18 enero 2008

Uno


SOLITARIO

Cubierto por un manto de agua cristalizada. Agonizando por la rivera de un río de caudal ensangrentado.
Con las cenizas de los muertos recorriendo los ojos de un hombre. Entumecido, encorvado y casi sin aliento. Una lágrima se negaba a secar en su rostro.
Sin mirar atrás, sin una sola flor que depositar. En una tierra cubierta de color negro.

Paseando por la rivera de la muerte,
Un hombre sin suerte.

Una tez sin más alma marchita y un color gris de ojos muertos.
La esperanza de una nueva vida enviada al diablo sin despedida, sin adiós permitido.
Tristeza sin alma, alma sin vida, vida de nada.

Primer día. Duelo, dolor, muerte y pena.

-Curioso comienzo-

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