10 diciembre 2008

Capítulo 52

CAÍ

En la enfermedad caí.

La gripe, absurda ella, atacó mi cuerpo azotando con toda su prole de gérmenes un cuerpo hecho para el amor. 

Unos reirán por ello pero, ante la verdad de las cosas, no cabe disculpa alguna. 

Reconocí mi rostro frente al espejo. Era ojeroso, un tanto incierto y tristón.

Los huesos clamaban por su dolor, las caricias- ausentes- mortificarían mi piel.

En los humedales, fuera de una tienda en ruina, el frío acechaba en cada esquina.

Una pasmina negra alrededor de un cuello en tos. 

Volví en los escritos. Volví a la vida- en condena del enfermo-.

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