04 junio 2007

Capítulo 54

ENTERRADO


Ruegos, llantos y plegarias en el camposanto interrumpiendo el silencio.
Un murmullo creciente y, en los cielos, tan sólo los sonidos de unas golondrinas en canto primaveral.
El enterrador, manchado por tierra húmeda en disposición genuflexa y su madre, durmiendo aún bajo la sombra de un ciprés en su copa anudado.

Sor Monja de riguroso luto; Elisa, con su hijo en brazos.
El bibliotecario anotando un no se qué y Pájaro de Pico sobre lápida de un muerto pasado.

Locuelo arte y parte de un funeral.
Un ladrido, un enterrar final.

Pablo de Cafur despistado y perdido.
En tan solo veinte minutos un ragalo ha perdido.

Hora y media de murmullo dio paso a un último adiós por parte del sacerdote.
Las mujeres y los hombre en unión mostraban sus rostros en lamento sin la vergüenza de un pasado reciente al haber sido todo descubierto.
Elisa, de manos unida a su hermana; A su pecho desnudo, un hijo con padre conocido.

Locuelo despistado en una jungla desconocida. Sus ojos enfocando cuanto observaba y sus patas rascando lo que depositaba.

Locuelo hambriento
Un ladrar, un muerto.

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