02 diciembre 2008

Capítulo 46

LOS LADOS OSCUROS DE LA MENTE



Mientras esperaba sus respuestas escribía sin cesar. Un escrito sin mayor exceso que el aburrimiento de la espera.
Decía que trabajaba.; decía que no podía ir más rápido, pero entonces? cómo era yo capaz de escribir y leer a la vez que ella trabajaba? Acaso era mi lado femenino?

Las respuestas se demoraban en el tiempo. Mis dedos cada vez eran más rápidos; mis acentos perfectos, mis labios... secos.
 
Me encendí un cigarro- los puretas lo prenderían-. Miré la pantalla, una respuesta más, de lo más corta... seguí escribiendo.

En la radio hablaban desde Sarajevo; en mis escritos, el vacío de cuando poco ocurre.

Recordé su sueño, sus ojos y perdoné el olvido.


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