04 abril 2008

Sesenta + cinco

El AVE


Me tumbé al calor del fuego que irradiaban los rayos de un sol impenitente. Mi cuerpo, cómodo, sin más extrañar que la mano de una mujer en la mía.
Apenas movía mi cuerpo- cual camaleón-.
Una cerveza en la mano y luego, otra.
-Esto es vida- pensé.
Víspera de un día, presente del mismo. Palabros extraños pasaban por mi mente como el ave que recorría mundos en esos precisos momentos. Y ese ave era un ave muy especial.
Esbocé una sonrisa en mi boca, bebí otra cerveza y algo dije en catalán.

Víspera de un día y presente del mismo. Complejo, apenas entendible.

Crucé los brazos bajo la cabeza; Abrí, en cierto modo, mis ojos para ver el azul de un firmamento que reflejaba bien mis sentimientos en sus estrellas escondidas.
Un trago más, una buena sonrisa, y la alegría de las cosas bien hechas.

Miré de nuevo hacia ese ave de único destino, de carretera única.
Miré al futuro…

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