09 febrero 2009

Capítulo 90- sí-.

VISITANTES ANÓNIMOS

Me gusté un rato y me fui a dormir. 

Ya de día, no me gusté; habría sido un sueño? 

No, no quiero salir a la calle con este rostro, no quiero encontrar personas de buena cara mirando mis ojos; No puedo sorportar miradas furtivas, comentarios en cautiverio, silencios incómodos a mi espaldas- en plural, que son muy grandes-.

¿Ladearía la cabeza para satisfacer a quien el Santo me dijo?. Incapaz de ladear, agaché la cabeza acelerando el paso para llegar cuanto antes a cubículo laboral sin ser visto.

La mañana, sin ser fresca, lo era; algo era, eso desde luego.

Caminé y, ya en refugio, descansé en paz. Sin más mirada que la de un padre tampoco por la labor de hacer más. 

Palafrugell, Gavá, Madrid... extraños visitantes que sin conocer aparecían por sorpresa en un mundo un tanto extraño.

Les di las gracias en el silencio de una mente cansada, absorbida quizá por el alcohol...

No hay comentarios: