24 febrero 2009

Capítulo 103

SIN SABER 

Y mira que busqué por debajo de las puertas, bajo los medidores del agua e incluso bajo la cama. 

Había desaparecido como por arte de magia. 

Ningún rastro, ninguna esperanza, se esfumó bajo algo, sin saber a ciencia cierta nada más.

Un pelo aquí, un monton de polvo allá. 

Afeitado de nuevo, con lo que ello conllevaba, arrodillado en busca de algo todavía por descubrir.

Porque cuando no sabes lo que buscas... es complicado encontrarlo.

Busqué de nuevo; encontré unas alas, una gaviota que me sonreía y a veces me desesperaba, y dos calcetines agujereados de distinto color.

Nada de aquello parecía tener sentido, nada de aquello parecía ser lo que buscaba.

Pero entonces, qué era?

Vi mi rostro frente al espejo- ¡qué cara de mamón tienes hijo!- y me pinté unos pelos en la cara. 

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