28 mayo 2008

Cien + 23

RECUERDOS


Me encontré sentado delante de una mesa sin más que un trozo de pan duro y una servilleta de papel. Lejos, en mi memoria, un espantapájaros me sonreía con el sarcasmo de quien, por allí puesto, no debería moverse jamás. Con su sombrero en pico, rasgado por la erosión de un clima, del paso del tiempo.
Lo agasajé entonces con mis ademanes pseudo educacionales y reverencié su osadía en el mirar.
Allí quedó quieto, sin variar en absoluto un ápice la expresión de una sonrisa hiriente.

El recuerdo de aquello me llevó lo a otro; Cuando junto a El Pela, recorría los mundos oscuros de ciudades perdidas. Sus gentes, su pobre educación, su fechorías, sus... almas perdidas.
Con mis manos sobre la nuca, mis pies sobre la mesa, estirado, en reposo de angustia, esperando, con sonrisa puesta.

A través de la ventana, un nombre, una sonrisa y, unos ojos.
Le devolví la sonrisa, la abracé.

Pseudo educacionales: Palabro donde los haya, quizá, inexistente.

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