZON

Accedí por respeto y sin lágrimas en los ojos. Me encontraba bien sin saber muy bien por qué. 

Así que dispuse mis manos, mis dedos y la razón y escribí sin parar en página en blanco.

Nada ocurría, nada digno, nada de nada. 

El por qué nadie lo sabe. Pero me puse a régimen. Extraño es por ello sin duda mi buen humor. El agua me mataba; entristecía mi corazón y apagaba mi sonrisa pero esta vez algo había cambiado y, no era yo.

Sin apenas pan que meterme a la boca, sin leche, mas con agua.-Pubret- dijo uno...

Hasta cuando perdurará esta hinchazón?

Beberé agua hasta el viernes que ya no es cuestión.

Agua fría para un cuerpo ardiente... me quema, me mata.

27 enero 2009

Capítulo 79

LLUVIA INCESANTE

¿Pero quíen me leía desde Madrid? Una pregunta por ahora sin respuesta que intrigaba mis pensamientos.

De nuevo la lluvia en un sin cesar. Mis ojos hinchados cual globos de agua y, el cliente fantasma, sin dar signos depresencia, de nada.

Febrero por delante, llamada pendiente. 

-Vaya día eh-

-Uffff-

-Uffff qué-

-Pues eso, que asqueroso-

-Pues dí eso, no me seas tan onomatopeyico-

-Es por ahorrar palabras-

-Ya-

En la calle tan sólo se escuchaba el goteo interminable de la lluvia al caer. Apenas tres incómodos paseantes y sus paraguas negros. 

Sin nada más que contar desde el aburrimiento sombrío de una mañana intempestiva, me limité a preguntar de nuevo.

-Pero quién me lee desde Madrid?-

Inquietante...

26 enero 2009

Capítulo 78

QUIEN

Lunes de hiel.

Miré con los ojos hacia la nada. Un transeúnte con andares plomizos se acercaba por mi derecha. Me miró como diciendo...- pijo-.

Caminé por la misma senda unos minutos... caminé.

En la barra, un amigo me ponía un café, los periódicos intactos todavía, mis pies fríos, el alma quieta.

Unos copos de nieve llamaron mi atención-Imprevisible Pamplona.-

Vitoria en blanco, como mi mente. 

Lunes de hiel.

24 enero 2009

Capítulo 77

SABA..... DO

Los vientos eran huracanados, dos muertos ya.

La reiena del supermercado como compañía, en canción, nada más.

Encerrado a resguardo de un tiempo bastante cabrón.

Iluminado por los alcoholes del ayer todavía presentes en vena y mente.

Embriagado por la hermosura de la vida ( cursilada ).

Jodido- por qué no decirlo-.

Cual huracán, sin miedo a la muerte del desdichado.

I love, love, love, love...

Los puntos suspensivos... 3, no más

Nunca más.

23 enero 2009

Capítulo 76

QUE ESCANDALO

Pati.

Mujer prohibida, mujer de otro.

Esperanza de calentón matinal y mañanero.

Reventaba braguetas por las calles, se tocaba en sus andares, masturbaba con la mirada.

Pati, mujer prohibida, mujer de otro.

Con las botas negras, altas hasta las rodillas y zapato de puta fina.

Con el escote transparente, con los senos en punta.

Pati, mujer prohibida, mujer de otro.

Sin saberlo mataba, a conciencia remataba.

Con sus piernas nudos de amor, con mi pistola, sin dolor.

Mujer de otro...mujer prohibida.

22 enero 2009

Capítulo 76

LA  REINA DEL SUPERMERCADO

Hace tiempo de esto ya. Sería verano cuando una amiga me dijo que con saber mirar se encuentran. Que las puedes encontrar en todas partes, incluso en un supermercado. Que son tus propios ojos los que te hacen ver, los que te ciegan, los que aceptan o... desprecian.

No seré yo quien diga que la he encontrado, quien siquiera la haya visto allí. No seré yo quien la haya escrito pero, escrita está Iranzu.

Y es por ello que te dedico este capítulo. Por lo que me dijiste, por la verdad o la falsedad de tus palabras inocentes. Por lo que pueda ser, o no ser. Por a quien a muchos kilómetros de aquí haya inspirado sin razón aparente, sin liesson cierta.

Te prometo que continuaré.

No buscaré pero, prometo tener los ojos abiertos por si  encuentro a esa reina del supermercado con el pelo tapado por una gorra que no impide ver la belleza de su sonrisa, de su alma, de su amor.

Que suene pues...



Capítulo 75

PALABROS

La idiosincrasia:

Palabro donde los haya. Feo, complicado, mal-sonante, lo tiene todo. Y es que no todo es belleza en la palabra; las hay feas, muy feas, como ésta. 

El significado es lo de menos en este caso. Qué más da lo que quiera decir! Es más, puntualizando este último aspecto. Os imaginais idiosincrasia como palabro para identificar algo precioso? Nunca. 

Ejemplos contrarios tenemos en "pezón".

Tosco, recio, contundente, angustioso incluso diría.

Combinemos pues los dos:

-La idiosincrasia del pezón-. Algún significado? El que le queramos dar, es cierto. Combina bien? Por lo menos es una frase " graciosa".

Con ello quiero decir que un palabro suelto puede sonar peor que acompañado de otro igual de tosco. 

Cosas de la literatura.

Reflexiones...

21 enero 2009

Capítulo 74

SUEÑO 2

Continuará lloviendo por meses. Continuará el frío invierno recorriendo mis venas, sacudiendo mis ojos, mi rostro carbonizado, anaranjado.

Continuará.

Percepciones, olvidos, razones, diablos del pasado, ángeles aún presentes. 

Desperté de un sueño para meterme en otro. 

Donde queda la primavera pasada sino ya en el olvido?

En una falsedad pues, no habrá olvido del pasado, sino el querer tenerlo olvidado.

Siempre hay tiempo para el pasado-casi más que para un futuro todavía por escribir-. Tan lejano, tan cercano, tan extraño, tan atemporal.

Sin vivir del pasado, sin olvidarlo, jamás.

Porque los sueños no pertenecen al pasado, al presente o al futuro. 

Los sueños, sueños son, no más.

Capítulo 73

SUEÑO

Ya no se me abrían ni los ojos. El sueño atenazaba mis dedos. No podía apenas con la mirada. 

La vejez.

Todavía soñaba con aceites sobre su cuerpo, su sonrisa bajo una lumbre apenas perceptible, sus manos en mi pelo, mis manos en su cuerpo. 

La tiranía del deseo.

Aún sueño porque el sueño no es más que una esperanza incierta. Porque hay que soñar con algo y prefiero sea con ello.

Su eterna sonrisa.

19 enero 2009

Capítulo 72

DIA DE PAGO

Como bien dijo mi madre un día... " mi hijo llegó empalmado ayer". Pobre, quería decir de empalmada. Ni que decir tiene que las miradas de los presentes fueron directas al paquete. 

-Acaso pensarían que permanecería todavía empalmado?.-

Bien, pues esta vez la verdad es que podía haber aparecido de empalmada, y empalmado.

-No descubriré nada.-

Así pues, tras una primera noche donde metí la pata como quien aparece en misa ajena, partimos a Donosti( barrio a las afueras de Pamplona con mar y barandao ).

Junto a mí, el pobre Carlos. ( vaya fin de semana le dí). Frente a mí, Jorge y Ana. ( también me sufrieron).

Las vistas no estaban mal; el barrio en cuestión tenía su gracia; con el mar, las gaviotas sobrevolando el azul de un cielo perfecto y hasta una montañita de nada en medio para poner un faro de esos que avisan a los barcos. Lo dicho, normalito pero coqueto, como yo- comparación perfecta-.

No recuerdo si reí o no.-Tampoco hablé mucho. Como buen conversador, creo recordar que callé y escuché, añadiento muy de vez en cuando una opinión más o menos acertada.

Tras unos breves aplausos por mis acertadas opiniones y a mi locuacidad casi divina, partimos a tomar una copa a lugar de escasa importancia; de techos altos y, parlantes de extraño idioma, me hice entender en lengua recién aprendida.

De vuelta, diciendo sin pena adiós a aquel curioso barrio de barandao blanco y paseo un tanto insulso, pues tan sólo mar se veía, llegamos a la vieja Pamplona, centro y bastión con kiosko precioso en medio de plaza sin igual.

Un breve paso por casa, hotel achampanado y bañera-según fuere el caso- llegamos a cenar. Para entonces y, por causas que todavía no acierto a entender, Carlos se había sentado en punta opuesta a mi asiento. Saludé en la distancia y me volví a preguntar la razón de ello.

La cena fue aburrida, muy aburrida. Anécdotas sin gracia de un Don Juan Franco sublime.

El corroncho, el i'm a salilor, el pareo...todas y cada una de ellas contadas sin pausa.

Mis lágrimas caían con la fuerza de un oleaje. De Carlos, nada sabía.

La camarera, incapaz de apuntar y escuchar a la vez-y menos responder- deseperó mi tranquilidad casi angelical.

Pagué de nuevo la cuenta y... marchamos.

14 enero 2009

Capítulo 71

DEJADO AL VIENTO

Una vez fuera, al lado de la serrería, un poco más adentro, junto al escudo de armas y,  más abajo de la cochera principal, cercana a la iglesia junto al pozo de los deseos, otro objeto de lo más extraño.

-Sigo quedandome estupefacto. Mira esto.-

-Pues qué le ves-

-Ah, esto también te parecerá común no?-

-Ayyyyyyyy pobret. No veo más que una posible anomalía-

-Sí sí anomalía... no te jode!-

Avanzaron de aquí jusqua-la ( francesismo). 

Tras un minuto, uno de ellos, el pobret dijo- lo dejaré aquí-

Partieron sin decir más. 

13 enero 2009

Capítul0 70

INCREIBLE

-Cantidad de cosas hay por aquí eh-

-Es lo que tienen estos lugares-

-A veces despistan. ¡Hay tantas y tantas cosas!-

-Bueno, la cuestión es verlas despacio, no azorarse-

-¿Has visto esto?. Es de lo más raro-

-Sí, pero tampoco le he dado mayor importancia-

-Pues a mí me parece raro-

-¡Tú que eres un tanto sorpresivo!-

-Claro, como no lo has visto tú primero...-

Dejó el beso en el suelo y salieron de la cochera como si nada...

-El beso?-

-¡Ves como era raro!-

-Mas bien... increíble.-

Capítulo 69

LO NUNCA VISTO

-Pausa- es lo único que dijo.

-Increíble- 

-De ahí el título- 

12 enero 2009

Capítulo 68

Y EN ESAS QUE...

Pues sí, ya era lunes de nuevo y algo nuevo en mi cuerpo.Un grano, un puto grano que no hacía más que joder un poco más el día.

Además de ello, nada nuevo, sólo el grano, sificiente era, puedo asegurarlo.

Entonces me acordé de Tamudo- la única persona que me ha jodido tanto los últimos años hasta la llegada de este grano-.

Tamudo, para quien no lo sepa, es un jugador del Español. Feo, muy feo y encima jodedor habitual de mi vida.

Si por lo menos estuviera al arriba...el grano digo.

Fin sí, no seguiré por hoy.

Ah, recuerdos Nerea...que pensaba que ya te había perdido de lectora.

Cuando podré decir adiós al nuevo inquilino?

08 enero 2009

Capítulo 67

LA CLAVE DE TODO

-Aparentemente-

-Es lo que decía yo, sólo es apariencia-

-Según lo mires. Si acaso de ladín tengas tu razón-

-Y de frente, mírala bien-

-Ummmmmm me haces dudar-

-Como la canción?-

-No, la canción me espanta. Si es caso cambio hasta el palabro-

-Pobres Panchos!. Si te oyera tu padre!-

-Pero no lo oye; está plácidamente sentado en su butaca,con su periódico y su amargura-

-Pubret!-

-Ahora en catalán hablas?-

-Es lo que tiene ser como yo-

-Robador embusteril-

-¡Al arriba, al arriba!

07 enero 2009

Capítulo 66

MENSAJE Y CUENTO

-Al arriba, al arriba!- 

Era él, Carlo, que con toda verdad gritaba en un mensaje de esos que tanto gusta tener.

La respuesta no se podía hacer esperar.

-Aibalalé, aibalalé- contesté con la razón del erudito.

Al fondo, imaginé un elefante que se aproximaba a galope hacia nosotros con aires desavenidos.

-Aibalalé, aibalalé- me apresuré a decir de nuevo.

Había que verlo venir!. Con esos colmillos y ese trote topón y veloz.

La noche; la magia del ser o no ser...

Reí.

 

03 enero 2009

Capítulo 65

MAMONACEO

Me decían que me afeitara sí; Pero ¿Y la cara de mamón que se me quedaba al hacerlo? 

Me cagué en todo por hacer caso a quien no llevaba mi cuerpo o, por lo menos, mi cabeza.

Aquí estaba, sentado en una butaca esperando un cliente que nuca acababa de llegar y, además, con cara de mamón.

Empecé a creer, incluso, que una cosa guardaba relación con la otra.

Además, cagar no había cagado, y eso perjudicaba con mucho mi rostro. Y no porque mi cara se asemeje a una mierda, lo cual dudo, sino por circunstancias adyacentes a ello.

Así pues, comencé una mañana de lo más jodida.

Cagándome y con cara de mamón.

Viva la vida!!!

02 enero 2009

Capítulo 64

2009

Israél mataba, Palestina aguantaba. 

Mis ojeras en perpetuo, mis pestañas a su antojo.

Miré de un lado a otro sin más placer que mirar.

Con la paz que unos no tenían, sin el hambre de los que la padecían.

Sin el frío de los sin techo, sin la pena del que despide a un muerto.

Miré de nuevo.

Un año nuevo.

30 diciembre 2008

Capítulo 63

ADIOS 2008

Me despido de este año sin más palabra que el recuerdo.

Un recuerdo, una despedida especial, distinto a todos aquellos que había vivido antes.

Un recuerdo ante todo de personas, de persona.

Un recuerdo para siempre; un recuerdo de una noria llena de imágenes que nunca se olvidarán.

Un recuerdo triste, pero precioso.

Adiós año cabrón.

29 diciembre 2008

Capítulo 62

EL JINETE

No podía respirar.

No podía ni mirar.


Era un jinete sin caballo.


No podía escuchar y

menos, empaquetar

un fantasma.


Era un jinete sin caballo.


Fumar sí

y en ello estaba

!Cual satisfacción.¡


Un jinete sin caballo 

cabalgando,

sin cabalgar.

27 diciembre 2008

Capítulo 61

PERDIDA EN EL SUELO

Me quité los dientes y  los puse de manera irreal. Los colmillos atrás y delante las muelas. Un momento para el recuerdo sin duda.

Así, un tanto extraño, salí a recorrer las calles sonriendo al personal. Parecía que nadie se fijara, mas... al darme vuelta, todos reían en un sin cesar.

Entonces comprendí todo. La gente es así. Y por esto, aquello.

Volví entre risas valientes, adalid de la mofa, guardián del amor en silencio. ( poco sentido pero poético sin duda).

Puse mis dientes correctos ( anárquicos sin duda ). Pasé de un lado a otro como la rana cruza el río- de un salto- y corregí aquello que de niño miraron mal-las piernas-.

Y con un poco de esto y un poco de lo que no es mío, puse final a unos minutos entrascendentes para la vida humana.

Es cierto que cervatillos- no todos- parecieron palidecer por momentos y que, de aquella manera, se les notaba en el pelillo.

Mas tarde pensé en toda esta locura... no llegué a ninguna conclusión.

Lo dejé.

Una muela en el suelo...

Capítulo 60

EL AZAZAN

Los pajarikos, antes escondidos, amanecían imperturbables en el sillencio de una mañana vacía.

Yo, con el moreno subido y unos ojos verdes que hacían palidecer los toldos de Zarauz, intentaba dejar de bostezar. Me dispuse, como casi siempre, y escribí unas letras a un azazán cualquiera.

NOTA: quien no sepa el significado de azazán... lo mire en diccionario pues mi cultura es infinita y, el vocabulario, extenso.

Así pues, acolonié mi cuerpo con aromas y tras una cosa y otra, puse una canción.

Odetta cantaba a Dylan como los pájaros a sus pollos.

Dejé el bostezo para otra ocasión y, en mi cabeza ya no cabía más que una cerveza fría a mediodía.

El azazán y un colibrí, las alikas escondidas al ojo humano y la gaviota, un poco triste.

Navidad...

24 diciembre 2008

Capítulo 59

LA NOCHE

Y se escondieron los pájaros de la niebla y el frío. 

Y una noche buena más con el pater en fiebre.

Postrado en una cama con 38 y medio y, en la calle, menos 3.

Aquí estaba yo, como un solitario en trabajo funerario, como un grano de arena perdido en el desierto. 

Noche buena extraña esta vez. Acontecimientos inesperados, mas yo, imperturbable en la senda del olvido.

Disfrutaré de un aperitivo infinito esta mañana, disfrutaré de lo bueno para olvidar lo peor.ç

Y aquellos que tengan hijos pequeños que disfruten del momento y que olviden los nervios pues con cada sonrisa que te dan, se olvidan 100 penas.

Feliz Navidad!!!!

23 diciembre 2008

PEDAZO MARAVILLA



18 diciembre 2008

Capítulo 58

LA FOTO

Mereció la pensa pensar en ello.

Qué coño hacía yo contando pájaros? 

La historia es larga, como el por qué de mí.

Un individuo cualquiera pasó por delante de mis ojos sin percatarse de mi humilde presencia. Agazapado cual alimaña en un rincón sombrío, lo miraba a conciencia.

Un bocadillo en papel de regalo con un lazo  rojo. Unas maneras extrañas en su andar y unos ojos obstinados en contar- uno, dos, tres-.

-Por qué contaría pájaros?-

El individuo pasó de largo; se fue para no volver.

-Pelillos a la mar- me dije, no sin contrariedad.

Un individuo al que jamás ví antes, al que quizá jamás volviera a ver. 

En mi pared, una foto.

Capítulo 57

PIEDRAFITA

Lo miré con recelo.

Menguaba a cada mirada. 

Sin biscosidades sobresalientes.

Del mismo infierno. 

Un ojo, un pez, un atracador de la moralidad.

Sin palo que protegiera mi cuerpo.

-No vas a decir nada del tiempo?-

-Nada había cambiado, continuaba sin amanecer-

Apareció arrastrando su cuerpo como quien ignora el peligro de la muerte.

Un ojo, un pez, un atracador de la moralidad.

Entubado en piedrafita, me acerqué sigiloso por detrás.

Un pie, otro pie, la mano, otra mano, un codo, otro codo, la nariz y ...

-Y?-

-Muerte final-

-Ah!-

R.I.P.

16 diciembre 2008

Capítulo 56

ELEMENTAL

Volví a despertar tardío- mas con trabajo-.

Cuando llegué, el pater pensó que había racaído en mi estado febril.

No mentí; nada de ello había ocurrido sino que el sueño y, el oscuro amanecer, eran culpables de lo ocurrido.

Estado de nervios- sin saber por qué-.

No pasaban, permanecían.

El del moustache parecía un intocable y un pureta disimulado. Cual machote, repetía su hombría como si no se supieran sus principios más elementales.

Como el mono, su tarjeta de visita no dejaba de ser de lo más elemental.

En las calles, para quien no la viera, no pasaba nada- y casi nadie-.

Dentro, mi sóla presencia- el pater, desaparecido, desesperado-.

Y la mamika? 

A saber...

15 diciembre 2008

Capítulo 55

ADIOS; ADIOS

Siete patadas después. Con los tobillos marcados y el corazón en rojo, marcó el segundo.

Desperté tardío- algunos recordarán a pájaro de pico ralo-.

Ni sonreir pude. Ni la alegría del día anterior pudo hacer mueca en mí.

Podríamos decir que medio-desperté porque, despertar, creo que jamás desperté ayer.

Las emociones pudieron al resto, el resto carecía ya de importancia.

Primo volvió de st travesía, de tirado y con su moustache- cual delincuente-

Era hora ya de volver a trabajar... 

Lunes, de muerte, sin el frío...pero de mirada mortal.

12 diciembre 2008

BON NADAL

Con el andar de los gigantes de Pamplona a través de una fría calle de Reus. 

Con las zapatillas de un amigo.

Con la sonrisa y un bolsu sin conocer-mas la pasmina rosa, polvo ya tenía-

De lengua fácil, y sin pintar cual picaso, munisima ella, apareció a los mundos extrangeros, a los ojos de quienes todavía le querían.

Un pequeño esbozo de lo que pasó

Una pequeña muestra de lo que es.

Visca el Barça, visca la Jo!!!!

Petó!



11 diciembre 2008

Capítulo 54

LLEGUÉ ARRASTRANDOME


Vine con la sóla intención de escribir unos palabros; de refleajar en cuatro estrofas los padecimientos por los que estaba pasando. ¡LA FIEBRE.!

Así es. Tras dos días entre cama y sofá, el cuerpo entumecía por momentos. 
Los huesos chirrriaban y, los músculos, ya inexistentes, desaparecían entre el ruido del dolor.
Las ojeras, ya míticas ellas de por sí, aumentaban en su grado y forma. 
Los ojikos, verdes sin igual, permanecían con el brillo habitual- mas tristes- apuntó un personaje cualquiera.( léase el "mas tristes" sin acento en la a por favor).

En Palacio, las ropas se amontonaban en alboroto. Los vasos, sucios todos, merecían un lavado más que perezoso en mis circunstancias. 

Así pues, con estas circunstancias me encontraba cuando pensé:

- Lo que es estar mal eh!- 

Un pensamiento de lo más profundo; de esos que sólo llegan a la mente de uno ante el miedo a la muerte.

-Y si en realidad el frío que recorre mi cuerpo... es el de la mismísima muerte?-

Esperemos que así no sea... 

10 diciembre 2008

Capítulo 53

CON SU MOUTACHE

A la vez que la tos aumentaba en su fuerza, tanto como en la intensidad y flujo, mi cabeza recordaba pasajes de cuentos antiguos donde las princesas eran principales protagonistas de aconteceres románticos.

Me di cuenta de la continua iteración de la letra "p" en el párrafo anterior como si su presencia fuera presagio y augurio de un taco.

Miré afuera. Un abeto blanco iluminado por unas pequeñas bombillas adivinaban las Navidades.

Mi primo, lejos de aquí, allende los ojos no pueden llegar sino hasta el horizonte, navegaría con el moustache al viento. Cual pirata del antiguo; Sin loro, pero con bigote.

La dama ausente, como antaño.

La hogaza por buscar

El silencio, olvidado.

Miré allende los mares. Poco tardaría en su regreso. 

Con su moustache...

Capítulo 52

CAÍ

En la enfermedad caí.

La gripe, absurda ella, atacó mi cuerpo azotando con toda su prole de gérmenes un cuerpo hecho para el amor. 

Unos reirán por ello pero, ante la verdad de las cosas, no cabe disculpa alguna. 

Reconocí mi rostro frente al espejo. Era ojeroso, un tanto incierto y tristón.

Los huesos clamaban por su dolor, las caricias- ausentes- mortificarían mi piel.

En los humedales, fuera de una tienda en ruina, el frío acechaba en cada esquina.

Una pasmina negra alrededor de un cuello en tos. 

Volví en los escritos. Volví a la vida- en condena del enfermo-.

05 diciembre 2008

Capítulo 51

DE TENER BOCINA...

Despejé dudas a propósito de marejadas y hojarasca en tierra del diablo. Cautivé con profunda mirada al ángel de la guarda del mismo Satán. Tras rebuscar en bolsillos ajenos, encontré lo que complacería a cualquier hombre. 

Un tercer suspiro, profundo cual abismo, retorció el último botón. 

El resto... Lo saben bien aquellos que lo vieron.

Di vuelta como recién llegado a tierra extraña. A mi derecha, un frigorífico volaba por los aires. Dentro, un avestruz disecada con el pico al revés. Las plumas, al lado, en tuper cerrado.

La bella dama, aún desnuda, rió sin causa aparente.

Giré mi vista cuando un camión atropelló su desnudez tiñendo en rojo la oscuridad del momento.

Sin bocina.

04 diciembre 2008

capítulo 50

EL ULTIMO SUSPIRO

Busqué un tercer suspiro.

Me cogió de la mano con sus dedos arrastrándome hacia un rincón.

Mi corazón palpitaba tan fuerte que parecía llamaran a la puerta 

Mis piernas se estremecían.

Le seguí como el condenado a su verdugo. La cabeza gacha, el sonrojo de la vergüenza, el miedo a lo desconocido, el placer de una muerte dulce.

En la oscuridad, bajo el frío de una calle húmeda, suspiré por primera vez.

Me miró a los ojos, suspiré por segunda vez.

Me besó la boca...

Encontré un tercer suspiro...

Capítulo 49

DOS SUSPIROS Y UN ARROZ

Sin mirar estadísticas que nublaran mi razón; haciendo caso omiso, evitando así, la ansiedad de un escrito mal parido, recorrí los aspectos más oscuros de mi vida.

Me gustaba el arroz. Pero a pocos y, de vez en cuando.Eso sí, cuando comía... acababa con sartén entera. Tambíen es verdad que, entre txipirones en su tinta y el arroz... eh? eh?.

Oscuridades que tiene uno- que las hay-.

Moustache... me lo pensé de nuevo. 

"Quizá"... ese palabro que tanto gusto y apoyo me da.

Apareció de pronto, como camisa recién regalada. Inició su aproximación con contoneo discreto y exhaló un primer suspiro. Al mirarle a los ojos, comprendí que quedaría lejos de mi alcance. 

Dos botones apenas de una blusa en blanco. 

Con el segundo suspiro... tan sólo quedó uno.

Miré a un lado, miré al otro

Miré al centro y...

-¿Y?-

Capítulo 48

CUAL PURETA

Dejé lo absurdo para centrarme en lo coherente.

Prendí- como dicen los puretas- un cigarro y me dispuse.

-A qué-

-¡Dios lo sabe!- contesté oportunamente.

-Entiendo-

-Sabes?, Igual me dejo moustache, como mi primo-

-Jodo!-

-No se. Ayer hice una prueba-

-Y?-

-Un bochorno...-

-Por eso lo digo-

-El qué-

-Dios lo sabe!-

Apagué el cigarro y, me dispuse de nuevo.

02 diciembre 2008

Capítulo 47

EL ABANDONO



Intuyendo, acaso por un absurdo, que mis escritos fluían como la espuma de una bañera atomizada en sales, decidí proseguir en el estudio de los humanos. 
Los había " in love" y quienes lo estuvieron. 
Los sesudos, los complacientes, los inconformistas, y los reprochadores. 

-Los había sí, eran malos, como diablillos en un monte cubierto de paja ajena.-

Miré a un cielo iluminado por sonrisas anteriores, por guiños de un hombro erotizado por los dioses, por unas piernas acaso enmascaradoras de un rostro casi perfecto.

Las consecuencias del abandono al que me estaba sometiendo centrifugaban en mi cabeza miles de letras estampadas en un escrito de lo más absurdo. 

-¡Sal de ahí y cuelga el teléfono por Dios!

Tendría k darle de nuevo al play...



Capítulo 46

LOS LADOS OSCUROS DE LA MENTE



Mientras esperaba sus respuestas escribía sin cesar. Un escrito sin mayor exceso que el aburrimiento de la espera.
Decía que trabajaba.; decía que no podía ir más rápido, pero entonces? cómo era yo capaz de escribir y leer a la vez que ella trabajaba? Acaso era mi lado femenino?

Las respuestas se demoraban en el tiempo. Mis dedos cada vez eran más rápidos; mis acentos perfectos, mis labios... secos.
 
Me encendí un cigarro- los puretas lo prenderían-. Miré la pantalla, una respuesta más, de lo más corta... seguí escribiendo.

En la radio hablaban desde Sarajevo; en mis escritos, el vacío de cuando poco ocurre.

Recordé su sueño, sus ojos y perdoné el olvido.


Capítulo 45

DE MENTIRAS Y SUEÑOS


Encendí lo que todavía quedaba en el recuerdo. Di al play y dejé que corriera la música.
Con apenas tres golpes me puse a cantar, con dos más quizá me tomara una cerveza.

Medio día; nadie más, tan sólo el cartero y yo.
Padre desesperaba al otro lado de la calle, madre no había llegado y, la gaviotika, hacía tiempo que había marchado.

Tuve respuesta- con la consiguiente angustia-.

Tenía los pies congelados. Las zapatillas eran negras de cordones anaranjados. 
Los ojos puestos en una pantalla, la mente pensando en ella... 

Play... Mi mayor problema era el menor; el menor quizá fuera el mayor- aunque también es posible que me mintiera-




Capítulo 44

LA LLAMADA

Víspera de un día de fiesta insulso para aquellos a los que la economía no acompaña. Un sin saber qué hacer, un sin más ni más, una pereza como palabro perfecto que lo acompañe.

-si por lo menos nevara...- dijo uno.

-Quién lo dijo?- A saber, quizá la esperzanza, quizá nadie más había presente.

El gris se mezclaba con el agua y, ésta, con el frío. Encebollado en ropa, a refugio del exterior, con los dedos en un teclado negro de teclas altas y voz callada.

Encontraría una excusa para sonreir; encontraría ese camino oscuro.

Tocaron el timbre de la puerta. Sería un cliente? Sonreiría de nuevo?

-el cartero-.

Habrá que esperar...