EL JINETE
No podía respirar.
No podía ni mirar.
Era un jinete sin caballo.
No podía escuchar y
menos, empaquetar
un fantasma.
Era un jinete sin caballo.
Fumar sí
y en ello estaba
!Cual satisfacción.¡
Un jinete sin caballo
cabalgando,
sin cabalgar.
Con gratitud a todos aquellos que prestaron su imagen y a los distintos personajes que aparecen en él.
Sin más que contar pájaros les dejo...Un adíos y un bienvenidos...
Kakan.
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