DE POLLO PARECIERA QUE HABLO
Me puse a escribir unas letras; un algo que tampoco sabría explicar ni describir.
Unos sentimientos, unas sensaciones que, conforme llegaban a mi mente, desaparecían bajo mis dedos.
Un amanecer distinto, una sonrisa, una resignación, un espejo lleno de recuerdos cada vez más lejanos.
Todo cuanto sentía cambiaba al instante de ser escrito por unas manos, hartas ya de sufrir, de escribir, de llorar.
Apechugué con mis faltas, mis males y mis nervios.
Apechugué con la rabia, el pesar y el recuerdo.
Unas palabras todavía sin respuesta; temeroso de que, tarde o temprano llegarán.
Los mismos miedos, la misma angustia.
Apechugué...
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