09 abril 2008

Setenta + dos

PIENSOS


Carlo se quejaba continuamente de mis alocuciones y soliloquios -claro, él mojaba-
Trepaba por las casas, por tejos indómitos, escudriñándose por ventanucos en flor.
Igual le daba arre que so- auque es verdad si digo que era más de "arre" .
Arengas y peroratas contra mí, de mis piensos y diretes.

-No se dice así-
-Quién lo dice eh? Quién!-
-También es cierto-
-Ahí iba yo-

Aniquilaba mis pensares con habladurías y desfachatez. Con lujuria en sus palabras- y en su boca-.
Aniquilaba opiniones de mi silencio, arrancaba mi silencio a oídos de los demás.
Claro, él mojaba.

Un ventanal abierto, un hombre dentro. -Arre, arre qué más da, si ya la tengo dentro-
Un vendaval cegó el resto. Un suspiro, quizá un lamento.

-¡¡Arre, arre!!-
-Huh-

1 comentario:

Anónimo dijo...

qué paciencia con este chico...