25 agosto 2009

¿HOLA? ¿BOLSILLOS?

Los nervios me azotaban por todos lados convertidos en tristeza.

Los bolsillos temblaban de desesperanza, amargura y soledad.

Una locura maravillosa pendiente de un hilo tan fino, tan grueso a la vez.

Y ya no me resisto; ya no puedo decir que no. La respuesta del ayer vale para hoy.

Las dudas las dejé atrás, arrinconadas en un baúl todavía vacío de conciencia.

Y los minutos avanzaban inmisericordes; Atenazaban un cuerpo decidido a susurrar.

Y me moría...



2 comentarios:

Anónimo dijo...

vennnnnnnnnnnnnnga¡¡¡¡...zis-zas...

Anónimo dijo...

uyyy a esa tristeza hay que darle la vuelta como sea. Tendrás que susurrar!