07 octubre 2008

Capítulo 19

EL TELEFONO

Cuanto más comía, menos le llamaban por teléfono.Tanto era así, que tomó dos galletas a ver qué pasaba. En efecto, nadie llamó. Desesperado por las incongruencias de la vida, cogió un machete y se lo clavó en el pecho; sin mediar palabra, sin decir adiós. Tan sólo se lo clavó.

En su última agonía, cuando el frío entumecía un cuerpo en sangre, una llamada. Alargó la mano, lo tomó en ella y la llamada cesó. Miró hacia el televisor; unas alas, lo último que vio.

En el suelo, postrado como alma en pena, rodeado del rojo bermellón, un último esfuerzo.

De cara, carísima, mas todo limpio quedó; ni rastro de muerte, ni edor a ella.

Un cuerpo nada más.

No hay comentarios: