15 enero 2008

Capítulo 198

ADIOS


Intentando olvidar un pasado que lo perseguía como las pesadillas recorren el universo del soñador.
Juanquenovi sentado junto al pozo de los deseos.
Un pozo, a las afueras de la aldea, profundo y de agua sin maquillar.
Un repaso en silencio de su pasado; del amor, del pesar y del amar.
Hizo de todo ello una bola imaginaria y lo tiró junto a una moneda que representaba su deseo, el olvido.
Necesitaba resucitar y, todo cuanto había hecho hasta entonces, no había dado resultado alguno.
Desconfiado por cuanto contaban, accedió como quien acude a un brujo como solución final a una muerte segura.
No había Fe en su mirar, quizá, esperanza.

Locuelo lo acompañó como testigo. Lo miraba con ojitos brillantes golpeando con su pequeña pata en la mano de Juanquenovi animándolo a que lo hiciera.
Una vez la moneda cayó, sonrió.
Un adiós, un hola.
Marcharon los dos con una esperanza nueva, con la tristeza en su mirar.
Una sonrisa final... sabes la verdad.
Princesas, las hay.

Capítulo 197

TRISTE VISITA


No serían las cuatro de la tarde cuando Padre Prior visitó el maricomio.
Recibido como quien lo merece, paseó por la estancia como Cervantes describía Venecia.
Fue más allá y pensaba en el viejo loco del mundo caballeresco entre las anegadas calles de una ciudad con más puentes que la boca de Tiburón.
Dos personas, dos humanos a los que cuidar, Pablo de Cafur y un maricón.
Los vio a los dos a través de un pequeño ventanal. Ahí, en la soledad de un refugio de color blanco, sentados, aislados de la vida, del exterior, como si de perros se tratara, dos hombres sin más maldad que la desgracia de un pasado.
Preguntó por el encargado del lugar, el director o como se hiciera llamar.
Las explicaciones fueron vanas:
-Están aquí como las leyes se escriben, por el uso y la costumbre-
Pablo de Cafur lo miró y sonrió como un perro en la perrera a la espera de ser el elegido.
El maricón lo saludó con ademanes imposibles pero con una sonrisa vacilante y graciosa. Su pecado? La iglesia.
Con los ojos manchados de agua y el corazón henchido en tristeza partió del aquel maldito lugar…

12 enero 2008

capítulo 196


SABADO

Un sábado vacío, oscuro y sin más quehacer que trabajar en silencio.
Enfermedad, soledad y dolor.
Sólo, sentado en la eterna silla del retiro, cohibido acaso por el viento de las calles y la fina lluvia, antes copos de nieve, perdido en un sino.
Juanquenovi, marchito por sus treinta y seis, con el pelo recién lavado y sus aires intelectualoides.
Americana de espiga y una bufanda negra; pantalones de pana beige y chaqueta negra. Si por lo menos tuviera unas gafas que poner…

Una comida prometida
Perdida y
Tantas veces aludida.

Kakanización como solución a una semana horrible, dolor
Sin llanto.
Sin comida prometida

Y buscará refugio en los allendes -palabro casual- y
Responderá a la llamada del infierno
Caliente, sosegado, ajado.

Y el pájaro acuasimodado?. Mirando, de ladín.
Ríe cabrón , ríe.

11 enero 2008

capítulo 195

EL PÁJARO


En el alfeizar de un ventanuco, mirando de ladín, imperturbable, un misterioso pájaro de verdes alas y tamaño indescifrable.
Miraba el desgraciado rostro de Maese el bibliotecario como quien espera su temprana muerte pero, con disimulo.
Un pequeño gorro de copa adornaba la testuz como el que dirige un cuerpo al entierro.
Los ojos pequeños y apagados, zahínos, cual carroza. Un piar a media voz y una mirada de perfil.

-¿Sabe Padre Prior? Hace días que no veo al médico-
-Un hombre entregado a la ciencia. Eso sí, su voz de pollo es insoportable.-
-Por ello le digo. Quizá se haya emancipado-
-Hora es ya, si es así-
-Locuelo?-
Tumbado, junto al fogón-
-Qué extraño-
-Siempre está ahí-
-Me refería a ese pájaro de la ventana. Negro y acuasimodado-
-Sí, lleva dos días frecuentándome. Parece aislado, pero es de vuelo firme y veloz.-
-Plumaje sincero, ataviado y de pezuñas limpias-
-Pero su mirada me perturba, es curiosa su manera de mirar, como de reojo, de ladín-
-Quizá debido a un derrame-
-Eso pensé, pero no. Si se fija bien, se mueve con destreza. Tan solo es su mirada, de ladín-
-De ladín sí, pero con derrame-
-Ummmmm déjeme dudarlo-
-Buen café. Sabrosóooooooooon!-
Un baile de las antillas, un glúteo en movimiento y una sonrisa en la boca- sabrosóooooooon!- gritó de nuevo.
Sor Monja reía y miraba al extraño pájaro que, imperturbable, permanecía en la ventana con su mirada ladeada.
-Nos mira de ladín-
-que sí coño, de ladín-

Capítulo 194

ESAS CHARLAS SECRETAS


En un lugar sin detalles de él ni los conferenciantes conocer:

-Tal vez sea mejor que se quede en casa- repetía con esa voz de pollo sin cesar.
-¿Con voz de pollo?. ¡Eso es nuevo!-
-Sí, es como cui, cui, cui-
-Malditos médicos! Hablan igual que escriben.-
-Entonces intervine poniendo los puntos sobre las ies-
-Y qué te respondió?-
-Cui, cui, cui-
-Tremendo. Como para matarlo…-
-Y así lo hice. Cogí la estaca del abuelo y zas! Muerto.-
-Hombre, igual te pasaste un poco-
-No me dejó otra opción. Además, estaba poniéndome dolor de cabeza con esa voz-
-Malditos médicos -
-El que entra no sale…-

08 enero 2008

Capítulo 193

EL RUBOR



-Y dígame, cómo encontró al Pela?-
-La verdad es que fue casual-
-No, le preguntaba por cómo le encontró. En qué estado-
-Pues muerto señora, muy muerto-
-Ha de saber que conozco su estado de mortandad mas le preguntaba por su estado físico-
-Estaba muy delgado, en los huesos. Con la mirada perdida y los ojos vacíos-
-Los cuervos-
-El tiempo diría. Allí es donde encontré un legajo con un escrito y una rosa ya marchita. Adecenté cuanto pude su postura y una rosa nueva posé en tan característica tumba-
-Lo merecía el muchacho. Sabía usted que era cofrade a los tres?-
-Creo recordar que me lo hizo saber hombre particular. Padre Prior de nombre-
-Y bien que lo conozco. Vive aquí entre nosotros. Hombre de cultura y pasado oscuro. Pero… gran hombre-
-Y ese pájaro abufandado, ¿lo acompaña siempre?-
-No siempre va abufandado señor, pero sí, frecuenta los mismos cielos por donde pise Padre Prior-
-Parece noble pues, como su belleza-

El rubor, el maldito rubor en unas mejillas sonrosadas.

-He visto el cementerio al llegar. Bonito mausoleo, aunque descuidado por un tiempo-
-Hubo muertes, desgracias tiempos atrás que hasta al enterrador y su madre se llevaron-
-Entiendo entonces que no es por descuido sino por falta de muerte y cuidado-
-Dice bien y, aunque enterrador tenemos, la muerte nos ha abandonado. Dicen que el bibliotecario anda cerca de ella. ¡Dios les oiga! Es un pueblo tan triste sin la emoción de un entierro…-
-Muerte, muerte, muerte-
-Y un entierro-
Rieron los dos…

Capítulo 192

CUAL PAVO POR MONCLOA


La mañana amaneció triste. El sol, que hasta entonces había brillado con la fuerza de una estrella en movimiento, parecía resguardarse tras las nubes como el niño esconde su cuerpo bajo las sábanas por no ir al colegio.
Un día oscuro que parecía no tener amanecer, que hinchaba de pereza los cuerpos de unas gentes ya de por sí perezosas.
Iran que, con esfuerzo y ahínco había vuelto por sus fueros y que de no ser por ella muchas de las cosas que ocurren no tendrían sentido, desperezaba su cuerpo pintando su cabello color plata pollo.
Pájaro de Pico, permanecía sentado en un diván de nueva construcción a la espera de un momento mejor y Gallo de Pico Ralo… ese, ese… ni un movimiento, ni un graznido ni nada. Dormía solapado por su cresta dorada recién pintada.

Un paseante entre los demás destacaba por su misterio. Recién llegado del bosque cercano y con pluma en la mano.
- Y he de decir que aquí me encuentro por un hombre, El Pela, muerto-
Sor Monja lo escuchó con nitidez. Frecuentaba por doquier su mano bajo las sábanas cuando esa voz le despertó del sueño.
-Espero que tenga una buena escusa para interrumpir mi modo ( mexicanismo).
-Y es cierto que lo tengo pues conocí al muerto sin vida y al hombre que lo crucificó en muerte. Su nombre, Padre Prior-
-Haga el favor de pasar a mi morada pues tan solo mi mano he da lavar y tras ello le daré de desayunar-
-Así se lo acepto de corazón mujer hermosa que los años que tenga, si no son veinte, quizá treinta.-

El rubor asomó por la tez de Sor Monja como quien se exhibe cual pavo por Moncloa.
Iran, de blanco pollo, sonrió y cantó.

Capítulo 191

EL PASEANTE EFICAZ


El paseante de nombre raro y apellido confuso tendría cumplidos los 50.
Era de porte normal, con sus dos piernas y unos ojos saltones que bien pudieran asustar.
De modales exquisitos y buen hablar, dulcificaba sus palabros si con dama hubiera de dialogar.
Versos inocentes en principio, que no a su pesar, cambiaba el ritmo raudo para así impresionar.
Y no era por eso extraño que de los modales exquisitos salieran formas divinas pues, del arte del zalamero, era el rey del lugar.
Y si la dama era bella o vulgar, palabras siempre dotadas de hermosura de su boca susurrar.
“galimatías”, “ternura”, “encimas” y “golondrinos” es un comenzar.
Y así los ojos de las damas iluminaba y no es poco, pues la sonrisa era divina y más aún en su despertar.
Pájaro de mucho cuidado que sin volar, fornicaba a las damas de aquel lugar.
Con sus dotes zalameriles y su desparpajo al hablar, su alcoba nunca vacía… dos y tres, por probar.

Capítulo 190


EL REGRESO


Aislado de un mundo al que pertenecía con la misma ansiedad que el partícipe de ella. Una frase con sentido oculto y tan sólo comprobable por quien esté al tanto y al corriente de ello.
Poderoso rival es el dolor.
Sucumbes a él como al placer, al riesgo- no en mi caso- o a la mediocridad.

Una semana
Puta semana.

Sentado, sin más trabajo que escribir. Dolor y muerte.
¿Acaso un mar te alegrará la vida? Pregunta que inquieta, pregunta traviesa.
Pero sigamos.

El cielo azul, sin más color que ese, celeste.
Pájaro de Pico sentado sobre una nube en formación y
Padre Prior de nuevo en fornicación.-rima perfecta-.

Y si esto es tan sólo la introducción
Bueno será saber la continuación.

Es por ello que os convido a seguir aquí conmigo pues
He vuelto para estar contigo.

Y el mar?
mmmmmmmmmmm…

NOTA INFORMATIVA

A todos aquellos que leen este blog imploro paciencia pues mi molar se ha ido de juicio y el dolor es máximo.
Así pues, agradezco a mis visitantes anónimos de Valencia y Barcelona su seguimiento y procuraré estar en condiciones próximamente.
A los demás, a los que conozco, lo mismo les digo. Un día acabará el juicio y todo saldrá. Espero que pronto.
Mientras tanto… sufro en silencio.

Kakan

04 enero 2008

Anecdotario

Y cuando un día te preguntan por la calle...
" ¿Qué tal Padre Prior? "
Y uno se emociona...

Capítulo 189

EL FAMOSO LAPÓN


El dolor era como el crepúsculo de los dioses, sin fecha.
Evolucionaba con la rapidez de un dibujo animado y colocaba el listón alto dentro del mundo del dolor.
Una patada en los huevos, un parto natural, el famoso lapón que te muerda los huevos o una cucaracha atravesando el oído. La realidad y gran diferencia entre este dolor y los otros es que del que trato lo ha pasado mucha gente. Molar.
Una pequeña hinchazón, un oído molesto y una sonrisa perdida.
El trabajo como Fe en el disipar-baldío-. La casa no es menester, ni sana ni permite descanso.
Un correo sin cartero anima más que una estancia solitaria tumbado a la bartola-pero con dolor-
Y la pregunta es, y si llegara Bartola en vez del correo?
Productos mil, este para esto y esto para lo otro.
Ni lo uno ni lo otro.
Dolor y más dolor.
Y la sonrisa?. Perdida.

En el alfeizar, Pájaro de Pico mostraba su pesar por dolor sin igual…

Juanquenovi en espera de correo sin cartero
Con careto
Ya más no puedo.

02 enero 2008

Capítulo 188

ENCUENTRO INESPERADO E INCLUSO CURIOSO


-Qué hace un paseante como usted en lugares escondidos como este?-
-Bien sabe usted, querido viajero, que nosotros nos movemos por los caminos del Señor como lo hacían los antiguos, despacio.-
-Y se que es cierto lo que dice pero esa no es cuestión ahora sino el hacer-
-Sin querer ser descortés…y a usted qué le importa lo que pueda hacer yo por aquí?-
-Es cuestión del curioso sin más, no se apure. Y menos… acobarde-
-La cobardía no es partícipe y menos de usted, Rufián.-
-Sabía de antemano mi nombre?-
-A decir verdad no-
-Acaso es usted adivinador? O simple casualidad.-
-Digamos lo segundo pues lo primero… ni de lo segundo-
-No entiendo-
-Porque no atiende ni a sus propias palabras-.
-Dejemos las monsergas para los ruiseñores pues de aquí no moveré un dedo si no me dice el propósito-
-Mi propósito no es otro que el caminar en paz. He de decir que encontré un viajero en posición de muerte y cruz a dos leguas-
-Le produjo pena?-
-No, misericordia. Era un hombre amado-
-Y por qué lo sabe usted?-
-Por un legajo que lo acompañaba y que ahora son dos-
-Así que lo encontró y lo honró-
-Es cierto caballero sin nombre-
-Puede llamarme Padre Prior-
-Y lo de Rufián?-
-Una simple broma-
-Entiendo. Y ese pájaro de los cielos?-
-Pájaro de Pico es su nombre-
-Va abufandado-
-Es el frío amigo desconocido-

Capítulo 187

PASODOBLES DE AMOR ONÍRICO


La oscuridad de una celda visitada por no más que unas despistadas cucarachas y los malditos carceleros.
Unos brazos antes fornidos y hoy no más que pellejo y una barba plagada de piojos.
Los ojos, habituados a la luz de un lejano candil y el corazón roto alimentado nada más que por un amor de hace veinte.
Al otro extremo del mundo, una amada sin más excusa que una promesa. -Necesito salir de aquí – repetía cada día de cada año para sí.- y ya eran veinte-.

Sor Monja aliviaba su vida con la mano mientras esperaba el momento de un encuentro que quizá ya no le diera el sexo perdido pero sí la gracia de la espera.
Noche tras noche se arrodillaba en su alcoba en una plegaria por su amado y los días de pasión, bajo las sábanas, llevaba a cabo un encuentro imaginario con su amado de hace veinte, de nombre incierto y secreto.

Elisa, condenada de por vida al infierno de los mortales, fornicaba nada más que por placer y el aburrimiento con cualquiera que osase mirarla de reojo.
Locuelo, el pobre, abandonado al calor de un fogón, bailaba los silbidos de Iran en soledad. Silbidos lejanos pero que, a oídos de un perro, eran orquesta. Imaginaba y ponía letra a esas tonadillas y así, imaginaba su vida junto a un perrita de medio pelo pero que lo amara y le diera cachorros a los que proteger, alimentar y enseñar. Con ella, bailaría un pasodoble mientras Iran los pintaría en un lienzo lleno de luz, color y amor.

En la celda, las cucarachas se amontonaban en los rincones esperando un alimento podrido…

Capítulo 186

EL PLIEGO


El paseante, de nombre desconocido, comía a la vez que canturreaba una espantosa canción de un personaje que bien pudiera habido caer en Abu Graib cuando se topó de frente con un extraño hombre sin más piel que el hueso, sin más hueso que la ausencia de ésta.
En posición impropia de cualquier humano que lo fuera, con los brazos abiertos y descolgado hacia abajo. Los ojos profundos y ciegos como el océano y con menos vida que un gusano atravesado por un anzuelo.
A sus pies tan sólo una rosa marchita por el tiempo y un legajo en el que se podía leer todavía:

-Aquí yace un hombre, muerto por causas y cofrade. Honro su vida con este legajo y una rosa que lo acompañe en otra vida. A aquel paseante que lo viera un rezo le imploro por decencia y buena costumbre pues era hombre de nombre Pela y profesión cofrade. Sin más que un recuerdo y una lágrima por ti amigo mío-.

El legajo impresionó a nuestro paseante en cuestión pues, no fue un rezo sino tres aves Marías y dos rosarios los que rogó.
Mojó su dedo en saliva y la extrema unción en una frente cadáver.
Así partió en plegaria y paz por un muerto en extraño lugar no sin antes una rosa nueva depositar.
Una pluma y un pergamino clavado en el tronco de un hermoso árbol indicarían al paseante su presencia y rogaría por él en los cielos.
Otro pliego en la concavidad del ojo daría fe de su presencia y su ruego. Un adiós y hasta pronto.

Capítulo 185

LA PREDICCION


Los aplausos acompañaron la marcha de un poeta olvidado por el resto de año.
La multitud dialogaba sobre lo expuesto y marchaba con premura a sus casas haciendo volar espejos por doquier.
Fueran sus ojos saltones o no, los lanzaban por respeto del que canta lo expuesto.
Añicos en un suelo iluminado por el precipitar de la lluvia que reflejaban monstruos en los rostros de quienes se miraran en ellos.
Un miedo pasajero, una sonrisa y un suspiro.
En el últimos adiós, una reverencia.

Padre prior escuchó la perorata desde la alcoba donde las manos de Guadalupe agarraban sin sonrojo un miembro que parecía no desfallecer.
Con su espejo en frente sin añicos hacer y los ojos cerrados por placer.
En la lejanía de un lugar recóndito, crucificado bajo la espesura, El Pela, sin haber probado de las mieles de una mujer, yacía muerto por siempre sin más recuerdo que una rosa y su ilusión.
Sor Monja predijo entonces:
-Mañana quizá no llueva-
Y Maese el bibliotecario aguardaba su muerte con el desparpajo de quien canta las desventuras del contrario y le miraba a los ojos con la valentía del desdichado. Y anotaba sin descanso en papeles amontonados y recordaba a su hijo muerto por frecuentar alcobas ajenas y lloraba en recuerdo.
Y Sor Monja predijo:
-Quizá mañana no llueva-

Capítulo 184

SEGUNDO DEL POETA


En la niebla, tras la tormenta de fuego de una noche para el recuerdo, un nuevo año, un nuevo día y el viejo poeta.

Miércoles acoge con respeto y humildad
Que ni el rostro de un sapo
Ni sus ojos saltarines despisten
Pues no es óbice para tu buen despertar y querer que
De todo ello has hecho honra y buen hacer.

Miércoles acoge en tu seno
Pues trabajo por poco dinero y
Si de mis ojos no vivo
Tampoco muero.

Miércoles de nuevo cuño
Si el mirar te asusta
Un salto y un brinco
Y pasará la angustia que
Si algo se
es que es pasajero
Como el miedo y
Transitorio como …

Y allí marchó hasta un nuevo año que quizá sea jueves o... no.

Capítulo 184

EL ESPEJO


La calle compartía con el rostro de Juanquenovi una fina capa de agua y la desagradable estampa de uno ojos hinchados que causaban pavor en su portador.
Sin ropa apenas que ponerse y, con el color de la muerte reflejado en el espejo, el día prometía.
Una fregona y tres vomitonas frente al lugar de trabajo. 9:45 de la mañana.

-¡Joder!-
Preguntas al aire… -Pero es que aquí solo trabajo yo?-
De nuevo su rostro frente al espejo. Masoquismo? No, Intención de mejora.-baldío-

Locuelo reposaba su cuerpo frente a un fogón abandonado por la lujuria y la pena. Iran, desaparecida por días extraños, abandonando los besos para un regreso ansiado por el populacho.
Padre Prior sin salir de un catre tan caliente como el propio infierno y El Pela, muerto en crucifixión abandonado a una suerte apenas ya recordada.

El comienzo de un año,
de una nueva vida?

-¡Maldito espejo!-

31 diciembre 2007

Citando

" Me estoy yendo, me estoy yendo..."

Juanquenovi

28 diciembre 2007

capítulo 183

IMAGENES QUIETAS


Sentados, con la espalda apoyada sobre el respaldo de una vieja cama de madera.
Desnudos, dueños de sus miradas, de sus cuerpos, se miraban y sonreían.
Unían sus manos y las apretaban como dos enamorados.
Guadalupe se levantó de la cama, fue hasta el final de la habitación donde aguardaba un pequeño baúl.
Su cuerpo desnudo y sus movimientos de cadera animaron de nuevo a Padre Prior que veía cómo su pequeño animal había recobrado el aliento mucho antes que él.
Abrió el baúl y sacó de él lo que parecían unos papeles que, a su vista, parecían tener imágenes confusas de una dama.
De vuelta a la cama, pudo apreciar sus muslos, su coño perfecto y unos pechos aún enrojecidos por el fragor de la batalla.
Deslizó su cuerpo a través de las sábanas y dejó las imágenes sobre Padre Prior.
Ahí aparecía Guadalupe desnuda en poses imposibles de recrear mas que en la imaginación de una noche solitaria.
Una tras otra iba pasando las imágenes dando rienda suelta al deseo.
Deslizo su mano bajo las sábanas comenzando una masturbación que Guadalupe acompañaba con su mirada.
Padre Prior se tocaba, ella, miraba.
Mordía sus labios y los remojaba mientras él cerraba los ojos.
Guadalupe comenzó a frotar su cuerpo entre las sábanas cogiendo de ellas con fuerza arrastrándolas entre sus muslos.
-Dámelo todo Padre Prior, dámelo aquí- mostrando con su mano…

Capítulo 182

EL VESTIDO


Llamó a la puerta con la timidez de un niño de ocho años.
Un regalo en sus brazos.
Guadalupe tomó su mano posándola en sus pechos. Padre Prior adivinaba los latidos de un corazón incendiado.
Una erección infernal bajo un pantalón bombacho indiscreto. Mirada de lujuria en Guadalupe. Un labio mordido y una mano que acercaba con sigilo al miembro.
Padre Prior apenas podía respirar. Ella miraba un rostro ávido de placer carnal. Una mano suave bajo el pantalón y unas caricias sin parangón.
Suspiros de placer bajo el manto de un pantalón bombacho.
Tomó de nuevo su mano esta vez para llevarlo a una alcoba a medio hacer. La cama aún caliente. Guadalupe lo sentó sobre ella y le quitó el pantalón como la prostituta que inicia a un primerizo. Sus manos sobre el miembro y su boca…
El placer de lo inconfesable, la respiración agitada e inconclusa. Tumbado en la cama, con ella sobre sus escuálidos muslos.
Una primera penetración sigilosa y profunda. El llanto del amor y una lágrima de placer por su mejilla. Guadalupe incrementó el ritmo de sus movimientos al compás de unas caderas que movía con la destreza de las diosas y Padre Prior lloraba a la vez que introducía con mayor insistencia un miembro abandonado antaño.
Las manos en sus pechos y los pechos en su boca…

Capítulo 181

LOZANÍA DE LA MAÑANA



La mañana era fresca como las lozanas de la ciudad. Mujeres de mala vida que entregaban sus cuerpos a cualquier paseante de bajo rango y donde la nobleza depositaba, sin más aprecio, la semilla de un nuevo bastardo.

Lozanas de cuerpos redondos
Lozanas de buen cabalgar.

-Buenos Días Sor Monja. Días han pasado desde nuestro último encuentro. La encuentro bien, con sonrisa nueva y… florida como nunca-
-Padre Prior, qué sorpresa! Ha desayunado ya?-
-Apenas hogaza de pan duro y agua-
-Siéntese, haga el favor. Y dígame, donde ha estado esta vez?-
-A decir verdad algo he de contar. Partí a ciudad lejana con el firme propósito de comprar la caja definitiva. La caja que contuviera a las demás, que clasificara mi vida por recuerdos y pasados. Pero… también mi futuro…- Sonrió ante esta últimas palabras.
-Usted me oculta algo…-
-Y es cierto. Querida amiga, estoy enamorado-
Sor Monja ruborizó su rostro y lo giro en pos de no ser visto.

-No tema ni sonroje su tez amiga mía que
no es de usted sino
de otra amiga mía.-

Una contradicción asomó en el rostro ahora serio de Sor Monja. Le hubiera gustado ser la elegida pero su amor verdadero yacía en su pecho como hacía veinte años y aún añoraba su regresar.

-Y de quién se trata?-
-Qué es este extraño objeto de pelo al final pero al principio?-

Rubores, escenas, y una pregunta aún sin respuesta.

27 diciembre 2007

Capítulo 180

LA LOCURA CADA VEZ ES MAYOR



Decían anónimos que las palabras han de guardarse bajo la llave del silencio.
Que las cosas que se escriben por placer no son convenientes hacerlas realidad a los ojos de los demás cuando el encuentro es casualidad ni alimentar el momento.
Que el rubor debe de guardarse en secreto.
-Iran, ¡ pinta la vida del color de una mujer ruborizada por sus instintos!-

Aquella mañana Pájaro de Pico almorzó temprano. En la plaza, junto a la panadería de Don Fernando, las migajas eran abundantes y el agua de la fuente hacía el resto.
Un poco de pan y un baño que cuidara su bello plumaje.
Sus ojos hinchados por el amanecer y, sus patas, enfundadas en botas de punto.
Un gesto obsceno a bella pájara y un vuelo.

Un corcel desviado fornicaba con el desparpajo del inocente y Padre Prior abría los ojos en tienda de campaña.
Abrumado por los acontecimientos buscó el placer en una mano vacía de otro argumento.
Mañana cachonda en la ciudad del amor.

No ocultes el rubor de tus mejillas que es lo más hermoso y sincero que puedes mostrar.

Capítulo 179

PASION DESENFRENADA



De acuerdo, no eran tiempos de descanso.
Las cenas de navidad inundaban las vidas de los presentas con eternas sonrisas.
El día no duraba más que cenas contabas con los dedos de las manos- y los pies-.
Damas de pelo oscuro y una rubia.
Sexo desenfrenado a los ojos del visitante fantasma.
Besos a la luz de una llama que iluminaba unos rostros equivocados.
Días de macho cabrío. Cuernos bajo la oscuridad de una celebración.

Elisa en desenfreno con las nalgas aún enrojecidas.
Locuelo, aún con el lazo puesto y Elisa en cama, con sus manos bajo sábana lasciva.
Guadalupe a la espera de un regalo sin saberlo y Padre Prior rezando por besar ese cuerpo obsceno.
Navidad de regalos y pasión.
Almas y cuerpos perdidos en un aluvión de ardor.

Navidad corrupta
de pecado.

21 diciembre 2007

Capítulo 178

SONRISAS A PIE DEL FOGON



Qué es?-
-No se, es algo raro. Un palo y unos pelos al final-
-Un pincel-
-No, lleva los pelos al final pero del principio-
-No entiendo-
-Yo tampoco, es complicado de explicar-
-Pues enséñamelo-
-No, no puedo-
-Por qué?-
-Porque me lo ha regalado a mí. Además, con lo envidiosa que eres seguro que quieres uno igual-
-Ya estamos con tus manías-
-Me pregunto para qué servirá-
-Es complicado decirte si no me lo enseñas-
-Pues vas dada! Soy capaz de irme a la tumba con él antes que mostrártelo-
-A mí también me ha traído una cosa-
-Y qué es?-
-Esto. Ves? Se puede poner para los dos lados. O para arriba, o boca abajo-
-Mira que es curioso-
-Sí, me dijo que me serviría-
-Ya tiene pinta ya-
-Ninguna nota?-
-Sí-
-Yo también tengo una. Si me dices lo que pone en la tuya te cuento la mía-
-De acuerdo. En la mía pone… “ Feliz navidad. Sonríe, pinta, baila, se feliz, abraza y quiere”-
-En la mía pone “Volverá, te quiere. Feliz navidad”
-Curiosa muchacha-
-Lo es, la admiro-
-Pero para qué quiero yo este palo con pelos al final del principio?-

Una llama del fogón ilumino sus sonrisas.
Una esperanza viva.

20 diciembre 2007

Capítulo 177

CURIOSO PAQUETE


- Y Locuelo qué fía?-
-Qué?-
-Pues eso, tampoco es tan complicado!-
-Pues fía de empeño-
-Qué?-
- No ves?
-Dame el trapo anda que tu hijo tiene sed-
-Está raro, es como si le faltara-
-Sí, un médico no le vendría mal-
-Yo había pensado en el manicomio-
-Tampoco está mal, pero con ese diente, asusta-
-Eso es cosa temporal, es de leche-
- No hermana no, es la leche diría yo-

Ji ji ji rieron las dos.

-Es pintoresco verlo con diente brujulero pintado en rojo-
-Lo es, Iran vino ayer noche y le puso un rayado amarillo en medio-
-Y eso?-
- No se, dijo, patria en vida perdida. Sonrió y marchó-
-No entiendo nada-
-Yo tampoco. Es curiosa esa Iran.
-Mira Locuelo-
-Pobre…-
-Trajo esto consigo, es para ti-
-Quien, Locuelo?
-No, Iran.-
-Qué es?
-No lo se. Ábrelo...-
- Es curioso el paquete...-

19 diciembre 2007

Capítulo 176

MUY CORTO


Heladio parecía buen hombre.
Sus palabras sosegadas en un mundo en grito. Sus conversaciones pausadas en un mundo nervioso.
Padre Prior estableció contacto en pocos minutos. Vio en Heladio a un hombre por quien morir en caso de duda, por quien pisar si fuere amargura.
Saludó con reverencias y ademanes exquisitos un adiós con pena. Una ironía, pues él partía.
Y allá se fue dejando atrás una silueta de uno ochenta.
Tomó su caja y un vestido para la mujer que amaba.
Y pasaron tres noches y tres días antes del regreso. Y las tres noches con ganas de sexo y la mano en excelso.
Y las rimas se conjugaban en distintos ritmos creando pasión y pena.

Extraño pasaje para un regreso.
Si no es por amor
Será por travieso.

17 diciembre 2007

Capítulo 175

COLORES


Y la mañana se tornó roja y la tarde colorada.
Y los sueños de unos se mezclaban con la imaginación de los otros.
Y Padre Prior esperaba el encuentro y Sor Monja lo añoraba.
Y un eclipse de luna matizó los tejados de escarlata y las nubes tornaron púrpura.
Y bajo los pantalones no cabía más que pasión desenfrenada.
Y los ríos manaban bermellones y las montañas lloraban sangre.
Y Locuelo de lazo rojo, como en baile de graduado
Y Elisa a su hijo el diente de rojo le ha pintado.

Y esta pasión sin límite por fin ha acabado pues
Ni tiempo, ni mente, ni más colores en mi haber.

Sin número ni nombre

TREINTA


Tan sólo he celebrado tres veces los treinta años con emoción.
El primero, por ser propio, el segundo por amor y el tercero, con todo mi cariño, es hoy.

Hoy cumples treinta,
Dos besos en tu cara vacía de odio
Una sonrisa en mis labios y
Un abrazo.

Madias de colores
Falda vaquera y
Tu mirar

Hoy cumples treinta años
Con el placer de haberte conocido
Cuando en principio no era más que un desconocido.

Zorionak maittia!!!

Citando

“Acostumbrado a la oscuridad, al final todo se ve más claro.”


Padre Prior

Capítuo 174


LAS MEDIAS ROTAS


Una caja de sorpresas.
Apareció ante mis ojos como esas pequeñas muñecas rusas de madera.
Un pelo negro recogido por una pinza de plata y unas medias rotas por el deseo.
Un fingir lo evidente en su mirada, una tortura pasajera.
Anónima del pasado, he abierto los ojos y no veo más que piernas desnudas y pechos cautivadores. Una sonrisa y una gorra con la que cubrir tu vergüenza.
Mujer anónima, he abierto los ojos y ya no los puedo cerrar

Una huída a tiempo, la razón sobre el pecado.

Recuerdo pasajes bajo una niebla que recogía tu cuerpo acariciando tus caderas, tus muslos, deslizándose entre ellos hasta lo más profundo de unas entrañas cubiertas por unas brguitas de color verde.
Bajo ellas…pasión.
Te imagino tumbada mientras la música recorre tu cuerpo desnudo.
Un susurro al oído, una respiración entrecortada y un cuerpo entregado.
Los brazos tendidos tras la cabeza y unas piernas cruzadas que por momentos se abren a un mundo nuevo.
Comienza una nueva canción, habla de pasión.
Esta vez el susurro ha endurecido tu cuerpo. Te tiemblan las piernas y las manos. Tu respiración se convierte en huracán y mis manos en placer. Recorro cada centímetro de tu cuerpo con las yemas de unos dedos calentados bajo el pantalón.
Mis labios…

Una huída a tiempo, la razón sobre el pecado…

Mujer anónima, he abierto los ojos y ya no los puedo cerrar...

13 diciembre 2007

Capítulo 173

ES HORA YA


Anochece. Una copa sobre el escritorio, nada que hacer.
Los pensamientos fluían y se desvanecían al compás una mano vacía.
Crucifixión, amor y muerte. Recuerdos, futuro y olvido.
Todo ello se mezclaba creando un colage de imágenes obscenas por lo abstracto del marco.
Maese el bibliotecario, con copa en la mano, perdido en un sino.
Frustrado por el recuerdo de un hijo promiscuo y holgazán.
Sin Padre Prior, sin alcaldía que portar.
Perdido en un espacio que no corresponde. Vacío de espíritu, de vida.
Tristeza en un rostro acabado, sin más que ofrecer.
El adiós le espera. Le mira a los ojos cubierto por un hábito negro que oculta los verdaderos ojos de la muerte.
Ademanes con una mano que le atraen hacia la oscuridad. Rebelión en un cuerpo sin alma.
Ya es tarde, ha llegado su hora; lo sabe y ello le tortura.
Se defiende cerrando los ojos, sin mirar a esa ventana que noche sí y otra también le llama al lugar que le corresponde.
Maese predicador, es tarde ya, deje de luchar. No se puede luchar contra el destino.
Es hora de apagar la luz…

Sin número ni nombre

HAGAMOS UN INCISO


Yo te llevaré un ventilador. De esos que van para atrás, que incomodan sobremanera y aguzan el oído humano.
-Yo oigo bien.-
-Idiota...-
-¿Qué?-
Nada, nada. Pues sí, te llevaré uno por la mañana. Por las tardes tengo regocijo-
-Entiendo, no tengo prisa-
Y tu madre, qué tal está?-
-Muerta la pobre, con otro tipo-
-La enterraron con un desconocido?
-¡No hombre no! Con otro tipo de ventilador-
-Y ese qué hace?
-Alimenta sus cenizas.
-Bonito-
-Precioso sí-

Capítulo 172

JUANQUENOVI; INQUIETUDES


El olor de la inquietud, de la impaciencia.
¿Huele? ¿Se puede tocar? ¿Ver? O acaso tan sólo es intuición.
Una vez más, preguntas con respuesta variable. Jamás me hubiera percatado si no es porque me hablaron de ello.
Intentas encontrar un significado, encontrar la verdad y no lo ves nada claro.
Una parte de tu cabeza lo acepta y la otra lo rechaza. El por qué tampoco lo se.
La intuición femenina… creo en ella. Será lo mismo? No lo se. No se nada.
Filosofando sobre esto estoy, sentado en una silla negra de ruedas giratorias. Sin una copa que me acompañe, tan sólo un cigarro que se consume por sí solo mientras escribo estas letras.
Viernes sin más sorpresa que un solitario.
La noche, en espera.
Al otro lado, una sonrisa de carmín y una camiseta ajustada.
Enciendo otro cigarro, la copa tendrá que esperar.
¿Inquietud? No, ganas.
¿Es lo mismo? No se, no se nada.

Sin título ni nombre

PENSAMIENTOS:


Morena de ojos claros
pequitas a un lado
labios rojos y
sonrisa calabresa.

Oculta en lugares inciertos
imaginación perversa
Mis dedos inquietos
mi mente atenta.

Un color, el gris
Una dama negra
Un donde estás
-No lo sabrás-

Juego perverso
de miradas ocultas
No te veo
Tú tampoco.

Capítulo 171

LA CARA OCULTA DE LA LUNA


La conocí sentada.
Apenas un pantalón pirata y una camiseta cubría un cuerpo delicioso que alimentaba los ojos de los presentes sin más que mirarla.
Su rostro, como la cara oculta de la luna, hermosa, caprichosa.
Adivinaba una sonrisa melancólica en sus labios y una dentadura tan perfecta que, si de pecado se tratara, valiente Lucifer me llamaran.
Las curvas perfectas en una pose discreta.
Un pelo liso que clamaba la caricia de un hombre.
De nombre incierto, por más que lo intento.
Misterios hechos realidad, movimientos pendulares y la cabeza gacha, avergonzada de ver cómo la naturaleza puede crear cosas tan hermosas.
Una espalda nada más.

Su rostro oculto
Su mirada escondida
y mi alma, perdida.

11 diciembre 2007

Capítulo 170

Y DE NOMBRE



El niño sin nombre crecía al natural.
Sus tres años, sus diez dedos en las manos.
Los pies rechonchos y de diez; dos ojos hermosos a cada lado de una diminuta nariz y un lunar.
Del diente ni hablar, que es particular. Largo, horizontal y brujulero.
Elisa lo quería como a un hijo- curioso al ser propio- y lo mimaba con la astucia de una madre que veía en él algo particular.
Quizá fuera el diente, quizá nos miente – rima inconsciente-.
Tanto lo quería que una cosa decidió.

-Este hijo debería de tener un nombre. Tu qué crees hermana?-
-Es hora ya, su pobre hermano hace tres que murió. Está muerto y enterrado, olvidado.-
.Así es, ya casi ni lo recuerdo. Seguro que era feo.-
-Feo no, extraño. Recuerda que estaba pegado-
-Lo se, esas cosas no se olvidan-
-Ya, pero tú tienes una memoria…-
-Y qué nombre?-
-Por votación -
-Qué gran saber guardas hermana, así lo haré-.

Al niño sin nombre de diente brujulero le van a poner nombre nuevo.
Y allá que van unos y vienen otros.
El nombre en el ayuntamiento,
el niño sin nombre, un gozo.

Capítulo 169

ENTERRADOR SIN MUERTO



Y el mudo hablaba a su manera a la vez que golpeaba con fuerza su martillo sobre el metal.
Y una bella muchacha paseaba con gozo su precioso cuerpo entre las sombras.
Y Nuesra Iran sonreía al ver que la vida daba un respiro a los desgraciados.
Y un maricón, enterrador sin muerto, canturreaba canciones de soldados fornidos con espada en alto y cuerpo desnudo.
Y la mañana despertaba con el jolgorio de un feliz Locuelo correteando sin descanso por el centro de la plaza.
Y Pájaro de Pico Ralo desperezaba por ello ojeroso pues las nueve no habían dado.
Y Sor Monja sonreía sin descanso como quien hubiera soñado el regreso de un amado y su hermana, Elisa, dormía con un cordobés recién llegado.
Y Padre Prior, obstinado por el amor a Guadalupe, un vestido le ha comprado.
Y la felicidad se apodera de ellos como la primavera del verdor de los campos.
Y así acabo, extasiado.

Oyes algo? Yo sí.

10 diciembre 2007

Capítulo 167

SHHHHHHHHHHH


Y en la noche, cuando los pájaros vuelven a sus nidos y amenazan las alimañas de naturaleza nocturna.
Cuando los dioses sucumben a damiselas aladas en su propio cielo y las peripecias de unos descansan sobre una almohada humedecida por lágrimas.
Cuando los susurros se convierten en voces de una noche silenciosa y el soplo del viento amenaza tormenta.
Cuando el pálpito de un corazón es sonido de un pasado y los jadeos de dos amantes se confunden con el aullido de un lobo perdido.
Sin más que recuerdos, sueños, caricias y un sueño profundo a la espera de un nuevo día.
La noche, el miedo, la oscuridad, almas perdidas.
Una pesadilla. Sudor frío.
Un pecho en la mano. Un escalofrío de amor.
Y cuando se cierran los ojos a la espera de algo mejor, la noche…

Oyes algo? Yo no.

Capítulo 167

RAZONES MIL


Heladio resultaba un hombre incómodo por su estatura.
Un producto de la naturaleza recibido en carne como quien recibe bebé de cuna.
De barba negra-como el pirata-.
Su mirada inmediata, persistente.
Sus manos poderosas y su tez, pálida, pero ambiciosa.
Heladio vendedor de cajas en frontera.
De media luna su cara, alargada, madura.
Adriana, su mujer, desnuda.

Y Locuelo miraba al horizonte con sus ojos perdidos en él. Y recordaba un baile imposible.
Y a una novia.
Y su muerte.

Y no lloraba, por orgullo. Y no marchaba, por corajudo.

Y Padre Prior con su caja nueva y Sor Monja, todavía en espera.
Y es lunes y lo cuento.
Razones mil.
Tan solo es un cuento.

04 diciembre 2007

Capítulo 166

ESOS NOMBRES


Extraño personaje de 1.80 de barba poblada y actitud quejumbrosa. Heladio se llamaba que, por muy capullo que uno sea, tampoco lo merece.
Mercader de cajas y algún que otro similar.- extraño también-.
Pompas fúnebres al otro lado del río. El muerto, primo hermano.
El cortejo apenas acompañado por la familia y coronas sin determinar. Una lágrima recorriendo su mejilla.

-La de la derecha es mi hermana y delante, agarrando su mano, mi primo, el hermano del muerto-
-Y la de la izquierda? La pequeñita?-
-La pequeñita es enana y se llama Javier-
-Perdone, es que a mi edad y en la distancia…-
-No se preocupe, no pasa nada. Qué quería?-
-Estoy al encuentro de caja peculiar. Que mantenga las formas pero que pueda acoger en ella una vida entera-
-La tengo, pero le costará-
-El precio no es problema sino mi vida-
-Entiendo-

Heladio, extraño mercader de cajas y algún que otro similar…

-Adiós primo, adiós-
-Acaso no tenía nombre el difunto?-
-Lo tenía pero… lamentable-
- Si no es indiscreción…-
-Eduardo-
-Entiendo…-

Sin Número.

Y...


Y esa luz?
Una estrella?
No, son sus ojos.

Y esos ojos?
Son de ella?
No, son míos

Te pertenecen?
Los quieres?
No, tan solo los deseo.

Y qué harías con ellos?
Mirarlos?
No, tan sólo quererlos

Y cuando se oscurezcan?
Morirán?
Ojos así no mueren, aman.

Y la sonrisa?
De esa ya ni hablo.
Me inquieta.
Seduce...

Capítulo 165

SIN PRECEDENTE



La niebla cubría con su fresco manto los cuerpos presentes y jugaba con los difuntos escondiéndose entre las lápidas del campo santo. Serpientes que recorrían la tierra humedeciéndola con pequeñas gotas de agua reflejando rostros de un pasado a su paso.
Luces difuminadas que no permitían apreciar el horizonte, la inmediatez, de la lejanía.
Hermosos paisajes, casi místicos a los ojos de los que vieran, vacíos de gracia para quienes carecieran de ello. Aún así, podía apreciarse en ellos una sonrisa de certeza.
Una dama anónima entre la niebla amenazaba con el desnudo de su cuerpo.
Apenas una blusa cubría sus pechos endurecidos por el frío. Un baile sordo, vacío de música que portaba en su majestoso caminar.

Mujer anónima quién eres
Que torturas mi cuerpo
Que amenazas mi corazón.

Mujer anónima quién eres
Sal de la oscuridad
En la que te escondes
Y en la que desespero.

Dama anónima quién eres
Sal de la espesa niebla
Que te dedico
Pues en las tinieblas tan sólo
Tus ojos puedo imaginar

-Recuerdas Elisa cuando éramos jóvenes?...

Capítulo 164

POEMARIO


Y de aquellos posos, estos lodos. Y ni aunque fuera así, aquí lo es.
Y por todo aquello que pasó recibieron merecido y pan para comer.
Todos excepto uno, el hijo del alcalde que, como huérfano, ayunaba los martes y los viernes, rebeldes.- ¿Qué?-
Sin explicación.

Y recuerdo cómo agasajaron de vino y manzanas al muchacho en cuestión, que tenía nueve años, y desconocía lo que era el amor.
Es por ello que un tirano, de mala reputación, le llevó una dama para buena fornicación.
Con sonrisa maligna y extrema precaución, inició así al joven en el arte del amor.
Y alaridos de placer se escucharon, no era para menos, pues la dama lo fornicó hasta la extenuación.

Una sonrisa eterna en sus labios
Larga vida a las mujeres por Dios!

Y así acaba el poema y comienza la pena.
Pues fornicar endulza
Y mi palabra, altera.

Capítulo 163

TAMBIEN ES VERDAD


-Y dices que de bailes de salón?. Yo diría más bien de un circo. Míralo bien-
-No se, en un circo es verdad que les enseñan a bailar pero no un pasodoble precisamente-
-También es verdad. Deberíamos preguntar a alguien que sepa de circos-
-El bibliotecario quizás...-
-No se, el bibliotecario es más de libros-
-También es verdad-
-Quizá el nuevo alcalde lo sepa-
-Es ciego-
-Y qué? que sea ciego no impide!-
-También es verdad, no se...-
-Te veo duditativa-
-Tu crees? No se, quizá enamorada-
-De quién?-
-Pregúntaselo al alcalde -
-Estás tonta-
-Es que me enervas con tus preguntas. Qué más te de donde venga Locuelo?-
-Pues porque no es normal, es un perro fantástico! y esos ojitos...
-Has decidido qué vas a poner para cenar?
- Y eso a qué viene ahora?-
-Lo mismo que lo de Locuelo, deja al pobre perro en paz. Parece que quieras que se vaya-
-Acelgas en salsa-
-Te has fijado en que ese mochuelo lleva ahí quieto dos días?-
-Eso sí que es curioso-
-Pobre juanquenovi, lo habrá dejado sin habla-
-Quizá el alcalde...-
-No se, al ser ciego... ni lo ve-
-También es verdad-
-Mira, ahora pasa el bibliotecario-
-Curioso sí, vaya horas-
-Estás enamorada de verdad?-

Capítulo 162

EL MOCHUELO


Unos ojos negros que fijaba como un francotirador en batalla.
Juanquenovi sin respuestas. Miraba al mochuelo sin más reacción que el hastío.

-Qué coño miras?-

El mochuelo permanecía quieto, inmóvil, tan sólo cambiaba el pie de apoyo como si le importunara su absurda pose.
Juanquenovi, sentado en su vieja mesa de despacho, inquieto.
No quería mirar, pero miraba. Ahí seguía el puto pájaro, observando, sin más que hacer.
Se levantó de la silla por unos instantes y recorrió la pequeña estancia.
Necesitaba ver la reacción de aquel estúpido pájaro que no paraba de observarle.

-Y si me acerco a él?-

Entonces se fijó en sus uñas, afiladas y largas como si de dagas se trataran.
No era buena idea, con la ventana abierta el zarpazo podía ser mortal. Recordó el viejo corta uñas que guardaba en el cajón y lo cogió para ver la reacción. Nada, inmóvil, fiel a su instinto, permaneció en quietud total.

Un mochuelo mirando.
Un comentario esperando.

Capítulo 161

ANONIMO dos


Seguía recibiendo mensajes bajo la protección de un anonimato cada vez más inquietante.
Mezclaba en ellos colores, descripciones versos y música. Nada delataba un anonimato persistente donde los hubiere conocido.
Un lugar donde se cruzaban mensajes sin más respuesta que tortura en uno, regocijo en el otro.
Por cuanto tiempo podría aguantar esta situación? No lo sabía.
Una sensación extraña recorría cuerpo y mente. De alguna manera, se había convertido en cómplice de su vida y ansiaba recibir esas notas que alegraran el momento.
El anonimato. Nunca había jugado con ello y, si lo había hecho, no por más de minutos.

Un mochuelo sobre la ventana miraba fijo.

Capítulo 161

ROSAS EN LOS BRAZOS


En la premura de una mañana nueva. Con un cielo infinito y un horizonte lejano. Agasajada con miles de rosas y una sonrisa en sus labios.

-Dios mío hermana! Qué traes entre tus brazos?-
-Una sonrisa y mil abrazos. Rosas de colores que curan un llanto. Flores mañaneras que tamizan mi pasado entretanto.-
-Hermosa sonrisa -
-Hermosas las flores, los recuerdos y el amor-
-Y vas de verde…si no es esperanza lo que ven mis ojos…-

Un jarrón, unas flores en la habitación.
Amanecer en una oscura alcoba. El sol se filtraba por unas ventanas abiertas al futuro. La oscuridad desvanecida iluminando una estancia vacía de amor. La luz y la brisa de una mañana cálida, el sonido de unos pájaros y el correteo de unos niños en juego indescifrable.
Tras la ventana, con una sonrisa bajo un pelo de color, Iran, pintando un nuevo corazón.

Capítulo 160

RAYO


De verde oliva y con sombrero para tapar. Zapatos de tacón grueso y finos modales al andar. Sor Monja, aderezada de vinagres del norte en un cuerpo cambiado. Una sonrisa en sus labios, colorido en los flancos.
Saludaba sin desprecio y con afanes ostensorios a quienes cruzaran su paso. Gentes que antaño temían la oscuridad de su mirada amanecían al nuevo encuentro.
Se acercaban a ella con abrazos y rosas que regalaban con sonrisas infinitas.

-Qué le habrá pasado?- Se preguntaban sin descanso.
-Quizá haya sido un rayo Mcqueen-
-Qué? Nada, nada.

Con su sonrisa permanente- como el cabello- y sus colores relucientes- como el sol que iluminaba las montañas- Sor Monja paseaba su cuerpo en un ir y venir de felicidad complaciente.

-Por cierto, a qué venía lo de rayo Mcqueen?-
-Iran lo sabe, esa chiquita es de agradecer-
-Y eso? A qué viene eso?-
-Menos preguntar y más disfrutar querida-
-Esto es de locos-
-Pues al maricomio-

Unos tacones anchos con los que caminaba acompañada de un perro de ojitos divinos y una canción:

-El amor en silencio
De un pasado
De un presente
Austero y maravilloso
Un recuerdo imborrable
Mi sonrisa sin resuello
Te quiero y te querré
Aquí te espero.

Capítulo 159

LA RISION

Un viaje a ninguna parte sin más compañía que un pájaro de finos modales y mejor moral. Echaba de menos sobremanera la compañía del Pela. Sus risas, sus llantos y sus complejos. Una conversación y palabros sin parangón.

-Padre Prior, es usted la risión, se engordó usted de manera apreciable-
-No me engordo sino engordo y no es grasa sino aire-
-De sus placeres por el habla perfecta no hablaba sino de su redonda figura. Y no corrija lo que no sabe pues, de lo que no se sabe no se habla. Y si se habla se confunde por no saber que risión es palabro adecuado en cienes de lugares. Y sí, se engorda usted, que no yo, que apenas un suspiro hace falta para que me den la absolución-
-Perorata insoportable que acabas de dar Pela. Acaso os volvéis pedante con la edad?-
-No soy yo quien habla de pedantería sino usted con tan misterioso tripón-
-Son diferentes aires Pela, diferentes palabros-
-La misma raíz tienen-
-una misma raíz, diferentes árboles da-

Una conversación absurda en tiempos recordada por Padre Prior en ausencia de algo mejor.