27 junio 2008

Cientocuarenta

MMMMMMMM 2



Se coló por la ventana, en silencio; con los ojos rojos y las alas desplegadas.
En las sombras, unos colmillos blancos sobresalían con hirientes presagios.
La miré al rostro transformado en bella mujer de cuerpo mortal.

Se arrastró hasta mi lecho como una serpiente, con su mirada fija, desafiante, lasciva.
En mi rostro una sensación de angustia y deseo; bajo las sábanas, lujuria.

Una caricia ensangrentada por mi pecho, por mi espalda. Una boca diseñada para amar recorría cada centímetro de mi cuerpo lamiendo la sangre que brotaba sin descanso.

Besó mi boca, reseca por el miedo, sorbiendo parte de mi vida, incrementando el deseo.
Bajo las sábanas, la lujuria extendía sus redes hasta acariciar ese cáliz desnudo, frío, maravilloso.

Puso entonces su cuerpo desnudo sobre el mío. Encajó las piezas y reventó mi alma en mil pedazos.
Mi respiración entrecortada, mi voz susurrada, mis gritos desgarrados.

Tomé sus curvas en mis manos.
Tomó las mías en su regazo, en sus pechos, en sus manos...

No hay comentarios: