LAS NOCHES
En la madrugada las cosas se ven distintas, como más oscuras.
Las sombras del siempre presente Lucifer acojonan al instante. Floreros y marcos, si los hay, asemejan figuras de corte dantesco y, los almohadones, parece que le miren a uno con sonrisa pecadora.
Madrugada de terrores en soledad.
Pero es verdad que siempre amanece- excepto en muerte- y que, de aquellos temores, hacemos olvido.
El miedo.
Miedos hay que se comparten, otros no -es lógico, no más-
Una mañana de sudores, de calor impregnoso -prodigioso vocablo- de amaceceres extraños.
Un día más, en silencio, en espera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario