EL SOL
Como había salido el sol, los pájaros andaban de lo más despistado.
Se miraban entre ellos y juntaban los picos en besos de amor pajaril. Aleteaban las alas en extraños movimientos de celo y volaban en bucles imposibles, en picados de muerte.
Los olmos se despojaron de la nieve y el hayedo, el hayedo...
-San Dios- dijo uno...
-Por qué?-
-No se, pero lo dijo y, yo lo pongo-
-Por tus ojos quizá?-
-Todo puede ser, la verdad es que lo de mis ojos hoy tiene su aquel-
-Quién iba a decir que son verdes ¿eh?-
-Cierto es, siendo cierto-
Dejé las disquisiciones e imaginé un anuncio; nada tenía que ver, pero es lo que hice sin más sentido que la locura repentina.
Un elefante, dos amigos; Un- ya te digo- un -aibalé-
Complicado para el imaginario escrito mas, en mi mente, todo cuadraba a la perfección.
-San Dios- se escuchó de nuevo.
-Ya no pregunto más-
-Mejor, carecería de sentido-
-Y respuesta-
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