INSACIABILIDAD
Doscientos metros atrás, el pájaro- macho era- continuaba su persecución en aleteo irregular.
Aletean los pájaros o los peces? - Me pregunté-
Sin tener nada clara la respuesta- no se por qué- continué mis andanzas.
Una manzana y dos peras, una pluma por si acaso y un tarro de nata.
Pagué como bien pude- con mi cuerpo desnudo-.
Miré hacia atrás y ya no había solo un pájaro sino dos o tres- nunca supe distinguir los números bien-.
Lo cierto es que uno de ellos era hembra- ¡Vaya Pájara!- exclamé para mis adentros.
Curioso eh!
Así pues, acaba esta anécdota tan impactante de pájaros, peras, plumas y demás.
-Y la pájara?- se preguntaría la gente...
-La pájara... deliciosa-
No hay comentarios:
Publicar un comentario