23 julio 2008

Ciento cincuenta

EGUN ON


De azul y rojo, blaugrana. Con la sonrisa enmascarando un rostro cansado. 
De buen apetito, con el queso como único ingrediente- más sus besos-.
Los ojos, enrojecidos, lastimeros, preciosos.

A la luz de una vela y su espalda como presente.

Desperté temprano, junto a ella. 
El calor de las sábanas perdió fuerza en su ausencia. 
Pasé mi mano en su encuentro -sin presencia-. 
Las sábanas quedaron vacías sin ella, frías, fantasmagóricas.

Habría sido un sueño?

Instantes después la vi entrar por la puerta; Con su sonrisa, eterna, maravillosa y la misma ropa blau-grana. 
Me besó, me dijo adiós.

No fue un sueño. Y si lo fue... fue tan real como la vida misma.

Egun on...

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