11 diciembre 2007

Capítulo 169

ENTERRADOR SIN MUERTO



Y el mudo hablaba a su manera a la vez que golpeaba con fuerza su martillo sobre el metal.
Y una bella muchacha paseaba con gozo su precioso cuerpo entre las sombras.
Y Nuesra Iran sonreía al ver que la vida daba un respiro a los desgraciados.
Y un maricón, enterrador sin muerto, canturreaba canciones de soldados fornidos con espada en alto y cuerpo desnudo.
Y la mañana despertaba con el jolgorio de un feliz Locuelo correteando sin descanso por el centro de la plaza.
Y Pájaro de Pico Ralo desperezaba por ello ojeroso pues las nueve no habían dado.
Y Sor Monja sonreía sin descanso como quien hubiera soñado el regreso de un amado y su hermana, Elisa, dormía con un cordobés recién llegado.
Y Padre Prior, obstinado por el amor a Guadalupe, un vestido le ha comprado.
Y la felicidad se apodera de ellos como la primavera del verdor de los campos.
Y así acabo, extasiado.

Oyes algo? Yo sí.

No hay comentarios: