26 septiembre 2007

Capítulo 105


DIENTES


La noche ocultaba la luna tras las montañas. El viento amainaba como si necesitara un sueño y las gentes dormían en silencio el fervor de una muerte anunciada.

-Hermana, estos dientes... -
-Sí, lo se. Es extraño verdad?-
-Me tienen un tanto preocupada. No es muy normal estar dentado a esta edad-
-Es extraño verdad?- respondía como un juguete roto.
-Este hijo mío parece embajador de la alegría con esta dentadura, lo crees así?-
-Yo no lo veo más que como embajador del diablo, como embajador del horror y la muerte.
-Tu lo que estás es tonta. Además de envidiosa claro...
-El aliento de azufre. No digo más.

-Tras esto y lo otro, aquello-
-Qué?-
-Nada, nada. Tu duerme, yo me encargo.-
-Seguro que era la hora que decía yo- y rió.

-Mira, la luna se esconde ya tras las montañas. Roja, diabólica.-
-Estás pesadita con el tema. Está blanca como los dientes de mi hijo.
-No ves bien, acaso has cegado?-
-Envidiosa-.
-Yo me encargo, ahora duerme.-

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