18 octubre 2008

Capítulo 28

INCOMPRENSION

-Te noto como turbado. Un poco como si fueras a ir pero que al final... ya sabes... turbado-

-Es el arcoiris, a veces, en momentos, me perturba. Pero de ahí a que me encuentres turbado media un pequeño abismo-

-¿Te das cuenta? Has hablado de abismo. Pero lo has tratado como de "pequeño". No se si es muy propio hablar así. Mira, tu gato parece enojado-

-Qué eres ahora gatero? Filosofo o así?. Hay veces que no te entiendo muy bien. Pasas del disimulo a la desfachatez de la ignorancia como quien come y luego vomita. Eres extraño.

-Quizá. Pero si dejaras de pensar más en ti mismo y pensaras en los demás, quizá tu madre no habría muerto de hambre. Mirala, ahí la tienes, de color verde ya... olvidada en su sofá de felpa.-

-Deja a mi madre en paz que, además, esa no es mi madre, es la tuya-

-Ah, pues sí, es verdad. Ahora que la veo de cerca... es la mía. Y qué coño hacía en tu casa?-

-Te vino a buscar el mes pasado; se sentó y, ahí se quedó, muertika-

-Ya decía yo que no la veía hace tiempo-

-Ay, pequeño gañan-

-No ves? Estas como turbado-

-No se, la erdad es que ahora mismo no se nada. Se fueron las alas, perdí el rumbo-

-Pero te veo mejor, aunque... turbado-

-Anda, anda, ayúdame a meterla en la caja-

No hay comentarios: