18 marzo 2008

Cincuenta + uno

MUNDO HIPOCRITA


Capuchas capirotadas en la cabeza.
Fuego, silencio y tambores en la noche.
Cristos crucificados y Marías en lloro.
Pasos, pasitos y pasajes.

El olor a incienso y cera quemada inundaba las calles repletas de conjura.
Estremecedor, hipócrita en su mayoría.
Pero, ¿en qué se había convertido esto sino en ello?
Huyo, adiós, no quiero ver más lamento y llanto vano, adiós.

Colores significadores de dolor sobre su piel.
Cruces al hombro, teatro en las calles.
No ataco, mas difiero pues por odiar, aborrezco la falsedad.
Y huyo de momentos solemnes plenos de almas vacías, de pecadores con vacuna.

Y Locuelo me miraba con pena y yo acariciaba su pelo con la verdad de mis palabras.

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