04 diciembre 2007

Capítulo 161

ANONIMO dos


Seguía recibiendo mensajes bajo la protección de un anonimato cada vez más inquietante.
Mezclaba en ellos colores, descripciones versos y música. Nada delataba un anonimato persistente donde los hubiere conocido.
Un lugar donde se cruzaban mensajes sin más respuesta que tortura en uno, regocijo en el otro.
Por cuanto tiempo podría aguantar esta situación? No lo sabía.
Una sensación extraña recorría cuerpo y mente. De alguna manera, se había convertido en cómplice de su vida y ansiaba recibir esas notas que alegraran el momento.
El anonimato. Nunca había jugado con ello y, si lo había hecho, no por más de minutos.

Un mochuelo sobre la ventana miraba fijo.

No hay comentarios: