EXTRAÑO
Volcó su mirada hacia donde ni el cielo alcanza, hacia un mundo tan inmerso en la propia oscuridad que sorprendió mi espíritu.
Bajé las escaleras como de costumbre, a saltos de a tres, o dos por dos- según se de, que se da de vez en cuando-.Miré más allá y vi monte, extraño. No era lugar para mi.
Una gaviotika me esperaba a la hora del café. Un encanto, un buen pájaro. Como si de la lotería se tratara, me había tocado a mi.
La noche era otro cantar, unas veces tan larga... antes tan corta.
Sobre la distancia- complicado eh, pero ahí estaba sí-, sobre la distancia, un pesar. En el pesar, la causa.
Los abrazos, los besos y la noche.
Extraño.
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