29 septiembre 2009

LA BARBA


Había pasado días de sosiego en lugar desconocido. Poco se sabe de sus estancia en aquél lugar. Tan sólo que, quien lo vio, pareció no reconocerle y que, cuando lo reconoció, ya volvió a ser él mismo. 

-Qué?-

-Pues que llevaba barba un día y el otro no. Estaba clariiiiiisimo.-

Tras la oscuridad, la lumbre- pensó para sí con agudeza visual sin igual.

Lo encontró atractivo, yogurín y con los ojitos brillantes.

Las razones no las diría-

!Mas bien se podrían saber! 

Pues no las disimulaba-.

Pareció fijarse en unas montañas abrigadas por un morado; En unas tierras firmes teñidas de marrón; En un sol que parecían dos; 

Maravillado por sus visiones... descansó de nuevo por unos momentos.

Sin angustia, sin miedo.




1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encanta leerte, y sin barba, pues kien sabe, seguro k hasta no estas muy mal, podrias gustar, si.