13 marzo 2008

Cuarenta+ ocho

LA ALCOBA VACÍA


La primavera se colaba por las ventanas de la casa.
Su luz, su olor, su presencia, su imagen, su distancia, su color, su silencio, su sonido, sus nubes y su azul del cielo.
Ventanas abiertas de par en par para recibir con brazos abiertos un día maravilloso.
Desnudo frente a un ventanal sin que mis partes pudendas y, pudientes, quedaran al arbitrio de ojos curiosos.
Los animales en sonrisa, burros que olvidan la tristeza de su ojos en sonrisa permanente, caballos con sus crines al viento galopando a sus anchas por los verdes prados destinados a acoger en ellos miles de margaritas silvestres.
Mujeres que, ni antes fueron fachosas ni ahora preciosas, flotando sobre la tierra seca, volando entre flores, bailando entre canales de agua fresca.
Miré mi alcoba vacía de amor. Una media sonrisa de complicidad, un desgarro y una mirada al suelo. Un minuto, no más, volví a mirar mi alcoba vacía, sonreí y me dije…- tienes la alcoba vacía pero el corazón lleno-.
Y entonces miré por la ventana, el blanco de las casas, las chimeneas apagadas, la sinceridad en los rostros, el amor, los besos, las caricias y el ansia de vivir. Mis brazos estirados en despereza y una sonrisa que acompañaba sin esfuerzo, era feliz.
Sentimientos contradictorios un día maravilloso, miércoles de primavera, de amor, tristeza y felicidad.
Una alcoba vacía, un corazón, una ocasión.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

ayyyyyyyyyyy...cuantas veces habrá estado la alcoba ocupada y no nos hemos enterado, serdo.....

Anónimo dijo...

..y con la tarde que hase y tu metido en ese txoko.....mas vales que mañana es viernes.....

Anónimo dijo...

Albobas vacios , corazones llenos... parece nuevamente el titulo de una serie

Anónimo dijo...

Albobas y albobos... y slavovas...jajaja