28 noviembre 2007

Capítulo 157


UNA LÁGRIMA


Encarcelado por veinte años en celda de peor condición que cualquier infierno imaginado. Su pelo largo, sucio, y una barba casi infinita si no la cortara con sus propios dientes.
Sin más kilos que el peso de unos huesos y un pellejo. Los ojos hundidos en un rostro lleno de tristeza y añoranza.
Un amor que le mantiene vivo. Un amor que le salva del pecado del suicidio. Antiguos compañeros muertos de hambre, con sus manos cortadas y desangrados después frente a sus ojos.
Suicidios y asesinatos.
Una cucaracha corre frente a sus pies. No puede escapar. Chupa la cabeza y deja el resto para cenar.
Un pobre ciego sentado a su lado escucha en silencio. Apenas treinta años le contemplan y parece un viejo de noventa.
Un susurro al oído y una muerte. Una sonrisa en sus labios y un cerrar los ojos.
-Mereces el cielo viejo amigo. Ve con Dios-
El carcelero le suelta dos patadas. Sí, está muerto.
Una lágrima cae por el surco de lo que antes era una mejilla y hoy tan solo profundo pellejo. La recoge con cuidado en un dedo negro de mierda y la sorbe como agua bendita. Dos días sin beber más que el orín de quien fuera, una lágrima.
Unas palabras en susurro-volveré por ti amada mía-

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