16 diciembre 2008

Capítulo 56

ELEMENTAL

Volví a despertar tardío- mas con trabajo-.

Cuando llegué, el pater pensó que había racaído en mi estado febril.

No mentí; nada de ello había ocurrido sino que el sueño y, el oscuro amanecer, eran culpables de lo ocurrido.

Estado de nervios- sin saber por qué-.

No pasaban, permanecían.

El del moustache parecía un intocable y un pureta disimulado. Cual machote, repetía su hombría como si no se supieran sus principios más elementales.

Como el mono, su tarjeta de visita no dejaba de ser de lo más elemental.

En las calles, para quien no la viera, no pasaba nada- y casi nadie-.

Dentro, mi sóla presencia- el pater, desaparecido, desesperado-.

Y la mamika? 

A saber...

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