UNO; DOS ; TRES
En la oscuridad de un hospital ciego.
Bajo el estruendo de los proyectiles.
Un primer llanto en la penumbra
Un primer abrazo bajo el miedo.
La hermana iluminaba el rostro rosaceo con una vela consumida.
El padre, sentado a su lado, sonreía la bienvenida.
A los catorce cogió su primer fusil.
Veinte muertos en su gatillo soportaba
La culata raída por el pasado
lágrimas resecas por el polvo.
La conoció una noche de luna nueva
sin más luz que las estrellas y la luz de sus ojos.
Se juraron amor.
El helicóptero volaba bajo
Dos misiles y silencio.
Bajo el torbellino de las aspas,
Bajo el polvo,
dos cuerpos mutilados.
Una mañana cualquiera,
en un control cualquiera.
Un rezo callado, los ojos cerrados
Un, dos, tres...
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