17 marzo 2009

Capítulo 132

EL DESAYUNO

Cuando los pájaros, que son muy finos ellos, cantan al amanecer, se me atraganta la comida.

Es curioso, hoy me ha pasado con el croissant. Intentaba engullirlo como de costumbre y, a medida que metía un trozo en la boca !zas¡ se salía por obra y magia de algo que no sabría explicar muy bien.

Así que lo he dejado para más tarde y, ya en la tienda, me he tapado los oídos para no escuchar el trino de aquellos que inoportunan y lo he comido como marcan los cánones.

Y es que los pájaros, muy finos ellos, también me suelen sacar de quicio.

!Y no digamos las pájaras¡

Pero ese es otro cantar... de trinos diferentes hablaríamos.

También de finuras.

Ayyyyyyyyyy el sol que alimenta mi espíritu y que envenena mi cuerpo de...

-Y los ángeles son como pájaros?-

-No lo se, sólo he conocido a uno y pico, no tenía-

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