02 diciembre 2008

Capítulo 45

DE MENTIRAS Y SUEÑOS


Encendí lo que todavía quedaba en el recuerdo. Di al play y dejé que corriera la música.
Con apenas tres golpes me puse a cantar, con dos más quizá me tomara una cerveza.

Medio día; nadie más, tan sólo el cartero y yo.
Padre desesperaba al otro lado de la calle, madre no había llegado y, la gaviotika, hacía tiempo que había marchado.

Tuve respuesta- con la consiguiente angustia-.

Tenía los pies congelados. Las zapatillas eran negras de cordones anaranjados. 
Los ojos puestos en una pantalla, la mente pensando en ella... 

Play... Mi mayor problema era el menor; el menor quizá fuera el mayor- aunque también es posible que me mintiera-




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