20 agosto 2009

EL FLIPE

Sólo se que flipaba, flipé y super flipé. 

No es entrada muy poética, ni de gran escribiente ( véase cómo elimino el palabro "escritor") pero no encontraba mejor palabra para describir lo ocurrido.

No vestía más que una camiseta de tirantes y una sonrisa. El pelo acariciaba unos hombros siempre desnudos; las piernas deslizaban hasta los confines donde, un pequeño pantalón, ocultaba el resto.

Un movimiento de acomodo dejaba mostrar lo que ocultaba; un gesto hacía que alucinara y, unas palabras, me dejaban sin más rostro que el resto de una almohada.

Ante la complejidad de lo escrito, yo, disimulaba.

Así ocurrió un día que cautivó un corazón que hacía tiempo no latía. 

No miraba más allá que su rostro, sus gestos y por qué no, un escote... todo un privilegio.

Me sacó la lengua,

me martirizó

ma la volvió a sacar

me masacró.

Y no es lo más inquietante todo ello. Pues fueron sus palabras, que de ello hablar ya, ni puedo.

Así que continué flipando y superflipando y llegando la noche,

hasta soñando.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues estoy segura que si lee esto debe seguir sonriendo, incluso más.

Anónimo dijo...

Escribiente no, ni tampoco escritor, y...como llamarte entonces?, quizas...expresador?, soñador?, yo te llamare... el escriparlanteinterpretador. Ufff que palabra tan larga....seguro encontrare otra mejor, ya te lo hare saber