HINCHAZON
Accedí por respeto y sin lágrimas en los ojos. Me encontraba bien sin saber muy bien por qué.
Así que dispuse mis manos, mis dedos y la razón y escribí sin parar en página en blanco.
Nada ocurría, nada digno, nada de nada.
El por qué nadie lo sabe. Pero me puse a régimen. Extraño es por ello sin duda mi buen humor. El agua me mataba; entristecía mi corazón y apagaba mi sonrisa pero esta vez algo había cambiado y, no era yo.
Sin apenas pan que meterme a la boca, sin leche, mas con agua.-Pubret- dijo uno...
Hasta cuando perdurará esta hinchazón?
Beberé agua hasta el viernes que ya no es cuestión.
Agua fría para un cuerpo ardiente... me quema, me mata.
1 comentario:
Mis pechos no lo ven, y tus ojos tampoco.Antes era otra historia, antes eramos otros...ambos dos... ambos dos pechos tambien.
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