05 febrero 2008

Diez + seis

CON UN ALA TAPADO


Carlo, volteando su cuerpo con sus pies en el tejo dejó de sonreír.
-Y el viejo? No ibas a contarnos qué le pasó al viejo cuando se incorporó?-
-Calma, ahora Carlo es lo importante-
Su rostro rojizo, sus ojos aparcados en blanco ocular y una caída.
Así es, tanta cabriola lo desmayó. El golpe fue de los que se recuerdan.
Entonces es cuando miramos a la ventana y vimos al pájaro cubriendo sus ojos con un ala. La caída había sido frontal.
-Murió?-
-No, Carlo era un gañan simpático, no podía morir así-
María y yo nos quedamos paralizados, sentados en la mesa mientras el viejo acomodaba su cuerpo plácidamente en el sofá.
De pronto vimos una cabeza que surgía de las profundidades de la tierra. Una sonrisa hiriente, contagiosa…
-Carlo?-
-Así es, el muy capullo ni con semejante porrazo perdió la sonrisa-
-Y el viejo?-
- Sentado, sin mirar hacia el ventanal, con una sonrisa en sus labios dijo no…-

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