27 diciembre 2008

Capítulo 60

EL AZAZAN

Los pajarikos, antes escondidos, amanecían imperturbables en el sillencio de una mañana vacía.

Yo, con el moreno subido y unos ojos verdes que hacían palidecer los toldos de Zarauz, intentaba dejar de bostezar. Me dispuse, como casi siempre, y escribí unas letras a un azazán cualquiera.

NOTA: quien no sepa el significado de azazán... lo mire en diccionario pues mi cultura es infinita y, el vocabulario, extenso.

Así pues, acolonié mi cuerpo con aromas y tras una cosa y otra, puse una canción.

Odetta cantaba a Dylan como los pájaros a sus pollos.

Dejé el bostezo para otra ocasión y, en mi cabeza ya no cabía más que una cerveza fría a mediodía.

El azazán y un colibrí, las alikas escondidas al ojo humano y la gaviota, un poco triste.

Navidad...

No hay comentarios: