PALABROS EN EL OLVIDO
Dulcificado, mortificado también por la noche.
Sin cenar, que en mi caso no es grave, pero con la hambruna de la mañana retorciendo mi estómago.
-Es que tienes que cenar-
-¡Sabiondo!-
Tras ese palabro que hacía infinitos momentos no había vuelto a escuchar y, menos a escribir, partí cual león a por un pincho de tortilla de patata.
-No ves? Si cenaras...-
Cogí un cuchillo y maté al personaje fantasma.-Realmente, me estaba cargando con sus comentarios-.
Una vez acuchillado y muerto, comí otro pincho con gran alborozo.
De nuevo me dije... -alborozo, ese palabro-.
Hubo otros.. "a la sazón" uno de ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario