12 noviembre 2007

Capítulo 132

SILENCIO



Me miró con esa sonrisa que solo tienen las personas divinas.
Con unos ojitos achinados que bien podían ser de la morería. El pelo rizado propio de los cuentos de las mil y una noches y un cuerpecito que, si rozarlo acaso pudiera, transformaría el dolor en sonrisa infinita.
Una pasión separada por fronteras invisibles; el espacio y el tiempo.
Una conversación dominada por miradas y sonrisas tan lejanas que provocan ansia y pecado.
Su nombre, secreto.

Dulcinea de mayor hermosura que la primera.
Sin Quijote que la ame, Sancho Panzas miserables.

Me miró con esa sonrisa que solo tienen las personas divinas.


Shhhhhhhhhhhhhhh

7 comentarios:

Anónimo dijo...

De verdad, ¡precioso¡

Kakan dijo...

Como no se si hablas en serio o no... a mí me gusta no se. Si te ha gustado pues mejor que mejor. Gracias

Anónimo dijo...

Me parece precioso, te lo digo de verdad. Me ha emocionado. Creo que es lo mas bonito que he leido en tu pagina.

Kakan dijo...

Pues gracias de nuevo. Ahora deberías decirme quién eres. Si te conozco o no. Si te has metido aquí de casualidad...

Anónimo dijo...

El anonimato es un cobijo cálido.

Kakan dijo...

Sal de tu calidez anda...jajajajaja

Anónimo dijo...

Gracias por escribir algo tan maravilloso y tan bonito. Yo no tengo don de palabras como tu, pero es lo mejor k me han dicho en la vida. mmmmmuaka!!!