PUES SI; LO VI
Vi el recorrer de una lágrima cayendo sin obstáculos a toda velocidad a través de mi rostro.
Mis ojos tristes, hermosos sin igual y reservados para quien sólo los mereciera, simularon un aura diablesca.
Introduje mi cuerpo en una cama deshecha hace tiempo...
Entonces grité - ¡Aibalél!- sin saber muy bien por qué.
Soñé, grité, reí, soñé...
Vi una sonrisa, un andar y una mirada.
Vi al diablo vestido de negro.
Vi el placer de lo imposible en mis manos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario