29 abril 2008

Noventa + cinco

DIA DE TRUENOS


La hojarasca, alimento de locos, esparcida por los caminos en desorden aparente.
Una arboleda con el verde por vestido y zapatos marrones, un pájaro dormido.
Un ratón con cara de salido arrinconaba su cuerpo en despiste fantasmagórico.
Un niño jugaba con una pelota y Carlo, al viento le gritaba -¡Sí!-.
El dominio de la palabra en un viejo casi dormido, un libro en su mano, una copa de vino.
María me esperaba sentada, con el corazón en la boca, con sus manos ocupadas por un ramo de violetas color Blau-grana.
La miré con confianza, resopló, sonreí.

Las campanas repicaron, mi voz cayó, cerré los ojos, una luz victoriana, el olimpo.
Tradford se vistió de viejo, de luz y color…

Las 20:45 en un reloj lleno de pasión.
Llamé al pequeño ratón que, extrañado, me acompañó en un sueño.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Habra que empezar a sustitutir la hojarasca por los petalos,, que la primavera ya llego, ojitos verdes...

anonimada sin animo

Anónimo dijo...

trombata?

Anónimo dijo...

http://kkn.blogspot.com/