PERDIDA EN EL SUELO
Me quité los dientes y los puse de manera irreal. Los colmillos atrás y delante las muelas. Un momento para el recuerdo sin duda.
Así, un tanto extraño, salí a recorrer las calles sonriendo al personal. Parecía que nadie se fijara, mas... al darme vuelta, todos reían en un sin cesar.
Entonces comprendí todo. La gente es así. Y por esto, aquello.
Volví entre risas valientes, adalid de la mofa, guardián del amor en silencio. ( poco sentido pero poético sin duda).
Puse mis dientes correctos ( anárquicos sin duda ). Pasé de un lado a otro como la rana cruza el río- de un salto- y corregí aquello que de niño miraron mal-las piernas-.
Y con un poco de esto y un poco de lo que no es mío, puse final a unos minutos entrascendentes para la vida humana.
Es cierto que cervatillos- no todos- parecieron palidecer por momentos y que, de aquella manera, se les notaba en el pelillo.
Mas tarde pensé en toda esta locura... no llegué a ninguna conclusión.
Lo dejé.
Una muela en el suelo...
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