16 octubre 2007

capítulo 118

NO ES LO MISMO NO


La mañana fría como el hielo que forja los escudos de los soldados del norte. Blanca como antiguas capas sacerdoticias.
Tan sólo las huellas de un tempranero alfareoro enturbiaban la virginidad del piso.
Sor Monja enfundada en guantes de esparto, Elisa acaramelada con el niño sin nombre y Locuelo junto a un fogón alimentado por ramas secas acinadas en un rincón.
Costumbres de aquellos tiempos. Un grito y a por la guarnición.

Pájaro de Pico con su bufanda de verde plumaje, hinchado, recogido, en sueño. Un bostezo apenas imperceptible y cabeza gacha.

Pablo de Cafur encogido en un rincón. Sin manta que cubriera su cuerpo, sin gorro, sin caperuzón. Unos dedos que contar en contricción. El frío atenazaba esa condición.
Los residentes y un maricón.

Sor Monja, Elisa y un perro...

-Mira Locuelo, mueve la cola-
-El rabo, mueve el rabo-
-Bueno, qué mas da!-
- No, no es lo mismo-

En ese momento la cabeza del alcalde atravesó la ventana diciendo...

-No, no es lo mismo no-

Iran, con lienzo en ristre aparecío.

-No, no es lo mismo no.

Todo el pueblo al unísono. -No es lo mismo no-.

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