RAYO
De verde oliva y con sombrero para tapar. Zapatos de tacón grueso y finos modales al andar. Sor Monja, aderezada de vinagres del norte en un cuerpo cambiado. Una sonrisa en sus labios, colorido en los flancos.
Saludaba sin desprecio y con afanes ostensorios a quienes cruzaran su paso. Gentes que antaño temían la oscuridad de su mirada amanecían al nuevo encuentro.
Se acercaban a ella con abrazos y rosas que regalaban con sonrisas infinitas.
-Qué le habrá pasado?- Se preguntaban sin descanso.
-Quizá haya sido un rayo Mcqueen-
-Qué? Nada, nada.
Con su sonrisa permanente- como el cabello- y sus colores relucientes- como el sol que iluminaba las montañas- Sor Monja paseaba su cuerpo en un ir y venir de felicidad complaciente.
-Por cierto, a qué venía lo de rayo Mcqueen?-
-Iran lo sabe, esa chiquita es de agradecer-
-Y eso? A qué viene eso?-
-Menos preguntar y más disfrutar querida-
-Esto es de locos-
-Pues al maricomio-
Unos tacones anchos con los que caminaba acompañada de un perro de ojitos divinos y una canción:
-El amor en silencio
De un pasado
De un presente
Austero y maravilloso
Un recuerdo imborrable
Mi sonrisa sin resuello
Te quiero y te querré
Aquí te espero.
15. Noche
Hace 14 años
2 comentarios:
Hoy estoy tan triste...
tengo el alma gris, cansada.
Tierra propicia para las penas.
Para el placer, tierra negada.
Espejismos vanos
que a todas almas confunden
Estoy buscando mi risa.
No puedo reir,
Me endurece los labios
un agror de ceniza.
Bienvenida!
Cada vez te explayas más!
Poeta anónima, amiga anónima.
Publicar un comentario